Piernas rotas; prologo

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» Prologo.

Había una neblina inmensa, la nieve caía sin precedentes, llenando y amontonados en el bosque al sur de ese país. El sonido de una explosión se escucho a lo lejos ente el bosque, era una detonación muy fuerte.

La nieve manchada de un color carmesí intenso; era prueba de, cierto, accidente. Los cuerpos de militares manchados con un líquido que fluía de ellos mismos, era horrible, terrible el escenario parecía sacado de una película de tragedias...

Marco uno de los cadetes a bordo de aquella tripulación que había mandado Price..., estaba entre toda esa nieve qué lo cubría hasta su torso. Sus piernas dolían horriblemente, con un moviendo algo brusco qué le hizo sacar un quejido, miro sus piernas quedando horrorizado, parte de sus tibias sobre salían.

Quiso grita, pedir ayuda...ayuda... Pero no podía ni siquiera se podía ocurrir eso, estaba en territorio extranjero y sus compañeros estaban muertos; quería llorar, pero eso no valdría la pena si ni siquiera los conocía, a parte de que esta 'perdido', 'solo', 'sin nadie'.

Miro hacia el horizonte observando a sus camaradas muertas entre la nieve que seguía a causa de la tormenta que había en la zona. Quería que un oso o algo lo devorase y/o lo matara, algún ruso que trabajase con el enemigo. Mientras miraba con la mente en blanco, la nada, iba lamentándose por no haber escuchado a su madre que le decía "no es necesario que seas un militar, no le hagas caso a tu padre"... La extrañaba, mucho, anhelando volver a casa y abrazarla todos los días que pudiera.

Sin más se recostó en la nieve mirando el cielo nublando del cual venían copos uno tras otro...Casa, el no sabía que era eso, kforce era una base militar no una casa ni mucho menos un hogar, no tenía amigos ahí solo compañeros de trabajo, al único que podría decir que era su único apoyo era Soap... El no lo juzgaba por tener un diferente gusto de comida, dé vestir; comportamiento

El solo quería tener una vida normal y sin peligro... Las pisadas de dos hombres bastantes altos, contra la nieve, era lo que podía escuchar; eran pisadas pesadas y parecidas a las de unas botas... Levanto su mirada encontrándose a su general, quien lo estaba cargando, a lado de este está su teniente.... ¡Rayos!, ellos estaban ayudándolo, el creía que estaba solo en territorio extranjero, pero era todo lo contrario. 

— G-general... Lamento ser una carga, mi estado no es de utilidad... — el chico resabio inmediatamente toda la atención de sus superiores, quienes lo miraron. Parecía que esos dos hombres estaban viéndolo, hasta su alma. 

El austriaco paro su caminata, junto con la del británico... — Gum... No, no digas eso...— miro al que se encantaba en sus manos, a través de la máscara, aunque no se notase; lo que había oído, lo hizo fruncir el ceño. 

— Cállate König, Gum deja de decir bobadas... Estamos vivos los tres y eso es lo que importa. —el austriaco iba responderle a Ghost, pero se detuvo al ver y sentir que el de cabellos azabache, se estaba moviendo entre sus brazos. 

Un grito, hizo detener a Simon que volteo y se encontró con König, sentado en la nieve y a un azabache queriendo no ser agarrado por el de mayor estatura... — Que carajos... ¿Qué mierda hacen el suelo? — se agachó viendo como König tocaba, acariciaba las piernas del más bajo, entre el pantalón. 

— Marco tienes que quedarte quieto te vas a lastimar más las piernas — hablo con suavidad König, agarrando de los dos brazos al nombrado, qué con ayuda de Ghost logró sentarlo en la nieve... 

Sus piernas estaba rotas, dislocada... Ghost, con cuidado desabrocho el cinturón de Gum, quitando partes donde estaban las municiones; para finalmente agarrarlo del suelo para que könig lo llevara, de forma nupcial. 

Los dos hombres caminaron por casi dos horas, buscando un lugar abandonado, allí lo encontraron; era una cabaña, pequeña... Hace unos cuantos meses la debieron abandonarla... Ghost se encargo de analizar la cabaña y limpiarla, König fue a buscar troncos como leña para una chimenea qué había, mientras que Gum simplemente estaba acostado en un sillón algo polvoriento por el momento. 

Quiso ayudar pero no podía hacer si el se levantaba, Ghost lo terminaría matando por desobedecer su orden, así que solo se dedico a mirar el techo hasta que König regresara, para revisar sus piernas; no obstante estaba aburrido... Su teniente era muy estricto aun estando con uno de sus cadetes herido.

Por ratos miraba a Ghost que estaba barriendo con una escoba que había encontrado junto a una herramientas y un radio que estaba bastante deteriorado... — Ghost ¡teniente! lo siento... Pero podría ayudarme necesito el baño...— con nerviosismo espero la repuesta de su superior que lo miro por un par de segundos antes de dejar la escoba de lado y ir con el cadete que estaba muy avergonzado.

— Tendrás que esperar a  König, con esas piernas ni barrer puedes... — respondió el de la mascara agachándose  a la estatura de aquel azabache, que se sintió odiado por su teniente al escucharlo hablar con seriedad.

De pronto la puerta de la entrada fue abierta y un König apareció, con los brazos llenos de leña y con la mascara algo rota, soltó un suspiro al ver a Marco bien.. Se acerco a este tieniendo una amplia sonrisa aunque no se le viese por su mascara.

— Gum ¿Qué tienes?...¿estas bien?— aparto a Ghost de el azabache que se sorprendió, al ver como su general le agarraba de la muñeca sin hacerle daño. Ghost con algo de pereza fue a recoger la leña que su compañero había dejado caer, al entrar y ir directamente hacia Gum.

König le ayudo a sentar en el filo del sillón algo desgastado, con suavidad fue quitandole el chaleco hasta dejarlo con su camisa manga corta de color negra, le quito los pantalones... Por dentro könig quería tocar, ver y escuchar todo lo que Marco le podía dar; aunque no se viese por fuera, tenía una sonrisa amplia con una mirada deun poco de lujuria. 

— Ghost me podrías traer dos palos, también dos trapos —. El británico se acerco con las cosas en sus manos, viendo con detalle a Marco que solo tenía un bóxer. Algo en el explotó y necesitaba tener el cuerpo de su cadete entre su entrepierna... 

Al pasar las horas Ghost había hecho sopa de gisantes, que encontró en un anaquel, poniéndolos a hervir en una olla con algo de agua y sal que milagrosamente hayo en un pequeño estante donde habían algunas cajas de cereal integral caducado. 

König logró hacer que haga fuego ayudando a cocinar en la estufa a Ghost. Marco estaba algo deprimido, no pudo hacer nada para quedar bien frente a sus superiores que hacían todo, mientras que el estaba recostado... 

La noche cayó y debían dormir, el austriaco dijo que debían dormir en la cama que había, el británico se negó casi de inmediato y señaló que el durmiera en la cama;  e que el iba a dormir en el suelo... Estaban discutiendo ambos militares de alto rango, Marco quiso que no se pelearán más, con algo de miedo se recostó en el suelo dirigiéndose a la chimenea en completo silencio, agarro la escoba qué se encontraba a lado de esta; con algo de cansancio y dolor se aferro al palo de escoba y con una mano en una pared. 

— Ya cállense vamos a dormir, es tarde y hace mucho frío —. Todo quedo en un silencio bastante largo... 

Holis tenemos nueva historia y como no de male reader, por favor si tienes alguna idea de un personaje al cual no hayan o no hay muchas historias de ese personaje yo tratare de hacer una historia para el agrado de todos. 

Gracias por la idea: @Urizen_Cavaliere7

De su libro: 27 Días(Ghost x Soap COD) 

Piernas rotas | Ghost & Köng(male! Reader) Pausada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora