Enamorarse no estaba dentro de los planes de Max, joven promesa de la Fórmula 1 que después de haber sido obligado a asistir a una fiesta de celebración queda encantado por la sencillez de su compañero de parrilla, Sergio Pérez.
"Unos lo llamaron a...
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Se tiene que estar muy tonto para no haber notado las miradas cariñosas que ambos pilotos se dedicaban después de cada carrera; los besos discretos en la mejilla disfrazados de roces accidentales y las nalgadas juguetonas que recibía el mexicano por parte del holandés.
Lo que tomó por sorpresa a todos fue el comunicado en el que ambos pilotos anunciaban su matrimonio. Debido a la diferencia de edades, el mexicano fue blanco de críticas tanto de fanáticos del automovilismo como de medios extranjeros que lo tachaban de aprovechado.
"Ese tal Chucho lo hizo para dejarlo fuera"
"Pobre Max, éste es el fin de su carrera"
"Que asco casarte con alguien 7 años mayor que tú"
Era de esperarse que entre tanto comentario lleno de lindos deseos existieran otros cargados de odio. La pareja centró su atención en aquellos comentarios en los que les deseaban toda la suerte del mundo, porque al final del día solo ellos dos sabían cómo había surgido su historia de amor.
