Disasterology

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Caí de rodillas, tomé mi veneno, mejor conocido como Vodka, y luego me fui a la mierda, pensando en como empezó todo...

—Ahora déjame decirte algo.—dije con odio a mi ex—Tengo una muy buena vida, tengo un millón de tipos de diversión.—Aunque la mitad de eso, es cuando cierro mis ojos y sueño que soy tu único. Pensé. Nadie sabe que en mis sueños, en mi imaginación, solo está ella.

—Si tu vienes está noche, podremos retroceder el tiempo, dormir en el techo, bajo la luz negra de la noche, como en los viejos tiempos.—dijo con un tono de demasiada súplica para mi gusto.

—Durante la nuestro, tuve un millón de chicas—mentira—que se ocultaban bajo mi cama, y aún así ellas eras buenas conmigo, tu nunca lo fuiste.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, dio media vuelta y se fue, la amo, pero mi orgullo es mayor.

—Que desperdicio de muñeca en perfecto estado y limpia.—dije pensando mientas miraba mi muñeca, tal vez si sentía dolor físico, el interno se notaría menos.

No sé como pero en la noche fui a su casa, estaba parado frente a la puerta pensando en sí debía tocar o no, de pronto oí unos gritos, era ella, la puerta estaba cerrada con llave, así que no pude entrar, decidí llamar a la policía, cuando finalicé la llamada, un tipo salió de la casa corriendo con un maletín, los gritos de mi amada no sesearon hasta que llegó la policía.

Ella estaba tendida sobre la blanca alfombra de su living, la cual ahora estaba teñida de rojo, sangre que extrañamente provenía de su vagina, apenas la vi llamé a una ambulancia.

La espera a ver que decía el doctor era interminable, los nervios y la angustia me tenían dominado completamente, pero mi ser completo se detubo al oír las palabras del doctor.

—Está estable, vivirá, lo que ella estaba haciendo ilegalmente, fue un aborto.

Corrí hacía su habitación y con toda la ira le grité:

—Si esto era el fin del mundo, tu y yo debimos gastar el resto de nuestras vidas enamorados!!

Varías semanas pasaron después de eso, en este momento me encuentro con ella, frente a una pequeña lápida en un cementerio.

—Podemos crear algo hermoso y luego destruirlo?—Pregunté observando su lápida, ella rompió en llanto y se largó de ahí.

Ahora también sueño con ella, pero no precisamente mi ex, si no con ni hija, iba a hacer una hermosa y pequeña niña.

Nadie sabe cuanto sueño con ella, ahora está en mi imaginación, en ese instante saqué de mi bolsillo una cantidad exorbitante de anfetaminas de mi bolsillo, y las tragué con el Vodka, y me recosté sobre la tumba de mi hija.

—Ahora podré soñar contigo para siempre.—poco a poco fui cerrando mis ojos y soñé, para siempre.

Detrás de las letras de Pierce The VeilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora