Cuatro Amigos, Dos Amores ~ FaNfIC

10

— Ja... ¿Que no esta bien? Simplemente te dije, escuchaste mal... - Dijo algo enojada.
— Está bien, no tocaré más el tema, si es lo que quieres... - Suspiro y miró a otro lado. El entorno entre los dos chicos se hizo incómodo, el silencio lo hacía cada vez peor... Iban llegando al centro comercial y el pelirrojo rompió el silencio. — ¿Quieres ir por un helado?
— ¿Helado? ¿Tan temprano? Yo prefiero recorrer el centro comercial, intentar hablar, el silencio es incomodo...
— Vaya.. No sabía que eras una "chica fitness". - El pelirrojo río y su compañera lo miro algo furioso, sus chistes rancios la enojaban.
— Vaya... No sabia que eras un comediante... - Devolvió el "chiste".
— Ja ¿ofendida? Increíble...
— Mhm... Bueno, el centro comercial es chévere, escuche que a las 2pm abra una función en el piso n°1.
— ¿La quieres ir a ver?
— Está bien... - Volvieron al silencio incómodo de siempre, daban vueltas y sacaban uno que otro comentario, pero, estos no llegaban a algún lado. — Lo más genial de los centros comerciales, son las tiendas de todo a un dólar o cosas así por el estilo.
— No están mal, tienen cosas funcionales.
— Y justo aquí hay una...
— ¿Quieres ir?
— Vamos, quizás podremos comprar jugos o algo por el estilo.
— Me apetece la idea. - Los dos chicos entraron a esas tiendas de todo a un dólar, por lo general, en estas tiendas hay muchas señoras buscando vasos económicos, gente comprando "chatarra" o adolescentes burlándose de los juguetes copia de una "Barbie" o un "Hot Weels", estos dos eran como esos adolescentes, se cruzaron a la sección de juguetes, Rojo agarro una pistola de plástico con balines. — Recuerdo que para navidad, en el orfanato, nos regalaban de estos juguetes, los daba el gobierno o gente que da caridad.
— Mmm, entiendo ¿fue tu infancia en resumidas cuentas?
— ¡Ja! Con Estropajo nos agarrábamos con eso, en aquellas épocas a nadie le importaba si los balines nos dejaban moretones en los brazos o en el pecho, algunos arriesgados, en la cabeza, era nuestro problema.
— ¿El orfanato nunca les puso atención?
— Lo único que les importaba era que no nos escapáramos. - Fox decía eso riéndose, era como "mis traumas, mis chistes", Chica lo miraba algo... Extrañada.
— No importa, deja eso ahí... - Suspiro Chica, Fox fue obediente y dejo el juguete donde correspondía, terminaron en la sección de cosas de limpieza, ahí habían una velas aromatizadas, Chica agarro una de ellas y la olió. — Mmm, huele a vainilla... - Fox agarro otra, cuando la olió, la tiro al piso.
— ¡Ew, que puto asco! - Grito Fox.
— ¡Fox, la pudiste romper!
— ¿Y? No es tan costosa.
— Igual, sigue siendo dinero. - Chica suspiro de la rabia.
— Ay~... Que linda te ves enojada.~ - Fox termino de decir de forma de coqueteo.
— Idiota... - Chica agarro la vela del suelo y la olió. — Ew... Bueno, si huele un poquito mal.
— ¿Poquito? ¡Huele pésimo! - Chica escuchó el berrinche de Fox, está sonrió, le parecía tierno.. Pasaron unos cuantos minutos para después que la "parejita" estuvieran en la caja registradora pagando un paquete de papas y dos sodas, el tiempo se fue volando, dieron unas cuantas vueltas al centro comercial y todo súper, como fue dicho anteriormente, el tiempo se pasó volando y terminaron siendo las 1:45pm, en ningún momento ellos dos prendieron los teléfonos si quiera para ver la hora, cuando el pelirrojo lo hizo, quedo perplejo.
— Fox ¿quieres ir ya por los helados? - Pregunto su compañera, cuando lo vio sorprendido decidió mirar su teléfono, al mirar la hora soltó un grito. — ¡¿1:45pm, en que momento!?
— Uf... El tiempo se nos pasó volando. - Fox sonrió. — Hagamos algo, tu vas yendo donde es la función y yo voy por helados ¿te parece?
— ¡Claro! - Esta devolvió la sonrisa, Fox se sonrojó un poco.
— ¿De cual helado quieres?
— Mora.
— Ok, ya nos vemos. - Los dos separaron sus caminos, una estaba reservándole su asiento a su compañero y el otro estaba desesperado porque ya casi eran las 2pm y había mucha cola, después le tocó a él, ordenó apurado y entregó el dinero rápido, con suerte recogió el vuelto, fue corriendo desde la heladería hasta aquel lugar, donde vio a Chica, esperándolo. — ¡Uf! Había una cola, increíble... - Este solo río nervioso.
— ¿De que pediste el tuyo?
— Maracuyá.
— Mmm... No está mal. - Soltó una risa nerviosa, el espectáculo estaba a nada de empezar ellos comían de sus helados felices y contentos de repente, a Chica le llegó una llamada misteriosa.

(...)

Hola chicos¡! Soy Nucitawatts, prometí actualizar hace dos días pero por cuestiones personales, no tuve tiempo ni siquiera de avisarles, lo siento, cuando saqué el capítulo 11 avisaré por el foro, estén pendientes.