3 | Gardens of Babylon

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–Ahora soy bastante partidaria del azul.

–Ahora soy bastante partidaria del azul

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THEN

Fue en los jardines de Babilonia donde Druig y Khaos realmente comenzaron a enamorarse el uno del otro.

Khaos descansaba en el laboratorio de Phastos, relajándose después de un ataque desviado y dejando que Sprite le trenzara el cabello desordenadamente. Ella no se dio cuenta de Druig, quien la observaba en silencio. Phastos estaba trabajando incansablemente en algún nuevo invento cuando Ajak se unió a ellos, después de haber conocido a Arishem.

–Phastos, ¿fuiste a la fiesta de anoche cómo te ordene?– Preguntó Ajak, dándole una mirada de complicidad. De todos ellos, el inventor fue el que menos tiempo pasó fuera de la seguridad y soledad del Domo.

–Psh–, se burló, claramente planeando mentir. –¿La fiesta? Sí. Sí–

–Trabajó toda la noche–, delató Druig al instante, haciendo reír a Khaos.

–Nadie te pregunto– Phastos le dijo bruscamente, sin apreciarlo.

Druig simplemente se rió y a Khaos le encantó la vista. Rara vez se reía, a menudo preocupado por el conflicto del hombre. Entonces, cuando Druig se reía, ella lo apreciaba, absorbiendo su sonrisa despreocupada y la forma en que se arrugaban sus ojos azules.

–Buscate una vida–, le ordenó Ajak a Phastos. –¿Y dónde está Sersi?

–Otra vez tarde–, murmuró Sprite, pasando a la segunda trenza en el cabello de Khaos.

–Perdón, pero tengo algo emocionante que mostrarte, ¿okey? Espero que lo veas–, le dijo Phastos a Ajak. Movió sus manos hasta que la energía cósmica en el centro de la habitación mostró algún tipo de artilugio.

–¿Y qué es?– Ajak le preguntó, sin estar seguro de lo que le estaba presentando.

–Es un motor. Mueve el vapor de alta presión a baja presión. Y podrán labrar sus campos a una increíblemente velocidad–, explicó emocionado.

–Eso los va a espantar–, dijo Sprite al instante, sacudiendo la cabeza. Khaos tuvo que estar de acuerdo, parecía fuera de lugar con el resto de la tecnología primitiva de Babilonia.

–Sólo han tenido la rueda unos mil años, así que–, dijo Druig con sarcasmo.

Phastos no apreció sus comentarios. –Sabes, que tal si intentas esa cosa que haces cuando usas tu mente para controlarlos, y los hicieras evolucionar–

–Ajak, ¿ya oíste lo que dice?–, interrumpió Druig, apoyándose en la pared.

–Phastos–, dijo Ajak pacientemente, –este objeto que me...

–Motor.

–Máquina de vapor, aún no es hora–, les dijo. Entonces Sersi finalmente agradeció su presencia y entró corriendo al laboratorio. –Sersi llegó.

False god | Druig - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora