Capítulo 7

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Al girar el pestillo de la puerta, a Enid la embargo el mejor olor que alguna vez haya percibido, era entre una mezcla de frescura y un toque amargo que hizo que toda su piel se erizara.

— Hola. —saludo tímida a la espalda de la morena quien se giró rápidamente al escuchar su voz, los ojos de Enid no pudieron evitar recorrer con la mirada a la chica, de arriba abajo, era espectacular, el porte y la elegancia que emanaba solo con unos jeans y una camiseta era impresionante, de repente volvió a sentirse sudar — Puedes pasar.

— Claro, hola. —la morena hizo un esfuerzo por mantener la mirada en los ojos de la rubia, sin embargo, al acercarse para dejar un beso en la mejilla en forma de saludo no pudo evitar mirar cada detalle de la rubia — Estas muy guapa. —su boca fue mas rápida que su cabeza, sintió su cara ponerse de mil colores y bajo la mirada.

— Tú también estas muy linda. —dijo Enid con el tono un poco más bajo, sabía que estaba roja así que se dio media vuelta y empezó a caminar hasta dentro de la casa — ¿Quieres tomar algo?

— Solo agua. —de repente se sintió nerviosa, Enid iba caminando delante de ella, con esa falda que parecía subírsele a cada paso que daba, trago con dificultad al percibir una leve incomodidad en su entrepierna y dirigió la mirada hacía las paredes de la casa tratando de relajarse — ¿Me prestas tu baño? —preguntó luego de unos segundos, se sentía tonta, no le había pasado ese tipo de cosas con nadie, tenía erecciones normales al despertarse o cuando dormitaba y su cabeza la traicionaba.

— Claro, usa el mío esta en mi habitación. —la morena la miro confundida, ¿cómo demonios sabrían dónde está su habitación? — Lo siento, a la derecha la primera puerta. —dijo con una sonrisa, la morena le devolvió el gesto y camino hasta la dirección dada tratando de esquivar a la chica, pero cuando esta se volteó para estirarle el vaso con agua la morena no pudo moverse a tiempo e impacto contra el movimiento de la chica.

— ¡Carajo! —gruño al sentir el agua fría sobre ella.

— ¡Lo siento, lo siento! —Enid corrió lejos de ella y luego regreso a la misma velocidad con un trapo ahora en sus manos, la morena había quedado en el mismo sitio mientras trataba de procesar lo que había pasado, su cabeza volvió en si cuando sintió las manos de la rubia sobre su abdomen, tratando de estrujar el trapo para que este consiga absorber el agua de la camiseta de la chica — Arruiné tu camiseta. —susurra, había arruinado todo, era la único que pasaba en ese momento por su cabeza.

— No la arruinaste, va a secarse y listo. —la morena alza los hombros despreocupada mientras trata de apartar a la chica, el toque ligero de sus manos junto al trapo por su abdomen no la estaban ayudando, le cogió las manos suavemente y le quito el trapo, luego le sonrió, no quería que su acción se viera como grosera — Tranquila. —dijo, y al instante le dio un pequeño escalofrío.

—Quizás tenga algo para prestarte, lo lamento en serio. —Enid realmente se sentía culpable, aunque Merlina no se veía tan disgustada con el accidente.

—Se secará en un rato, no tienes que preocuparte. No me moriré por un poco de agua. —no le molestaba el frio, era otra cosa lo que le incomodaba.

—No seas imbécil, sígueme, te buscaré algo para que no te enfermes. —sin poder negarse empezó a seguir otra vez a la rubia, de nuevo colocándose a unos pasos detrás de ella, y justo como hace unos momentos ahora tampoco pudo quitar la mirada de la espalda baja de la chica, se sentía una mierda por mirarla de esa manera, pero no podía evitarlo.

Cuando llegaron hasta la habitación, Enid camino hasta su guarda ropa, se encismo tanto en ella que prácticamente metió la mitad de su cuerpo en ello, la morena estaba parada en una esquina de la habitación, mirando detenidamente cada una de las paredes, tratando de pensar en cualquier otra cosa, de repente Enid salió del guarda ropa con una camiseta blanca, era lo más neutro que había encontrado en medio de tanta cosa, se la mostro y rio luego de ver la cara disgustada de la morena.

Serotonina Wenclair AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora