capitulo 5:

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Después de que me dieran el alta del doctor, Adam me había informado que mis padres habían salido puesto que iban a conseguir algunas cosas para que yo y el bebé estuviéramos comodos pero Adam seguía insistiendo en que me mudara a la casa de él para que no estuviera incomoda y dejara de pensar que solo molestaba. La verdad si me gustaba la idea ya que la mayor parte del tiempo estaría sola ya que él estaría prestando sus servicios pero lo que me desanimaba es que él vivía en cuernavaca y pues la verdad es que no era mucho mi entusiasmo ya que aunque quisiera irme para ya no tener que ver a Jacques ni a su nueva novia pues no quería que mis papás estuvieran lejos de su nieto y no lo pudieran ver tan seguido.
Adam: te prometo que todo estará bien y no tendrás que pagar nada
Vania: pero entiende que no me gustaría estar sola ahí y que mis padres estén lejos de su nieto
Adam: ellos pueden venir con nosotros por un tiempo para cuidarte durante el embarazo y ayudarte con las cosas de la casa
Estaba a punto de negarme pero tuve una idea maliciosa, Adam se creía mucho porque según él mis papás lo amaban y que siempre que les pedía algo ellos no se rehusaran pero si les pedía que lo dejarán quedarse conmigo durante todas sus vacaciones y después pedirles que me dejarán mudarme con el a cuernavaca pero que a la vez ellos también fueran para que me cuidarán y ellos se rehusaban ya con esto se iba a comprobar que eso era falso y que no era el favorito como el decía ser.
Vania: okey… entonces si logras convencer a mis padres de que vayan con nosotros para que cuiden de mi en lo que me alivió aceptaré ir contigo
Adam: y ¿qué más me darás?
Vania: lo que quieras -dije segura-
Adam: si logro que tus papás acepten irnos para cuernavaca te casarás conmigo
Iba a responder pero de la sorpresa se me atoró la saliva en la garganta y no pude evitar comenzar a toser.
Adam: hey tranquila jajajaja
Vania: ¿Por qué dices cosas así? -no sabía si estar nerviosa o sentirme… ¿bien?-
Adam: porque es lo que quiero -hizo una pequeña pausa- quiero casarme contigo
Antes de poder reaccionar me di cuenta que habíamos llegado a la casa de mis padres la cual me gustaba mucho puesto a que era una casa de dos pisos que simulaba ser de madera color blanca, tenía unas hermosas tejas de color cafés que hacía que los colores de la casa resaltara más. Una vez que ambos nos desabrochamos los cinturones de seguridad, bajamos de la camioneta mi mirada de inmediato se poso en el balcón que había en aquella casa.
<<Mi cuarto>>
Una oleada de nostalgia se había apoderado de mi ya que al estar en aquella casa vieja la cual no lucía descuidada en la que había vivido 23 de mis 25 años que llevo de vida me hacía sentirme como una niña pequeña en su lugar seguro y el estar ahí con Adam lo hacía más especial puesto a que habíamos crecido juntos en esta casa ya que tanto su mamá como su papá de Adam trabajaban mucho, la señora Cecilia mamá de Adam si no mal recuerdo trabajaba mucho ya que era dueña de una importante cadena de hoteles que había por toda la Ciudad de México y diario se encargaba de administrar cada uno de ellos para asegurarse de que permanecían en un buen estado por otro lado Aaron su padre era un abogado muy bueno y talentoso en su trabajo pero el se había ido por un año y medio a estudiar su maestría y doctorado en España ya que él a pesar de ser bueno quería estar bien preparado para que nadie fuera a dudar de su talento y tuviera más casos de los que ya tenía. Por eso Adam estaba casi siempre en nuestra casa, ya que las niñeras a menudo renunciaban porque Adam era un niño "difícil" aunque yo no creo que fuera así o tal vez se comportaba diferente con nosotros porque se sentía parte de la familia.
Una vez que abrí el portón con mis llaves y que Adam metiera la camioneta al garage mi mirada se dirigió al enorme jardín que había antes de llegar a la entrada principal separados justo a la mitad por un camino con piedras decorativas fijas en el piso. Al observar bien aquel lugar pude divisar los rosales que tanto le gustaban a mi madre los cuales habían dado unas rosas hermosas ese año ya que eran de colores muy llamativos y eran rosas grandes gracias a los cuidados que les daba mi madre, mi mirada paso a los juegos donde Adam y yo solíamos jugar de niños, realmente me ponía muy sentimental el recordar todo lo que viví en esa casa y cuando mi nostalgia amenazaba con hacerme llorar Adam hablo.
Adam: ¿recuerdas cuando jugamos a qué nos casamos en el patio y tallamos nuestras iniciales en un árbol del jardín para celebrar nuestro "amor"? -dijo mientras veía aquél árbol con nostalgia-
<<Si supiera que soñé que me casaba con él>>
Vania: si jajaja, en ese entonces eras lindo y tierno
Adam: ¡Hey! -reprocho- ¿A qué te refieres con "en ese entonces"? -se cruza de brazos- yo aún sigo siendo lindo y tierno -reprocho Adam mientras hacía un pequeño puchero con los labios-
Vania: la verdad es que te has puesto un poco feito jajaja
Claramente estaba mintiendo puesto a que Adam realmente era demasiado apuesto y sexy pero obviamente no lo iba a aceptar ya que "no es normal que una chica tenga esos pensamientos sobre su mejor amigo" y mucho menos se lo iba a admitir a Adam en persona ya que sería muy raro porque prácticamente crecimos como hermanos.
Adam: no estes de llevada porque ambos sabemos que no te aguntas niña -dijo con un tono serio-
Vania: tu eres el que siempre sale llorando como niño pequeño -dije con un ligero tono de burla-
Después de que dijera eso Adam fue por la manguera y rápido fue a abrirla para empezar a mojarme, me eché a correr hacia la bodega de mi padre donde mi madre guardaba las cosas que usaba para el cuidado del jardín y aunque me gustaría poder decir que llegue a tiempo antes de que Adam me mojara pues… hay que ser honesto estaba corriendo con una panza de embarazada de 5 meses así que mi condición física no era la mejor que digamos así que Adam alcanzo a mojarme y yo solo solté un grito mientras él se comenzaba a reír y yo intentaba recuperar el aire.
Vania: ¡Dame tiempo para que tenga un arma! ¡No es justo! -reproche aún agitada por aquella carrera-
Adam: ¡Hubieras visto tu cara! -dijo entre risas-
Vania: eso no es justo -bufe enojada-
Adam: antes de iniciar una guerra de agua porque se que es lo que va a pasar -rode los ojos- quiero darte algo
Vania: ¿Qué es?
Él se acercó a mi y me entrego una nota perfectamente doblada, yo la tomé y lo mire algo extrañada.
Adam: léela -insistio-
Abrí la carta lentamente y comencé a leer lo que parecía un poema, lo mire un poco confundida pero comencé a leerlo.

Poema a ella

Odio como me tratas
Y cuando estás con otro,
Odio tus chistes malos
Y tú risa sonora.

Odio que seas caprichosa
Y tú forma de pensar,
Odio que te enojes fácilmente
Y que me hagas llorar.

Odio que seamos mejores amigos
Y que nunca me des la razón,
Odio que seas tan sensible
Y que hayas entrado a mi corazón.

Odio no poder odiarte
Y que sepas hacerme reír,
Pero sobre todo odio
Saber que me ibas a herir.

Odio que no puedas entender
Lo que siento por ti,
Y aunque mucho lo intento
No te puedo tener.


Yo me quedé sin palabras por el poema de Adam.
<<¿Era una confesión de amor?>>
Voltee para poder preguntarle a Adam que era pero él ya se había ido así que guarde él poema en mi bolsa y fui a buscar a Adam a quien pude divisar sentado en el porche de la entrada de la casa así que fui hacia allá.
Adam: ¿Crees correr un poco?
Vania: ¿Por qué lo preguntas? -dije mientras aún caminaba hacia su encuentro-
Adam: para dejar las cosas dentro de la casa y jugar un rato como antes -me dedico una tierna sonrisa-
Vania: ¿Quién diría que un soldado tan serio y temible aún quiera jugar con su amiga de la infancia? -dije en tono burlón-
Adam: no eres mi amiga -dijo en tono serio-
¿Qué? ¿No… era… su… amiga? Las palabras de Adam me cayeron como un balde de agua helada y me hicieron quedar en shock simplemente no me esperaba algo como eso, todos estos años que pasamos juntos ¿No eran nada para él? No lo podía creer debía ser una broma ¿Verdad?. Sentí que iba a comenzar a llorar en cuestión de segundos así que decidí que tenía que irme de inmediato.
Vania: tengo que entrar a cambiarme antes de que me haga daño -trate de sonar sería-
Adam: -agarra mis manos- para mi eres más que una simple amiga Vania -voltee a verlo- no puedo decirte como te veo porque se que tú no me verás a mi con esos ojos pero creeme que tú eres una chica extraordinaria Vania, clara como una nota musical y sincera como una melodía, eres la música que suena en mi cabeza desde que nos conocimos.

soldado de plataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora