ꕤ「capitulo 13」

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Taehyung estaba concentrado terminando de firmar y redactar algunos documentos en su oficina cuando alguien tocó su puerta.

— Adelante. — Espetó sin levantar la mirada aún de los papeles qué tenía entre las manos.

— Taehyung, acaban de llegar nuevos papeles, son de las escuelas que fuiste a visitar con el presidente, en estos papeles están afirmando el haber mejorado sus instalaciones cómo se los pediste. — Dijo Yeonjun finalizando con una leve sonrisa.

— Para ser tu primera semana trabajando como mi asistente, la verdad es que eres muy eficiente. — Halagó mirándolo completamente satisfecho por su trabajo.

— Aún, me siento un poco raro al hablarle, al hablarte sin honoríficos.— Se corrigió rascándose la nuca un poco nervioso.

— No te preocupes, el primer día te dije que podías tutearme, me incomoda que me traten de usted, me hace sentir viejo.

— Bueno, eso era todo lo qué quería decirte, seguiré con mi trabajo entonces. — El rubio abrió la puerta para salir y al hacerlo palideció.

El pelinegro lo miraba fríamente.— P-Presidente, me asusto.— Yeonjun soltó una risita. Reía para no llorar. — Ehh, conpermiso señor.

Jungkook se hizo a un lado y el menor desapareció rápidamente por el pasillo rumbo a su escritorio.

— Se más amable, ¿Quieres?, me asustas al niño. — Bufó el castaño mirandolo con el ceño levemente fruncido.

— ¿Quién es él?, nunca lo había visto. — Se sentó en la otra silla del escritorio dispuesto a escuchar la respuesta que le daría el menor.

— Es mi nuevo asistente, la anterior renunció por su embarazo, no podía seguir trabajando en ese estado. — Respondió mientras guardaba unos documentos.

— Mmmmm, ¿Y te parece lindo?. — Preguntó arqueando una ceja.

Tae lo miro incrédulo. Increíble. — ¿Jeon y a qué viene esa pregunta?, y si, la verdad es que me parece atractivo, no tendría porque mentirte.

— Ya veo, ¿Él era el único candidato?.

— Habían diez candidatos, y de esos diez solo uno era eficiente y muy inteligente, ese era Yeonjun, por eso lo escogí.

— Bueno, de todos modos yo soy más guapo. — Dijo arrogante mientras Taehyung negaba con una sonrisa.

— Ya terminé con mi trabajo de hoy, cierto, ¿Viniste a mi oficina para algo no?, no creo que hayas pasado por aquí y te hayas quedado a escuchar la conversación qué tenía con mi asistente desde afuera de la oficina, ¿No?. — Sonrió entrecerrando sus ojos mirándolo en busca de algo que confirmara sus sospechas.

— No claro que no, vine para irnos juntos, ¿Qué te parece una noche de películas en mi casa?, hace tiempo qué no vas ya que siempre la pasamos en tu departamento, además Bam te extraña.

— Ow, Bam, si está bien, vayamos, ve tú primero, espérame en el estacionamiento.

Jungkook asintió y se fue de la oficina obedientemente, después de cinco minutos Tae salió de su oficina y se despidió de Yeonjun con una sonrisa cordial.

El pelinegro vio a través de la luna de su auto al castaño acercándose, así qué abrió la otra puerta del copiloto para qué este entrara, y así lo hizo.

— ¿Primero podemos ir a una tienda de mascotas?, quiero llevarle un juguete a Bam. — Dijo el menor mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

— Tiene demasiados juguetes, creo que otro sería innecesario. — Jungkook arrancó el auto.

— Tiene muchos pero ninguno es de mi parte, quiero regalarle uno. — Puchereo. — Además yo no tengo mascotas, almenos déjame consentir a la tuya.

— Pensé que Bam era nuestro. — Aseguró el mayor.

— Pero si lo adoptaste antes de que estuviéramos juntos tonto, ¿Cómo se supone que fuera mío también?.

— Pues es nuestro desde ahora, Bam te quiere mucho así qué no veo el problema.

— ¿Será como nuestra mascota hijo perruno...?. — Cuestionó mirándolo con una ceja arqueada.

— Por el momento si, si quieres un hijo humano en un futuro entonces Bam pasaría a ser nuestra mascota, pero por el momento él es nuestro hijo.

— Pensé que ya no querías tener más hijos...— Murmuró.

— No es que no quiera, si quiero, pero no te obligaré a que adoptemos uno, si tú quieres adoptar un hijo conmigo, no te lo negaría amor.

— ¿Enserio?. — Los ojos del castaño brillaron de ilusión.

— Si, en cuanto salga mi divorcio con la arpía de Yeji nos iremos a vivir juntos, sólo hay que aguantar un poco más, que Yeji firme y que mi presidencia termine para poder vivir felices juntos en un lugar alejado.

— Apoyo esa idea cariño, me encanta mucho. — Sonrió.

— Y a mí me encantas tú. — Respondió con simpleza.

 — Respondió con simpleza

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the president | kooktae♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora