Capítulo 2.- No Más Gracias

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Decir que el día sábado fue el más relajante deshaciendome de las cosas que ya no ocuparía o que estaría terminado de empacar las cosas que me llevaría al campamento pero la realidad es todo lo contrario, estaba por entrar en una crisis de panico ...

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Decir que el día sábado fue el más relajante deshaciendome de las cosas que ya no ocuparía o que estaría terminado de empacar las cosas que me llevaría al campamento pero la realidad es todo lo contrario, estaba por entrar en una crisis de panico tras estar hablando con Nerea y me explicará sus planes para no poner a nadie en problemas, espero y lo logremos.

Pero hoy es domingo y salimos dentro de una hora, aun no termino de acomodar mis cosas y lo hago de la forma más rápida lo bueno es que ya tenía listo lo que me llevaría sólo falta ponerlo en la maleta.

―Clary vamos sino quieres llegar tarde ―habla desde afuera de la puerta, Casandra mi linda hermana.

—Ya voy solo me lavo los dientes.

—Mamá y papá te esperan corre.

Y he de suponer que se fue a desayunar, a comparación de Danae Y Fabianna, nuestra relacion es relativamente bien como deben de ser las hermanas con sus altas y bajas. Baje y deje la maleta en la puerta, mis padres me llevarían a la escuela para esperar el autobús que nos llevaría a Zirahuen a pasar el verano.

—Te veo cuando regreses, me traes mi brazalete de todos los años ―se despide mi hermana con un abrazo―. Y tráeme un cuñado ya es tiempo Clara.

—Que clase de consejos le dices a tu hermana Casandra —se queja mi papá dejando de lado su desayuno.

—Bueno amor, Cassy tiene cierta razón en lo que dijo, Clary esta tu desayuno en esa lonchera y vámonos así alcanzamos a despedirte.

—No se como sentirme ante eso ―me queje ante la respuesta de mi mamá.

La cual me ignoro y salio hacia el coche.

―Tranquila hija yo no te voy a presionar y por mi mejor sino tienes hasta dentro de cincuenta años, te veo afuera.

—¿Vas preparado el terreno verdad Cassy?.

—Claro Clary.

—Grabas la reacción de papá cuando se lo presentes.

—Hecho.

Salí después de otro abrazo para dirigirme hasta el auto y ponerme el cinturón, pasamos por Val por el simple motivo que sus padres tenían que salir de viaje, aunque yo pienso que aprovecharán en lo que su hija anda de campamento para una segunda luna de miel. Al llegar bajamos, mi papá me ayudó a bajar mi maleta al igual que la de mi amiga; esperamos hasta que las demás personas que irían llegaran, en si el viaje a Zirahuen dura tres horas y deberíamos de estar llegando como a las nueve, todavía faltaba unos veinte minutos para irnos.

—Tengo sueño —se queja Val recargandose en el auto.

—Vete acostumbrando por que la hora para levantarte en el campamento es a las seis y media.

―¿Es una broma cierto? —pregunta fruciendo levemente el ceño a la vez que se ponía rigida.

―No.

Campamento CasiopeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora