La Hija De Snape

Capitulo tres: Feliz cumpleaños

En días como estos la hacen reflexionar sobre a qué Dios, deidad o lo que sea que tenga poder en este mundo, molesto para que la maldigan tan cruelmente.
Realmente le gustaría saber qué hizo para poder pedir perdón y le quiten su maldición, aun con todas sus vidas ella todavía no lo sabe. Aún recuerda su primera vida aunque hay varias partes que poco a poco se van desvaneciendo de sus recuerdos y eso la asusta, hay partes de esa vida que quiere conservar celosamente en su corazón como los rostros de su familia, como era su casa de la infancia entre otras cosas. En esa vida ella había estudiado para ser doctora y fue asesinada a sus 31 años.

Leria siempre ama esa primera vida, a pesar de tener un que otro problema era y mas facil, no habia traumas, no había la incertidumbre del qué pasará en su siguiente vida. junto a la familia que tenía en esa vida, a veces cuando no podía dormir se encuentra pensando en cómo estarán, habrán muerto ya, en ocasiones se cuestiona si su muerte les había traído tanto dolor, habían sido capaces de seguir adelante sin problemas. Ella de nuevo no lo sabe y tal vez nunca lo sepa.

su padre que estaba sentado en su sillón en la sala de estar leyendo el «el profeta» levanta la vista para mirar en la dirección de Leria. -¿Qué estás pensando?- le preguntó con indiferencia.

-Nada- respondió con su mirada fija en la ventana con un tumulto de emociones encerradas en sus ojos. -¿Que hay en el periódico?- preguntó quitando su vista de la ventana para ver a su padre.

-Nada- respondió Severus apartando la mirada de la figura de su hija para volver a ver el periódico. -por cierto, feliz cumpleaños- dijo pasando las páginas del periódico.

-Ah, gracias- dijo Leria quitando sus ojos de la figura de su padre para volver a ver el cielo por la ventana.

Hoy es 4 de julio, el día de su cumpleaños, es por eso que se encuentra tan melancólica y nostálgica, siempre le pasa lo mismo en sus cumpleaños recuerda vidas que pasaron y que ya no volverá a vivir.

Leria tiene muchos arrepentimientos en su alma, pero el más grande es no haber disfrutado plenamente de su primera vida, de disfrutar de su familia y decirle lo mucho que los amaba.

En ocasiones se pregunta porque sigue haciendo esto, fingiendo estar bien y que nada pasa, que es normal, ignorar que ha muerto 16 veces y ha nacido 17 veces y que posiblemente morirá y volverá a renacer para seguir en un bucle sin fin. Se pregunta cuántas veces se seguirá repitiendo este ciclo. Será hasta que ella se rompa y se vuelve loca o hasta que el dios que la castiga se aburra. Hasta entonces seguirá fingiendo ser normal, y seguirá el consejo que le dió un amigo que estuvo en otro lugar, otro tiempo, en otra vida. «disfruta la vida tanto como puedas» y eso hará ignorar lo rota y vacía que se siente en cada reencarnación. Siempre con su máscara en su rostro ocultando los fragmentos detrás de su "normalidad".

-El cielo realmente es hermoso hoy- dice Leria con tanto anhelo que le duele, un anhelo de cosas que pasaron y que no podrá volver a experimentar. -realmente hermoso-

Severus levanta la vista de su periódico y mira por la ventana, observando el cielo gris oscuro que trae posibilidades de lluvia. -Está nublado- dice sin entender como eso sería hermoso, esa vista es realmente deprimente.

-Lo sé, pero es hermoso para mí- dijo Leria sin apartar la vista del cielo, puede que después llueva, pero en este momento con su estado de ánimo actual, es la vista más hermosa que ha visto.

-si tu lo dices- dijo su padre reanudando su lectura, ignorando la extrañeza de su hija.

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