Piernas rotas | Ghost & Köng(male! Reader) Pausada*

Ca2

» Cuando el pánico se presenta.

La neblina causada por el frío de la noche en Rusia, así que cualquiera que se le ocúrrase manejar tuviera un accidente, por la nieve y neblina espesa. könig se había levantado de la cama, en realidad no podía dormir, se sentía cansado agota y algo desesperado por no poder comunicarse con su base; el anhelaba volver para que, pues ya se había acostumbrado a lo difícil que implicaba ser un militar... Camino por la madera que rechinaba, hasta la cocina, deseando tener un encendedor o una vela; casi se tropieza por que no podía distinguir entre las paredes, objetos y sitios.

- Carajo... - gruñó al haberse golpeado con una puerta, al entrar se fijo por la ventana que el clima estaba empeorando... Con cansancio se sirvió agua en un vaso, aunque sea de una botella, no podía quejarse de nada; sus nervios disminuyeron un poco, después de ese vaso.

Escucho el rechinar de las tablas de madera, eso alertó al austriaco qué se asomo por la puerta, ya acostumbrado a la tenue luz que producía la chimenea... Encontrándose con Marco que se estaba arrastrando, hacía a donde el estaba, könig siguió mirando con algo de intriga hasta cuando ya lo tenía a la par, lo agarro de la cintura];tapando su boca. El azabache se asustó, estaba muerto no podía gritar, tenía pocas fuerzas y estaba siendo sometido...

- Marco tranquilo... - susurro cerca del oído del nombrado, que se calmo al escuchar la voz del austriaco y no de su asesino como el pensaba, - ¿Por que te arrastraba, hacía acá? ¿Te molesta el vendaje? O ¿No puedes dormir? - el español solo se negó a todo con la cabeza.

- No, no... Simplemente tuve un mal sueño - rio suavemente, el austriaco lo alzó un poco llevándolo a la encimera para que estuviera cómodo, y le llevo un vaso de agua - ¡oh! Gracias... - tomo el agua, no había tomado agua desde hace ayer...

Hablaron por un rato, charlando de temas aleatorios... Cuando el azabache bostezo, könig lo cargo en su espalda , llevándolo a la sala para acostarlo en el sofá; y se fue a la cocina nuevamente. Donde se recostó en la encimera, pensando en como casi violaba a su propio cadete por su instinto de placer al sentirlo contra su cuerpo, sonrojándose al recordar en como estaban...

- Maldita sea... Como me puedes tener tan mal, en tan puto poco tiempo... - miro su entrepierna fijándose en un bulto qué sobre salía, se coloco una mano en su cabeza frotando su entre cejas, simplemente hizo sus manualidades intentando no soltar quejidos ni gemidos...

El sol estaba saliendo cuando könig decidió ir a dormir nuevamente pero no pudo reconciliar el sueño y simplemente dormiría mas tarde... El británico despertó y vio que el austriaco ya se había levantado, con pereza se levantó sentándose en la orilla de el colchón.

— Qué carajos könig... Acaso no dormiste — camina hacia el austriaco qué estaba sentado el suelo cabeceando — debes de dormir... —, observó como el hombre solo dormía tranquilamente. Lo arropo con una manta y fue a tirarle más leña a la chimenea...

— Buenos días teniente Ghost — hablo el azabache, con tono suave y adormilado, el receptor solo suspiro alzando levemente su mano... Llendo a la cocina, encontrando un desastre, los anaqueles estaba abiertos y los cajones también; había vidrio en el suelo.

Barrio el vidrio, recogiendo y botándolo a una funda, ordenó los anaqueles e cajones... Después de un rato limpiando y ordenando comenzó a preparar un desayuno, unto pan con mermelada qué había, miro la estufa. Desconfiado y algo esperanzado, trajo leña para ponerla y comenzar a hacer fuego, si había funcionado su idea estaba emociona ciertamente; continuo haciendo el café con un poco de azúcar. ¡Demonios! no podía quejarse habían tenido una suerte, aunque esa suerte puede que se vaya...