Above all (Fanfic TVD - Delena)

Capítulo 7

Nada más amanecer al día siguiente, el equipo del Capitán Salvatore se dirigió hacia el sur de la isla, teniendo que dar un largo rodeo para no ser vistos por el enemigo.

Estaba ya bien avanzada la tarde, cuando Damon, quien iba primero en la formación con Klaus, les indicó con un puño cerrado en alto que se detuviesen. Los soldados tardaron unos segundos en comprender el motivo, una cascada se oía no muy lejos de allí.

Aún sin intercambiar palabras, el Capitán le indicó a Klaus que le acompañase. Ambos retomaron la caminata, dejando atrás a sus compañeros, y se dirigieron hacia la cascada, encontrándose con una gran montaña semi-artificial rodeada de alambradas y decenas de soldados bordeando la zona y custodiando las entradas fuertemente blindadas.

Con el mismo sigilo con el que fueron hacia allí, regresaron para informar a los suyos. Decidieron así separarse en dos grupos: Damon iría con Klaus y Elena a rodear el lugar en busca de una entrada no vigilada o un blanco débil, mientras que Alaric, Finn, Matt y Tyler observaban los movimientos de los soldados enemigos en busca de una organización determinada, un cambio de turnos o algo que les sirviese de ayuda.

Finalmente, Klaus detectó una grieta en un lateral de la montaña por la que se podría entrar.

-Es demasiado estrecho -se quejó el Capitán-. No cabemos por ahí.

-Yo podría -aseguró la Soldado Gilbert.

-No creo que...

-Damon -le interrumpió ella-, puedo hacerlo. Confía en mí.

-Es muy peligroso, no sabemos lo que hay detrás de este muro.

-Solo serán unos minutos, Capitán -indicó Klaus para intentar calmar sus miedos-. Gilbert solo tiene que entrar y desbloquear la puerta trasera. Si actúa rápido, no tiene por qué ser vista.

Damon suspiró derrotado. Ellos tenían razón: era la mejor opción.

-Ten cuidado -le pidió a la chica, más como novio que como superior.

-Por supuesto -le dedicó ella una sonrisa tranquilizadora, para después darle un corto beso en los labios-. Nos vemos en unos minutos.

Sin perder más tiempo, Elena entró por la grieta muy concienciada de su misión. Por su parte, Damon estaba atacado de los nervios, pero mantuvo la compostura delante del Cabo Mikaelson.

Tras unos minutos que le parecieron horas al Capitán, Alaric les informó por radio que la puerta trasera estaba desbloqueada. Rápidamente, Damon y Klaus acudieron a reunirse con su equipo.

El chico Salvatore contuvo las ganas de abrazar a su novia porque no era el lugar apropiado y debía actuar como un Capitán. Así que, tras conformarse con una rápida mirada de reconocimiento y un intercambio de sonrisas, Damon ordenó encaminarse hacia el interior de la montaña en busca de aquello que tan importante era para los enemigos mantener bajo tal protección.

Finn, quien aún estaba algo dolido por su rodilla, se quedó fuera con Tyler y Matt para vigilar la salida, mientras que el resto entró en la montaña.

Como las instalaciones por dentro eran tan grandes, Klaus y Damon fueron hacia la derecha, mientras que Elena y Alaric a la izquierda, quedando en encontrarse fuera en media hora.

Tras varios minutos sin encontrar nada interesante, Elena y Alaric descendieron unas escaleras que daban a una especie de bodega. A simple vista, no parecía haber nada importante allí; pero, al quitar unas enormes sábanas, comprobaron que sus sospechas eran ciertas, en la isla Nihil se estaban fabricando potentes armas nucleares.

-Saca fotos de todo esto –le ordenó Alaric a la Soldado, mientras él miraba a su alrededor pendiente de si oía algo.

Elena estaba terminando de sacar las fotos como prueba, cuando escucharon gritos y disparos provenientes de la planta de arriba del lugar.

-Nos han descubierto –le dijo Alaric a la Soldado en un susurro-. Termina con eso y salgamos de aquí.

Ambos se dirigieron hacia la salida, intercambiando disparos con los soldados que se cruzaron y que descubrieron su posición, y se reunieron fuera con el grupo de Finn.

-¿Dónde están Damon y Klaus? –le preguntó Saltzmann a este al no ver a sus compañeros con ellos.

-Aún no han vuelto –respondió el Sargento Mikaelson con voz seria.

Alaric miró hacia atrás, hacia la entrada de la montaña, con una preocupación claramente reflejada en su rostro.

-Debemos volver dentro –dijo Elena muy decidida a ir en busca de los chicos.

-Es demasiado arriesgado –tuvo que confesar Saltzmann muy a su pesar-. Solo podemos esperar.

-Pues van a tener que darse prisa –intervino Finn-, porque en unos minutos se nos echará el enemigo encima.

-Lo lograrán –dijo Alaric casi en un susurro, más para sí mismo que para el resto-. Estoy seguro.

Estaban apunto de perder las esperanzas, cuando vieron salir dos hombres de la montaña, quienes resultaron ser Damon y Klaus. Antes de que pudiesen acercarse a ellos para ver si estaban bien, los soldados enemigos aparecieron de entre los árboles disparando sin control. El ejército americano respondió al ataque al mismo tiempo que se retiraba lo más rápidamente posible del lugar.

Una vez cruzaron la cascada y tomaron una considerable distancia con respecto a sus atacantes, Damon detuvo sus pasos en seco. Todos se extrañaron de que parase porque los enemigos les estaban pisando los talones, aunque creían haberles despistado. Al girarse hacia él, quien por primera vez iba a la cola de la formación en lugar de al frente, comprendieron el motivo de su parada. Damon había sido alcanzado por varias balas en el pecho y sus heridas sangraban descontroladamente.