𝔳𝔦. malestar estomacal

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Me encontraba en el patio de la escuela, sentada en el pasto junto a unos arbustos disfrutando de mi almuerzo. Era esto o sentarme sola en una de las mesas del comedor, así que prefería comer acá. Me gustaba la tranquilidad que había a mi alrededor, pues solo unos pocos estudiantes venían al patio a la hora de almuerzo.

También estaba aprovechando de avanzar con mi lectura del libro de biología, aquí podía leer tranquilamente mientras comía. Me sorprendía lo completo que era este libro, pues entregaba información detalladamente junto a unas imágenes complementando los textos.

No pude evitar sonreír, la biología era algo que me encantaba, me fascinaba estudiarla y aprender más de ella cada día, me gustaba mucho.

— Deberías sonreír más seguido — pegué un salto en cuanto lo escuché.

Jungwon me observaba con sus mejillas coloradas, me acababa de dar cuenta que era algo que le solía suceder cuándo interactuábamos, y eso que lo conozco hace apenas unos días.

— Lamento haberte asustado — habló avergonzado, mirando a todas partes menos hacia mí.

— ¿Necesitas algo? — traté de preguntar lo más simpática que podía.

— Ehh, si, digo no, es decir... — cerró los ojos y respiró profundamente — M-me gustaría... almorzar contigo — lo dijo que tan rápido que por poco y no le entiendo.

Tenía que mirarlo hacia arriba, pues él seguía de pie a un lado mío, sostenía en sus manos una bandeja junto a su almuerzo, mirándome en busca de mi respuesta.

¿En serio quería almorzar conmigo?

Otra vez sentí esa sensación rara en mi estómago.

—Tu haz lo que quieras, aunque déjame decirte que por tu bandeja quizás te sea más cómodo en el comedor — respondí, volviendo mi vista hacia el libro.

Yo traía almuerzo desde casa, no me gustaba tener que hacer una inmensa fila para poder comer, así que Eunha felizmente me preparaba la comida y la guardaba dentro de un termo que cabía perfectamente en mi mochila.

Apenas pronuncié esas palabras sentí como se fue sentando a mi lado con cuidado de no botar su comida, cruzando las piernas y apoyando la bandeja en estas.

Decidí no decir nada y seguí con mi lectura.

Sentí como Jungwon carraspeó a mi lado, así que volteé para verlo. Alcé las cejas, indicando que hablara.

— Me alegra que hayas encontrado el libro — lo señaló — Ese día en la biblioteca...

— ¿Fuiste tú, cierto?

Ladeó la cabeza, frunciendo las cejas levemente. Gesto que encontré muy tierno.

Olvidemos que pensé eso.

— Tú me dejaste el libro a la vista — aclaré.

Jungwon pareció entender y bajó la mirada hacia su comida, comiendo una cucharada rápidamente, ocultando su notable sonrojo por el hecho de que me había dado cuenta de que él me había ayudado.

— Sí, es que quise ayudarte, pero parecía que no me ibas a escuchar, así que lo dejé a la vista para ti — confesó cuando terminó de masticar su comida.

— Gracias — musité, manteniendo una expresión neutra mientras terminaba mi almuerzo.

— No tienes que agradecer-

— No solo por el libro, te escuché cuando hablabas con tu amigo y lo convenciste de no mostrar el video — aclaré, raspando lo último de comida que me quedaba.

𝐇𝐈𝐆𝐇 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 | Yang JungwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora