Capítulo 20.- Perdidos

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André

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André...

Si a mi yo de diez año le hubieran contado que estaría en la misma habitación con la chica que se llego su atención no lo creería. Y menos que la beso, durante toda la noche y ahora está dormido junto a ella aunque sea en el piso.

Si todo parece un sueño, pero aun debo de averiguar más sobre estos guardianes porque no creo que solo sea por nosotros hay algo que nos están ocultado.

—Ara ya es tarde —dice entrando a la habitación Nerea—. ¿Qué haces tú aquí?.

Quedo sorprendida al verme ahí y claro quien no lo haría, si se supone que no le caigo.

—Cosas pasaron anoche.

—Mira André esto no es un juego, ¿que haces en la habitación de Ara?.

—Cuando ella despierte les dirá.

—¿Acaso la emborrachaste y aprovecharte eso? —preguntó molesta.

Creo que es capaz de golpearme sino hablo y Ara no me ayuda si sigue fingiendo dormir.

—Yo nunca haría ni una ni la otra, respeto a Clara.

—Entonces explícame, ¿que haces aquí?.

—Canek es él culpable de todo.

—Por André, no puedes culpar a un guardián —dice arrugado su entrecejo.

—Eda te lo puede confirmar y si Ara dejara de fingir que esta dormida también lo haría.

—¿Pero que dices?, ella esta dormida.

—No es así, su respiración es normal a diferencia que cuando está dormida.

—Me explicas esto Clara Valdés o te juro que llamo a Isaí —amenaza logrando que se levante casi pisando mi mano con su pie.

Mi torpe y muy linda Ara.

—Todo es culpa de Canek.

—Es lo mismo que el dice pero aun no me dicen el porqué.

—Uso la manipulación con ella para que lo besara —digo levantándome y vaya que si me duele la espalda—. Yo solo la traje hasta aquí.

Mientras me estiraba ninguna de ellas me respondía solo me miraban con los ojos muy abiertos aunque en Ara sus mejillas estaban un poco rojas puede que se esté resfriado.

—¿Por qué no traes playera? —cuestiona Nerea exaltada.

Carajo.

—Yo acostumbro a dormir así —respondo rascándose la nuca nervioso.

—Puedes dejar de verlo.

—El que anda de exhibicionista.

—Nere por favor.

Campamento CasiopeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora