My safe haven, 𝗟𝘂𝗸𝗮𝘀 𝗨𝗿𝗸𝗶𝗷𝗼. [editando]

Capítulo 17

Los chicos y los policías junto a las ambulancias por si habían heridos estaban dirigiéndose al lugar donde podría encontrarse la chica de ojos cafés.

Un hombre con una sonrisa escalofriante estaba abriendo una puerta mientras hablaba.

—Pequeña y dulce Adara, tú momento a llegado, de verdad me he encariñado contigo por lo buena que has sido pero debo hacerlo... — suspiró —. Prepárate, Vigevani — soltó una risita haciendo que el miedo se empezará adueñar del cuerpo de la recién nombrada.

Por otro lado los policías llegaron junto con las ambulancias. Minutos después llegó la familia de la chica con demasiada esperanza de volver a tener a su linda adoración.

Lukas sonrió con emoción de por fin poder volver a ver a su chica, a su novia, la chica que robo su corazón. Vigevani y él se miraron con una sonrisa para empezar a caminar hacia un señor que les hizo señas para que se acercarán. Ellos se acercaron y el señor dió la orden de quedarse allí pero ellos no hicieron caso y obvio fueron sigilosamente tras ellos.

Por otro lado el señor estaba bajando las escaleras del sótano donde estaba Adara, preparada para atacar a la persona que se le acercará. Cuándo el señor bajo y entro se percató de que algo sucedía ya que no veía a la chica la cuál estaba detrás de él con un palo algo pequeño pero tenían esperanzas de al menos darle tiempo para salir corriendo de allí.

—Linda y preciosa Adarisita — sonrió aquél hombre —, ¿dónde estás? Sabés que no me gusta que te escondas, mejor ven o será mucho peor.

La recién nombrada suspiró y se preparó mentalmente para atacar. Ella golpeó la espalda del hombre haciendo que él caiga y se quejé. Ella aprovecho eso para intentar salir corriendo pero el mayor fue más rápido que ella y la agarró para no dejarla ir.

La menor cayó al suelo. La policía entro al lugar revisando cada rincón de la casa. Fede y Lukas entrando atrás de ellos mientras iban por otro lado, bajando unas escaleras que dirigían a un sótano.

El hombre que atacaba a Adara mostró un cuchillo que tenía en sus manos para después enterrarlo en la menor haciéndola abrir la boca y soltar un quejido. Justo en ese momento llegó Fede y Lukas, viendo la escena sin poder reaccionar ni hacer nada.

Volvió a clavar el cuchillo en su estómago haciéndola sangrar mientras sus ojos dejaban caer unas lágrimas. No podía moverse ni defenderse.

Tres. Cuatro. Cinco veces seguidas el objeto filoso estuvo haciéndola sangrar y quejarse sin poder gritar ni defenderse, no podía hacer nada.

El hermano y el novio de la chica veían la escena sin poder pestañar. Sus ojos empezaban a dejar salir lágrimas, su corazón empezaba a latir rápidamente, sus labios se encontraban entreabiertos mientras sus manos sudaban y temblaba al ver a la persona que más aprecian ser apulada frente a ellos.

El hombre mayor al darse cuenta de que ellos estaban viendo la escena salió corriendo pasando al lado de los dos  chicos. Cuándo subió y salió de su casa se encontró con policías fuera de su casa, lo agarraron.

Por fin Lukas reaccionó t corrió hacia ella para arrodillarse en el suelo y agarrar una de las mejillas de su chica.

—Amor... Cariño, por favor, por favor no me dejes — podía el chico tocando su mejilla —. Estarás bien, ¿sí? Solo mantén los ojos abiertos, no los cierres. Lo estás haciendo bien, solo no cierres los ojos.

Ella cerro los ojos un momento y los volvió abrir dejando caer una lágrima.

—Te amo, Lukas. Siempre lo hice. Ya te conocía desde antes, pero, debía fingir que no porque me vería como una loca enamorada de un chico que tiene a muchas detrás — soltó una risita —. Lamentó no haberte dicho lo mucho que te amo, sabés que me cuesta expresarme.