3. Jealously

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El día de Katherine iba con normalidad, a excepción de que su carrito de lavandería pesaba el doble de lo que usualmente pesaría

Jadeó levemente cansada de empujar el carrito, finalmente llegó al primer domicilio de entrega, una casa grande y lujosa, el jardín era increíble ante los ojos de una pobre alma atrapada como la de Katherine. Caminó con el carrito viendo el jardín en su camino, toco firmemente la puerta dos veces

—¡Lavandería Fregoso!—. Ella dijo suavemente como siempre, para poder entregar las bolsas de ropa recién lavada

Pero entonces la puerta se abrió y Katherine tuvo que levantar la vista para ver la cara de la persona, quedó en shock al ver que el mismo chico que la había salvado días antes en la cafetería estaba frente a ella, Louis Jackson.

—Vaya vaya, ¿A quien tenemos aquí...?—. El chico hablo con una voz suavemente masculina, se recargó en el marco de la puerta y ladeó una sonrisa

Katherine no tardo en sonrojarse, sus mejillas morenas se volvieron rojo carmesí, sin razón alguna se había puesto nerviosa repentinamente, luego recordó que debía ser profesional, este era su trabajo a final de cuentas, forzado, pero lo era

—Y-yo... huh- tra-traigo la ropa...—. Ella realmente lucho para decir eso, hablo torpemente por los nervios y bajo la mirada

—¿Ah si? Adelante...—. Hablo con tanta tranquilidad que era obvio que el había planeado este encuentro, sabía perfectamente que Katherine era la única que entregaba la ropa de la lavandería

Rápidamente se apresuró a sacar los dos pequeños costales de ropa del carrito y se los entregó al joven, se dio la vuelta para irse pero el la tomó levemente del brazo haciendo que ella lo mirara confundida

—Espera, esto es para ti...—. Saco un hermoso broche de perlas color caramelo, incrustaciones de pequeños y sutiles diamantes brillosos reflejaban la luz del día, el tomó el broche y lo coloco en el cabello de Katherine con suavidad

Ella estaba sorprendida, estaba a punto de protestar pero el soltó su brazo, sonrió y cerró la puerta, dejando a Katherine confundida con sus preguntas para sí misma

Sacudió firmemente la cabeza para alejar esos pensamientos de ella y tomó la manija del carrito para continuar con su trabajo, estaba siendo difícil para ella concentrarse después de lo qué pasó

Después de unos minutos se cansó por el peso del carrito, se detuvo en un callejón solitario y observó sospechosamente un bulto de bolsas que casualmente se movían

Frunció el ceño confundida y se acercó, entonces de un golpe sacó las bolsas de tela revelando la razón por la que el carrito pesaba más de lo habitual

—¡AHH!—. Gritó asustada tambaleándose hacia atrás y cayendo al suelo sobre su trasero con un fuerte ruido sordo

—¡Katherine! ¡No es lo que parece! —. Willy salió del carrito de un salto y la ayudó a levantarse

—¿Que estás haciendo aquí? ¡Casi me dejas sin corazón del susto! —. Ella sacudió su ropa y le dio un ligero golpe en el hombro a Willy como regaño

—Bueno es que ayer estaba pensando en un magnífico plan pero tú ya estabas dormida así que me adelanté dos pasitos más...—. Sonrió inocentemente

—¿Y se puede saber cuál es ese plan?—.

—Veras... yo quería vender mi chocolate para presentarlo a todo el mundo y una cosa llego a la otra—.

—Pudiste haberme dicho... Me estoy quedando sin tiempo y me falta ropa por entregar—. Ella parecía estar pensando antes de hablar.—¿Que me darás a cambio de no decirle esto a la señora Fregoso?—

—Mmm... ¿Que te parece más chocolate de nuez? Tú favorito—. Dijo confiado con una sonrisa

—Hecho, nos vemos aquí en dos horas, buena suerte...—. Katherine tomó de nuevo su carrito pero antes de irse se acercó a Willy y le dio un rápido y suave beso en la mejilla, ella rápidamente se avergonzó y antes de que el dijera algo ella ya se había ido, dejando al joven Wonka rojo como un tomate

Horas después Katherine ya había terminado de repartir toda la ropa, iba llegando al lugar donde iba a encontrase con Willy, suspiro nerviosa sin saber por que el no estaba ahí, de pronto se escuchó su voz a lo lejos

—¡Katherine!—. Y ahí estaba, venía corriendo apresuradamente, heridas en su rostro y dos policías detrás de él persiguiéndolo

Los ojos de Katherine se abrieron como platos, se acercó a él dejándolo trepar al carrito, entonces el peso no importaba ahora para ella, miró hacia adelante y comenzó a correr con el carrito arrastrando

Los policías no se detenían pero ella menos, la adrenalina corría por sus venas mientras se acercaban cada vez más a la lavandería. Ella fue más inteligente, no se dirigió directamente a la lavandería, lanzó el carrito con toda su fuerza hacia otro callejón, Willy quedó asustado y confundido

Por otra parte ella corrió con toda su fuerza, vio una reja bloqueando su camino pero con una leve abertura debajo, ella aprovechó esto y se deslizó por debajo dando vuelta en otra calle y finalmente perdiendo a los policías

Ella se recargó en una pared respirando pesadamente y tratando de recuperar el aliento, corrió hacia la lavandería y vio el carrito justo en su lugar donde la ropa cae por un tubo y los guía hacia las habitaciones, ella sonrió levemente y se deslizó por aquel tubo como de costumbre

Sus pies no pudieron siquiera adaptarse cuando Willy ya la había abrazado con fuerza, meciéndola de un lado a otro

—Estas aquí... pensé que moriría —. Willy dijo dramáticamente, ella se detuvo para mirarlo, su nariz y labio sangraban, tenía rasguños en las mejillas y un moretón en la nariz

Ella no dijo nada, tomó firmemente su mano y lo llevó hacia su habitación donde sentó al chico, ella rápidamente sacó algunas cosas de su cajón

—¡Dios mío Willy! ¿Que te paso...?—. Ella se sentó a lado de él y antes de comenzar a curarlo, acunó su cara entre sus manos para verlo, casi como una madre preocupada

—El jefe de policía no le agradan mis creaciones...—. Comenzó con una voz suave y mejillas levemente sonrojadas, ella tomó un paño tibio y comenzó a curar sus heridas y limpiar la sangre

—Dijo que los tres grandes se sentían intimidados traté de razonar con el pero prefirió la fuerza bruta... ¡auch!—. Siseó de dolor por la curación de sus heridas, sus ojos se posaron en el cautivante broche que destacaba en el cabello de Katherine

—Bonito broche...—. El dijo casi en un susurro, estaba triste, celoso, decepcionado, a final de cuentas el había sido escuchado todo.—Es lindo ¿no es así?...—.

—¿Qué?—. Ella ladeó la cabeza confundida aun sin despegar la mirada de sus heridas que estaba curando con cuidado

—Ese chico, nunca me dijiste que tenías novio, vaya suerte...—.

—¿Novio? Claro que no... es solo Louis , un chico que conocí antes, nadie importante...—. La tranquilidad y sinceridad con la que dijo eso hizo que Willy se sintiera más confiado aun que ese toque de celos seguía ahí

Willy no olvidaba una cara nunca, no lo haría hoy tampoco, se acababa de meter en una guerra imaginaria con Louis, o tal vez no tan imaginaria...

COME WITH ME - Willy Wonka & Katherine (FANFIC) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora