Capítulo 13

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Al despertar lo primero que hace es ir al baño, al ver la herida hecha por su hermano busca entre uno de los cajones algo con que cubrirlo, mira la hora en su celular, eran casi las nueve de la mañana si no se apuraba iba a llegar tarde a su cita con Enid, desesperada y tratando de buscar algo que arregle su cara al menos por unas horas se da cuenta del estado de su teléfono, cuatro por ciento de batería, las cosas no podían ir mejor.

Enid despertaba con el sonido de su celular reventándole los oídos, se levantó cuando Isabel dio un fuerte grito en la entrada de su habitación, se revolvió en la cama mientras seguía escuchando el celular sonar, pronto a su mente llegaron recuerdos del día anterior, y de la cita que tenía hoy, se levantó casi tropezándose con sus propios zapatos y miro la hora, era muy tarde para una ducha, Merlina debía estar por llegar, corrió a cambiarse y volvió a escuchar el celular sonar.

— Hola Mer, lo siento, quizás ya debas estar abajo, estaré ahí en un segundo. —hablo tan rápido y sin fijarse realmente en el remitente de la llamada.

— ¿Quién es Mer? —la voz de Ajax hizo que rápidamente apartara el teléfono de su oreja para ver el contacto del chico alumbrando la pantalla, resoplo y tomo un gran suspiro.

— Ajax, ¿Qué quieres? —su tono era cansado, y en realidad no le apetecía hablar con Ajax mientras se alistaba para tener una cita con Merlina — De verdad ahora mismo no puedo hablar.

— ¿Puedes bajar? —pregunta el chico antes que la rubia decida colgar.

— ¿Bajar a dónde? —pregunta confundida mientras camina hasta la ventana de su habitación, mirando como el chico esta abajo y alza la mano para saludarla — ¿Qué haces aquí?

— Vine a hablar contigo Enid. —dice suavemente.

— ¡¿No te deje claro que no quiero hablar mas contigo?!

— Eso no es cierto. —el chico parecía demasiado tranquilo y la rubia demasiado molesta — Sabes bien que siempre nos va de maravilla hablar. —dice— Me debes, aunque sea una última charla. —dice el chico en un tono melancólico que hace que Enid se detenga a pensarlo, después de unos segundos resopla y termina de vestirse para bajar a verlo.

— ¿De verdad saldrás a hablar con él? —escucha decir a su hermana quien está sentada en el comedor con una tostada en la mano — Eres insufrible. —Enid no se detiene a escucharla, estaba demasiado apurada, tenía que sacar de la puerta de su casa a Ajax antes de que Merlina llegue.

— ¿Qué es lo que quieres? —pregunta cuando ve al chico recostado sobre el umbral de su puerta — Me acuerdo que te deje muy claro...

— Enid, basta. —Ajax corta su oración — Entre los dos las cosas no han estado claras hace mucho tiempo.

— Ajax, de verdad necesito que te vayas. —dice tratando de mantener la calma — No es un buen momento para hablar ahora.

— ¿Entonces cuando? —Ajax se acerca hasta ella sin alertarla, le toma el brazo mirándola para que responda — ¿Cuándo vuelvas a refugiarte en la mansión de ese patán rico?

— No me refugie en ningún lado, su madre había muerto. —dijo sin mas — Y es mi amigo.

— ¿De verdad crees que él solo quiere ser tu amigo?

— Ajax, ¿A qué has venido? —pregunta Enid cansada mientras recuesta su cuerpo sobre la puerta ya cerrada — No puedes seguir haciendo esto, haciéndome esto, y sobre todo haciéndote esto a ti; terminamos hace un año.

—Sabes que eso no es cierto. —dice seguro el chico — Bien, quizás el titulo lo dejamos hace un año, pero he estado para ti todos estos meses, tú has estado para mi, hemos salido...

Serotonina Wenclair AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora