Lee Felix es un omega que está acostumbrado a tener siempre una cuchara de oro en la boca, nunca ha hecho nada demasiado arduo y su único deber es ser el rostro artístico de la gran empresa de perfumes que manejaban su hermana y su padre.
Felix no s...
"Perfecto, perfecto. Eres demasiado bueno para ser verdad"
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El matrimonio Bang finalmente cumplía tres años desde su unión, estaban muy emocionados por poder celebrar su aniversario, Felix había pausado sus actividades mientras esperaba el estreno de la película junto a Suho, Chan había decidido pedir una semana libre para pasarla junto a su omega.
Ambos estaban ansiosos, cada uno tenía sus propios planes. Chan planeaba llevar de vacaciones a su lindo esposo mientras que Felix quería darle algo especial a su alfa, algo hecho por él mismo, casero.
Su lobo aullaba con emoción al igual que su humano, el rubio se encontraba acomodando las maletas, el pelinegro le había informado del viaje, se iban en dos días y él estaba un poco nervioso ya que aún no avanzaba en su regalo.
No era bueno en las manualidades, pero había decidido hacer un gorro de lana para su esposo, sabía que esos gorros le solían gustar mucho, por lo que llevaba un par de días aprendiendo a tejer, el día de hoy decidió comenzar su trabajo.
Tomó las agujas luego de dudar un par de minutos, había comprado lana roja, gris, verde, negra y blanca, había optado por un diseño de gorro de lana de ranita que vio en internet al comenzar sus prácticas.
Colocó un poco de música y comenzó a tejer poco a poco, cuidando el proceso, todo con la melodía de Vigilante Shit de Taylor Swift, su cantante favorita.
No quería arruinar el regalo por lo que cada pocos minutos se detenía y revisaba el proceso comparándolo con los videos de internet, cuando ya llevaba la mitad del trabajo escuchó la puerta de la casa ser abierta, sonrió al saber que era su esposo, escondió las cosas y corrió a recibirlo con una sonrisa.
Chan tenía un par de tickets de avión en la mano mientras vestía ropa informal, el día anterior pidió vacaciones por lo que ya no usaba aquellos trajes, había una radiante sonrisa en el rostro del pelinegro.
— Bienvenido, alfa. —pronunció el rubio con voz dulce, su delicioso aroma a nuez moscada y durazno envolvió a Chan con amor y cierta posesión, el alfa ronroneó gustoso mientras sentía el beso de su omega en sus labios.
Ambos se fundieron en un tierno beso que el pelinegro profundizó, sus aromas se mezclaron mientras sus lobos aullaban totalmente enamorados del contrario, soltaron un suspiro al separarse, ambos perdiéndose en los ojos del otro.
— He llegado, omega. —respondió el alfa de cabello negro dándole un fuerte abrazo a Felix, el rubio emitió una risa, al notar los tickets se separó de los brazos de Chan y le interrogó con la mirada.
— ¿Eso es...? —cuestionó, sabía que su alfa quería llevarlo a un viaje, pero no tenía muy claro el destino que tenía pensado su marido.
— Tickets de avión para ir hacia Japón, la última vez que fuimos mencionaste que te había gustado mucho, por lo que pensé que sería bueno ir de nuevo. —El aroma del omega se intensificó a causa de su felicidad, hace medio año aproximadamente Chan y él habían viajado a Japón, a Okinawa, le había gustado mucho por lo que no pudo evitar decirle a su alfa que lo llevara de nuevo en otra ocasión.
