Capítulo 2

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Braelyn

Me despierto gracias a los gritos que están causando mis padres en la planta baja, pero decido no levantarme todavía, reviso mi teléfono y veo que son las 10 de la mañana, por lo que los Blake tendrían que haber venido hace ya unas cuantas horas atrás.

El sueño, más toda la presión y tensión del ambiente me hizo caer totalmente rendida en un profundo sueño.

Me levanto para ir a darme una ducha, llego al baño y me quito la ropa y enciendo la ducha, siento como rápidamente el agua fría golpea mis músculos tensionados.

Al terminar salgo de la ducha y decido ponerme una blusa blanca de tirantes y un shorts, junto con mis calcetines y unas pantuflas.

Decido llamar a mis amigos, y despejar mi mente un rato con las locuras que tengan que decirme.

─Hola chicos, ¿Cómo amanecieron? ─pregunto con un poco de entusiasmo.

─Bien, un poco cansado después de una noche muy movida en el bar, pero al fin es domingo ─dice Iker con cansancio.

Sonrío con tristeza, mis amigos no son personas con dinero como yo, sus familias son pobres, pero muy responsables, bueno eso por el lado de Dani, ella tiene una familia muy unida y amorosa que apoya a su alocada hija y bueno por el lado de Iker la cosa es muy distinta, su padre un borracho sin oficio ni beneficio y su mamá los abandono cuando él era un niño.

Iker ha tenido que andar de trabajo en trabajo, para poder mantenerse y mantener al vago de su padre, gracias a que mi amigo es un cerebrito logró conseguir una beca que lo ayuda a seguir con sus estudios, estoy segura que después de que nos graduemos él será un grandioso maestro, aunque espero que esos niños no se den cuenta todo lo que hacemos los tres un fin de semana loco.

Mi amiga Dani será una gran fotógrafa, siempre ha sido su sueño montar su propio estudio fotográfico, y estoy segura que lo alcanzará.

─En otras noticias la persona que iba a llevar al baile de graduación no va a poder acompañarme ─comenta mi amiga.

─Pues tendrás que pagarnos a Braelyn y a mí ─ dice Iker con una sonrisa ─, ya sabes hicimos una apuesta y solo falta un mes para el baile, no creo que alguien más quiera ir contigo ─ dice burlón.

─Dani, pero si la idea fue tuya que pasó, terminaste asustan al chico que iba a ir contigo ─digo siguiéndole la corriente a Iker.

─ ¡NO!, es que me enteré de que él chico le sigue rogando a su ex, para que regresen ─ dice en un susurro ─ y eso a mí no me gusta, no estoy para andar con tipos que no superan a la ex, ya sabes traumados conmigo no ─ expone segura mi amiga.

Iker y yo solo soltamos a reír por las cosas que le suceden a Dani, seguimos hablando por un rato más, hasta que tocan la puerta y entra lidia con una bandeja llena de comida.

─ Señorita, el joven Alan me dijo que le subiera el almuerzo, se lo preparó el señor Damián ─ dice Lidia con una sonrisa ─, me retiro espero que le guste, su comida ─ agrega y se retira.

─Que bonito que alguien se preocupe por uno ─comenta Iker con una pequeña sonrisa ─ me siento más tranquilo al saber que en esa casa si hay personas que te quieren ─ agrega.

─Muy bonito todo, pero no me han dicho con quién irán ustedes al baile ─ dice Dani ─ díganme de una vez, si no también tendrán que pagar la apuesta ─dice musitó.

─Yo he invitado a una chica que es mi compañera de trabajo, se llama Samantha ─dice con sus ojos un poco brillosos ─ nunca especificaron que lleváramos novia o novio ─justifica.

Destinos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora