♤ - mantén tu boca cerrada

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—¿Realmente tenemos que volver?

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—¿Realmente tenemos que volver?

Parecía fácilmente confundirse con un ruego el tono de su voz. Seokjin no podía estar seguro, sin embargo, de que no lo fuera. La sola idea de ir a la mansión más grande del territorio en el que vivía, en donde se encontraba también el señor de los vampiros de su región le hacía temblar de pies a cabeza. Seokjin no recuerda bien las circunstancias, hace cincuenta años atrás, que lo llevaron a esta región a vivir bajo la protección de los Jeon en vez de bajo el mando del vampiro que lo transformó contra su propio deseo por una obsesión injustificada y un odio que no era inusual pero que se volvió tan peligroso como para acabar con su vida de corazón latiente. Él estaba inconsciente, a punto de morir en los brazos de su mejor amigo, quién dejó también atrás todo lo que conocía como vida para poder salvar su trasero y se arriesgó a sanciones que iban desde su cabeza hasta su cuerpo despedazado solo por lograr alejarlo de quienes lo dañaron. Seokjin le debe mucho a Yoongi, y no cree que siquiera tenga la certeza de cuánto exactamente es consciente del sacrificio y se lo agradece, pero el punto es que no recuerda bien que ocurrió, ni tampoco recuerda haber estado a una distancia corta de JeonJungkook, quién parecía ser el poder personificado en todo este lugar, causando escalofríos y miedo incluso en los vampiros más antiguos y más fuertes.

Sin embargo, aunque Jin no recuerda, sabe que debe evitarlo.

Está más seguro fuera de su rango de visión.

Sabe que JeonJungkook lo dejó allí, tirado en un sótano en donde los habían llevado luego del llamado de auxilio de Yoongi a morir como dos prisioneros cobardes sin que a nadie le importe sus cuerpos sin vida. Sabe que no movió un dedo por salvar su existencia, aunque era tan fácil como darle una gota de su sangre, y es que no solo por lo poderoso que es Jeon es que está en el lugar que está, sino porque a diferencia de ellos que fueron humanos alguna vez y que tienen carencias debido a ello, JeonJungkook es un vampiro sangre pura, con todo lo que eso conlleva. Es de la elite de los vampiros, capaces de tener poderes tan impresionantes como jugar con su mente, como hipnotizar y de coerción, pueden controlar vampiros y convertirlos, pueden disponer de todos ellos porque les pertenecen y por si no fuera suficiente los vampiros convertidos por ellos, que comparten un lazo especial de sangre que él no comprende, los Jeon tienen jurisdicción en ellos al igual que todo aquel que posee el apellido y que vive en sus tierras.

Seokjin le pertenece, incluso si se esconde de Jeon por toda su vida.

Yoongi le pertenece, incluso si no tiene una gota de su sangre.

Puede hacer lo que quiera con ellos, incluso dejarlo morir. Es por eso que es mejor que estén fuera de su rango de visión y alcance, porque al menos así están protegidos, porque ahora mismo con su condición, lo que más necesita es eso.

—Si.

Los ojos de Seokjin se elevaron hacia Mingyu, quién a la distancia observaba como Yoongi preparaba sus "remedios" (algo que sonaba hasta estúpido viniendo de un vampiro, pero Seokjin tampoco había sido un humano sano después de todo y era obvio que no sería un vampiro sano, menos privado de la sangre pura de quién lo convirtió, lo que automáticamente lo hacía más débil que el resto) en una esquina de la cocina en una pequeña cabaña perdida de la región Jeon que resultó ser el único lugar remotamente aceptable para dos parias para la sociedad, Yoongi totalmente enfocado en no permitir que Seokjin viviera en un ambiente hostil como el que en la zona más concurrida iba a recibir.

𝓈𝒾𝓇 𝒿𝑒𝑜𝓃 {kookjin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora