4. “Planes Macabros”.
Parte I.Después de todo el meollo con Pierre y su gente respirandome en la nuca, ya es hora de moverme y enfocarme en lo que me ha traído hasta acá.
El siguiente paso es volver a Francia para enfrentar a todos los cárteles y cabecillas que quieran el territorio del difunto francés. Puede que sea una locura volver, pero, nunca dije que he estado cuerda.
Sé a lo que me enfrento, sé lo que puede pasar, pero también sé que soy demasiado inteligente y metódica.
Viajaré a Francia, bajo otro nombre, otro estilo y entraré justo en la boca del lobo, uno de los bares de Pierre el “Princesse” este bar no solo es fachada si no que también es el principal centro de operaciones, por lo qué, debo ser mil veces más ágil, astuta y precavida.
El dinero es la llave para todo en el Universo.
Gracias a qué robé cada una de las cuentas bancarias, cada caja fuerte y cada joya que encontré en mi camino en los años que estuve con Pierre, ahora puedo hacer y deshacer a mi antojo.
Confieso que los primeros años era una gatita asustada que buscaba el consuelo de su amo, pero luego, empezaron los entrenamientos y las clases, empezó a nacer una nueva yo en aquel momento.
Según mi mentor, si iba a estar a su lado no solo debía ser hermosa (sí, la típica mujer florero) también debía ser útil, aprendí sobre armas, drogas, defensa personal... Y más. Al estar a su lado tanto tiempo aprendí de sus estrategias, hacerme la tonta en sus reuniones donde él solo me exhibía me trajo hasta acá.
Cuando empecé a entender la forma en la que se manejaba mi mente y mi abaricia me controlaron por completo, en cada oportunidad que tenía sacaba copias desde llaves, planos, expedientes, archivos de clientes, agendas de contactos, croquis de rutas, papeles de propiedades y todo lo que creyera útil a futuro.
Nada fácil, pero posible.
Aún recuerdo la primera vez que disparé un arma.
***
— Concéntrate.—la voz de Pierre se escucha justo en mi oído mientras sus brazos me rodean. — Eso intento, pero no es fácil nunca había tenido un arma.
— Claro que es fácil si te concentras—. No le respondo y fijo la mirada en el objetivo, repaso todo lo que me explicó minutos atrás.
Cargar el arma.
Quitar el seguro.
Estabilizar tú cuerpo.
Fijar el objetivo.
Estabilizar las muñecas y el pulso.
Disparar.
Fallo de la manera más ridícula, le he dado a una viga que se ubica más o menos a medio metro del objetivo a su lado derecho.
— ¡De nuevo!— Grita Pierre a unos pocos pasos de mí —No saldremos de aquí hasta que no le des a ese puto objetivo.
***
Ese era Pierre. Si era tu maestro nunca te dejaría salir del lugar hasta que lograras completar cada cosa que te enseñará, y no a medias, exigía perfección.
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A Sangre Fría
Fiction généraleSinopsis. Tener mis propósitos claros era algo coherente para mí, un mandamiento. Qué no debía romperse. Sí, "no debía" Pero unos malditos ojos azules, tan fríos como el hielo, han sido mi perdición. Soy Amelia Duet, no se dónde nací, pero fui a...