𝔳𝔦𝔦𝔦. ella

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Amor.

Ese sentimiento que te hace sentir mariposas en el estómago y te pone una sonrisa en la cara sin razón aparente. Una de las fuentes más profundas de alegría en la vida humana.

— ¿Te gustaría ser mi amigo? — ella preguntó.

Su mirada provocaba algo en mí que no podía explicar. Sus cejas levemente fruncidas mientras esperaba mi respuesta, su pelo moviéndose de una forma cautivante gracias al poco viento que había, brillando levemente gracias al sol, viéndose aún más suave de lo que ya parecía.

Me quedé estático, sin poder apartar mi mirada de ella.

¿Qué estaba mal conmigo? ¿En serio no podía responder una simple pregunta?

Abrí los ojos sorprendido ante su acto.

Si ya me había quedado embobado viéndola, ahora era peor. Ella se había acercado aún más hacia mí, lo que me hizo tener una vista más cercana de sus ojos y aquellas lindas pestañas.

Mi corazón en este momento latía como loco, no sabía cómo controlarlo. También empecé a sentir cosas en mi estómago, ¿Serán las llamadas mariposas? Me pasaba todo el tiempo que estaba con Hyori.

Desde la primera vez que la vi, había hecho algo en mí que ni yo sabía bien que era.

¿Qué es este sentimiento?

Tuve que retroceder un poco para evitar ponerme rojo como tomate, cosa que solo me pasaba con ella.

— H-hyori.... yo.... — solté estúpidamente. Me abofeteé en mi mente.

— No es necesario que respondas ahora, no es tu obligación aceptar, Jungwon — hizo una sonrisa que pude detectar que era forzada, y se alejó lentamente de mí.

¿Qué? Claro que quería formar una amistad con ella, quería juntarme con ella y conocerla más, Hyori me intrigaba e interesaba de una manera en la que nadie nunca lo había hecho, quería entenderla y saber el porqué de ciertas actitudes suyas, o que trasfondo tenía el video por el que amenazó a todo un curso.

Maldije internamente a mi inútil boca que no podía pronunciar palabra ante su atención en mí. Tenía tantos pensamientos y emociones que todo se mezclaba y no sabía cómo expresarme, no sabía cómo juntar todo y formar una oración coherente en este momento.

— Hyori — logré llamarla inútilmente.

— ¡Nos vemos mañana! — gritó, sin mirar atrás.

Quería llorar de la frustración.

Me mordí el labio mientras trataba de ordenar mis pensamientos y todo esto que estaba sintiendo.

Quería ir detrás de ella, pero de nada servía si no me calmaba. ¿Era posible sentir tanto en tan poco tiempo?

Jamás creí que algún día me sentiría así. Jamás pensé que aquellas historias románticas que me contaba mi abuela y el profundo sentimiento que sentían esos personajes el uno por el otro, llegara hacia mí tan inesperadamente.

¿Amor a primera vista? Bueno, eso explicaría todo. Desde el momento en que llegué atrasado a la escuela y la vi, para después oírla presentarse, no me la podía sacar de la cabeza. ¿Era tan siquiera eso posible?

Era un completo ignorante en el ámbito del amor romántico, pero de lo que sí estaba seguro, es que Hyori provocaba algo completamente fuerte en mí.


𝐇𝐈𝐆𝐇 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 | Yang JungwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora