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"Y aunque te lleve en la sangre,
Me duele sentirte tan lejos.
Destellas el cielo [...]
Lo sigo intentando"

— ¿Asesino? — rió — ¿De dónde sacaste tremenda estupidez? — el francés no se sentía intimidado por las palabras del mayor.

— ¡¿Qué acaso no recuerdas cómo me golpeaste y pateaste hasta provocarme un aborto?!

— Checo basta — Carlos intentó detener a Sergio pero Fernando le pidió que lo dejara desahogarse.

— ¡Mataste una pequeña parte de mi corazón y aún así me hiciste sentir culpable! Lo peor de todo es que durante mucho tiempo creí que tenías razón — la voz del mexicano comenzó a quebrarse, recordar lo feliz que estaba con la noticia de que tendrían un bebé como fruto de su amor le rompía aún más el alma — Pero tus malditos celos enfermizos terminaron con el que era mi más grande sueño










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2014

Esteban y Sergio se conocieron durante el Gran Premio de Australia. Esta era la primera temporada del francés en Fórmula 1 y no podía estar más que emocionado, a pesar de sólo tener que cumplir con unas cuantas fechas en lo que el equipo encontraba a un segundo piloto. Con su pequeña cámara se encargó de capturar aquel momento que se sentía como su primer día de clases. Durante todo el fin de semana fotografió mecánicos, árboles, el cielo, las personas que iban de aquí para allá, sus propios pies pisando el que sería su garaje durante los próximos días y a un chico de nombre gracioso, Checo.

— ¿Puedo tomarte una foto? — preguntó tímidamente.

— ¡Claro! — Sergio, un joven alegre de 24 años había sido el primero en acercarse al francés, lo había visto bastante solitario cuando llegó que quiso hacerle compañía.

Las semanas pasaron rápido y la relación entre ambos tomó un rumbo distinto. Omitieron la parte de conocerse e iniciaron una relación secreta, a Sergio esto no le importó pues el que Esteban fuera prohibido para él lo excitaba. Las pláticas se convirtieron en encuentros íntimos en donde las palabras fueron sustituidas por gemidos y sonidos vulgares que eran su forma de comunicarse y hacerse saber que se necesitaban el uno al otro.

Como fruto de sus fugaces encuentros un pequeño ser comenzó a formarse dentro de Sergio. Los cambios en su cuerpo lo obligaron a ir al médico en donde la gran noticia le fue dada. Estaba tan feliz y asustado a la vez que no sabía qué hacer, no sabía si decírselo a alguien o guardar el secreto hasta que le fuera imposible ocultar sus cambios físicos. Casi un mes después de enterarse por fin se armó de valor para compartirlo con quién creía era el amor de su vida.

El francés primero puso una cara de miedo y luego lágrimas de felicidad comenzaron a correr por sus mejillas. Sergio sintió un gran alivio al ver una respuesta positiva por parte de su pareja.

La noticia también la compartió con Carlos y Fernando, sus mejores amigos quienes lo llenaron de abrazos y felicitaciones.

Carlos era el más amoroso de los tres y le aseguró a Sergio que a partir de ese momento no se apartaría de él.

Y así fue, lugar a donde Sergio iba lugar en donde estaba Carlos. Esteban parecía ser un chico tímido que no mataba ni una mosca, pero el joven tenía antecedentes sobre ataques de ira, cosa que nadie sabía.

Un día el francés se hartó de que le vieran la cara de pendejo y sin siquiera haber pensado en dialogarlo con Sergio, fue directo a su habitación de hotel y comenzó a golpearlo. En su cabeza se había hecho toda una película.

— ¡Ese maldito bebé no es mío! — Esteban en este punto no estaba consciente de lo que estaba haciendo — ¡Estoy seguro de que ni siquiera tú sabes de quién es porque dejas que cualquier idiota te meta la polla! — Sergio le gritaba que se calmara, pero cada palabra que salía de su boca hacía que el francés explotara cada vez más — ¡Cállate puta!

De un momento a otro la vista del mexicano comenzó a nublarse, sus gritos de auxilio y súplica fueron en vano, en ese momento se encontraba solo.

Sus ojos se cerraron y dejó de luchar.

El francés se quedó de pie en medio de un silencio abrumador. Y como por arte de magia volvió a la realidad. Sergio yacía bajo sus pies sobre un enorme charco de sangre. Esteban asustado comenzó a moverlo suplicándole que despertara.

— Sergio, despierta por favor — lo movía violentamente esperando que su "bebé" abriera los ojos. Una hora pasó hasta que decidió llamar a emergencias.

El alboroto hizo que la gente comenzara a aglomerarse en la puerta de la habitación mientras veían cómo los paramédicos intentaban alejar a Carlos del cuerpo de Sergio.

— ¡Checo no nos dejes por favor! ¡Despierta! — Fernando intentó mantener la calma por Carlos, pero verlo aferrarse de esa manera a Sergio le rompió el corazón en mil pedazos.

— Carlos deja que se lo lleven

La mayoría temía lo peor.

Fernando se llevó a Carlos con él, por el bien de ambos decidieron no irse en la ambulancia.

Ya en el hospital recibieron amargas noticias, Sergio se debatía entre la vida y la muerte.

— Checo perdóname — Carlos tomó la mano de Sergio y comenzó a llorar — Prometí que cuidaría de ti y por mi culpa estás así — Sergio se encontraba sedado, aún no podía recibir visitas pero Carlos amenazó con armar un desmadre si no lo dejaban verlo — Te necesito con vida Sergio — el español pegó su frente a la cama y comenzó a llorar — Te quiero mucho Checo, te quiero tanto que si te vas yo me voy contigo

Fernando no pudo contener más sus lágrimas y un llanto silencioso se hizo presente mientras acariciaba delicadamente el rostro del mexicano. Pasaba su mano con temor entre las hebras del hermoso cabello ondulado de Sergio sintiendo cómo el olor de su shampoo favorito inundaba sus fosas nasales. Si Sergio se iba se llevaría consigo una gran parte de su corazón.










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— ¿Por qué lastimaste a Max? ¡¿Qué mierda te hizo?! — Sergio gritó entre lágrimas. Con odio golpeó al francés en el pecho una y otra vez descargando todo el odio y tristeza que su corazón había acumulado durante todo este tiempo.

La policía por fin llegó a la escena en compañía de Christian Horner. Esteban fue bruscamente esposado y llevado al lobby en donde una patrulla lo esperaba.

— ¡¿Cómo está Max?! — dijeron los tres amigos al unísono.

— Está bien, solo una nariz rota — contestó Horner intentando tranquilizarlos.














































Quiero aprovechar este espacio para mandar a chingar a su madre a Red Bull y Ferrari que se esmeran por ser más NyE cada fin de semana 💋

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P.D. Te amo Lewis 💕

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