capitulo ocho: 11 y compras.

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Capítulo 8.

Hoy es el día en el que llegará su carta de Hogwarts, también es su cumpleaños, pero eso no le importa ahora. Mentiría si dijera que no está emocionada por recibir su carta, sabe que recibirá una, no solo porque cree en ello sino que cuando tenía 7 tuvo lo que su padre llamó disturbio mágico, lo que da la señal que posee magia en su interior.

A pesar de no estar muy entusiasmada con su cumpleaños sabe que este es importante, hoy cumple 11 años, teniendo la edad para ingresar a Hogwarts como estudiante, paseara por los pasillos ya no como la hija pequeña del temible profesor Snape, si no otra estudiante más, con beneficios pero estudiante al fin y al cabo.

Preparándome para el día que tendrá hoy. mirando por la ventana puede ver el cielo nublado con altas probabilidades de lluvia, con un suspiro vuelve a poner su atención en prepararse para salir.

Una vez lista sale de su habitación, al llegar a la sala de estar pudo ver a su padre sentado en su sillón leyendo el profeta enfrente de él está la mesa de café con algunos regalos. acercándose a ellos pudo ver en las viñetas que algunos eran de estudiante en Hogwarts con los que tuvo una semi-amistad, algunos pertenecen a profesores y colegas de su padre y por supuesto no podía faltar el regalo de los Malfoy, amigos de su padre y el hijo de ellos siendo el ocasional compañero de juegos de ella. Draco y ella se puede decir que se llevan relativamente bien, aunque si pasan mucho tiempo juntos se ponen a pelear como animales.

Cuando su padre la vio examinando sus regalos no pudo evitar poner los ojos en blanco y con un resoplido molesto llamó la atención de Leria. —Bien, ya es tarde y tengo cosas que hacer— dijo él con su característico tono ''dulce'' entregando una carta a su hija Severus se puso de pie y se acomodó la ropa. —para ti, me tomé la molestia de pedirle al director Dumbledore que me entregue tu carta para no perder tiempo— dijo con un dejo de irritación y también con cierto tono expectante como si quisiera ser elogiado por ella.

En respuesta Leria solo pudo parpadear como un búho, extendiendo su mano para tomar la carta y abrirla para leer su contenido. A ojos de ella no dice mucho, solo que le avisan que posee las capacidades para estudiar en Hogwarts y que ''esperan su búho antes del 31 de julio, lo cual es innecesario ya que si su padre tomó su carta de aceptación es probable que ya haya dado su confirmación de que va a asistir. Quitando esa carta toma lo que le interesa a ella y a su impaciente padre, la lista de útiles, no dice mucho solo lo que se espera de una escuela de magia y las cosas para sus clases.

Volviendo su vista hacia su padre e intentando hacer la mejor cara de asombro del mundo exclamó con fingida admiración. —¡Eso es genial padre, eres el mejor! — dando unos pasos más cerca de él y girando a su alrededor como una polilla adulándolo y su padre mostrándose algo (bastante) orgulloso por sus elogios.

—Lo se, lo se. ahora dejemos de perder el tiempo y vayamos por tus cosas. No quiero ir y encontrarme con un callejón lleno de gente— Severus hace una mueca de disgusto ante la mera idea de compartir su precioso espacio personal con sus alumnos o cualquier persona en general.

A pesar que tolera medianamente a los estudiante en Hogwarts, pero eso es por su trabajo. si fuera por él los mantendrá a una milla de distancia como si tuvieran una enfermedad infecciosa o algo así. aunque Leria tampoco puede opinar mucho al respecto ya que ella es igual sino más huraña que su padre. Como dice la profesora Sprout son tal para cual.

Entregando la lista de útiles a su padre, leria se dispuso a caminar hacia el estudio de su padre para usar la red flu solo para detenerse por las palabras de su padre.

—Nos iremos por aparición— soltó sin más como si estuviera hablando del clima, ignorando deliberadamente la mueca de horror en la cara de leria.

—¿Por qué?— dijo con horror, de los varios medios de transporte que tienen los magos, la aparición es la que menos le gusta, no solo por lo incómodo que es ser empujada por un tubo estrecho, sino por las náuseas que causa y Leria odia vomitar. —¿No podemos tomar la red flu?— pregunta con la esperanza de cambiar la opinión de su padre.

La Hija De SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora