Perdido

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ADVERTENCIAS: Hurt/No confort, Muerte de personaje



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Sus manos sudaban mientras sostenía las flores entre ellas.

Ya tenía un buen rato que había entrado a este hospital, con las paredes blancas y relucientes, con sus vidrios pulcros y los pasillos limpios, todo olía a limpieza sin excepción.

Mob pensó que eran muy estrictos en cuanto a ese asunto, realmente su querido maestro Reigen estaría muy complacido de estar descansando en un lugar como este. Luego de que ese torpe hombre que tanto adoraba se había roto la pierna en un trabajo al que fue sin avisarle a nadie, no hubo más remedio que internarlo en este lugar.

Mob pensó en lo descuidado que era en algunas ocasiones, siempre siendo tan temerario a pesar de estar asustado y saber que no podía hacerle frente a la rama principal de su trabajo. Reigen era muy extraño a veces, pero Mob lo adoraba con su alma.

Dio la vuelta en un pasillo, una enfermera lo miró y saludó, él le devolvió el gesto. Le pregunto sobre la habitación de Reigen y la mujer le dio las indicaciones, estaba más cerca de lo que creía.

Nuevamente el aroma de los desinfectantes llegó a sus fauces, le recordó a Mob de la vez en la que él junto a Reigen y los demás tuvieron que limpiar la oficina cuando un exorcismo no salió del todo bien. Un hombre había llevado lo que parecía ser vómito contenido en un plato desechable, pero él argumentaba que estaba poseído por los lamentos de un hombre que se había enfermado del estómago.

Claramente Reigen se había enfadado con el hombre y lo echó del lugar pensando que se estaba burlando de él, pero cuando el vómito comenzó a crecer y tomó una forma asquerosa frente a todos entonces no quedó más remedio que exorcizarlo. Pero el descuido de que Serizawa y Mob lo hicieron al mismo tiempo fue su propia condena, haciendo explotar la forma física del espectro por todos lados.

Ese día Tome vomito cuando algo del vómito le cayó en la boca, Reigen se puso verde y salió corriendo a crear su propio espectro en un callejón cercano y Serizawa se desmayó en medio de todo el desastre. Mob apenas y se inmuto, sus habilidades lo habían protegido con una barrera y se salvó de ser salpicado y ni loco se iba a deshacer de su protección cuando se dio cuenta de lo que pasó.

Ese día, Reigen volvió con trajes de una pieza, parecidos a los que la gente usaba cuando se iba a fumigar un lugar, y los obligó a todos a limpiar, el cloro en exceso debió desmayarlos pero afortunadamente eso no sucedió.

Repentinamente Mob se había topado con una pared, estaba demasiado distraído, pensó él. Así que simplemente se dio la media vuelta y siguió con su camino.

Perderse no era muy común en él, apenas había recibido las instrucciones de la enfermera y otra vez ya se había perdido en el hospital. Mob recordó que solo se había perdido así una vez, cuando él y Reigen se adentraron en un pasadizo sospechoso en medio del bosque, el lugar lucía terrible, parecía abandonado ya que todo estaba lleno de maleza y basura de gente irresponsable. Cuando entraron, Reigen le dijo que probablemente se trataba de un viejo sistema de tuberías al cual la ciudad le dejó de prestar atención cuando el sistema se modernizó.

Fueron hasta allí después de que un hombre reportó la desaparición de su pareja al cumplir un reto de valor en ese mismo lugar, la policía descartó que se tratara de un secuestro ya que no había ninguna pista en el sitio, además de que las cámaras cercanas al lugar solo grababan a la mujer entrar pero jamás salir; tampoco aparecía nadie más en la grabación.

Como el lugar fue barrido de principio a fin por las autoridades, el hombre corrió desesperadamente con ellos para que investigaran cualquier clase de actividad paranormal en el lugar. Mob sintió mucha lástima por el sujeto, ya que si a su maestro le llegase a ocurrir algo similar, simplemente no sabía cómo iba a reaccionar.

Un destello se coló por sus dedos ante el pensamiento, Reigen lo había mirado intrigado en un inicio, pero su mirada se iluminó en realización cuando dedujo los pensamientos de Mob, aunque después no le dijo nada.

Cuando entraron al pasaje, el terrible aroma pútrido de las ratas y demás animales muertos los rodeó, pero a la vista no había ningún rastro humano. Mob sintió una presencia maligna a sus espaldas, al darse la vuelta Reigen ya no estaba ahí.

El pánico comenzó a alcanzar a Mob cuando no pudo sentir más al fantasma, pero no podía perder el control de sus poderes, así que intentó calmarse lo mejor posible y comenzó a buscar opciones. Al final, todo se resolvió tan fácil con barrer el sitio con sus poderes psíquicos, encontrando a Reigen, a la mujer desaparecida y a un par de niños desconocidos en el proceso.

Mob se estremeció cuando Reigen le explicó que no recordaba nada de lo sucedido cuando fue capturado por el fantasma, pero podía reconocer a los niños de un viejo caso de secuestro en los años sesenta del siglo pasado, de esos que pasaban cada cierto tiempo en televisión.

Esperaba que esos chicos se encontraran bien, Mob no podía ni llegar a imaginar lo que era estar atrapado tanto tiempo en un lugar sin darte cuenta del paso de los años.

Dio la vuelta a otro pasillo, el número 8 seguido del 9 estaban en las puertas que vio, era un poco extraño que solo estuvieran esas dos habitaciones a su vista, pero no le dio mucha importancia y continuó con su camino, esa habitación debía estar cerca.

Repentinamente se sintió un poco mareado así que descanso sobre una de las paredes, particularmente suave y cómoda del sitio, Mob la miro un poco mas notando que era un poco extraño que una pared de hospital estuviera rayada, seguramente el maestro Reigen se enojaría si llegara a verla. Lo único que Mob pudo hacer fue acercarse a otra enfermera y decirle al respecto, la mujer le sonrió y dijo que iría por unos trapos y detergente para quitar la mancha.

Mob se sintió satisfecho, no quería que Reigen viera este lugar pulcro con una clase de serigrafía irrumpiendo por ahí.

Decidió sentarse un poco ya que los mareos no desaparecen, estaba seguro que Reigen entendería su demora, después de todo este lugar era enorme y el ya se estaba cansando de caminar tanto. Miro sus manos, ni un destello de poder salir de ellas, realmente se había agotado de más en esta simple visita de hospital.

Pero no había más remedio, eso era lo que pasaba cuando dejaba a Reigen ir por su cuenta a misiones en las que salía lastimado. No volvería a dejarlo hacer lo mismo en el futuro.

No iba a ser descuidado como aquel muchacho psíquico del que leyó en el periódico hace unos años, el pobre niño perdió el control de sus poderes y aplastó la cabeza de su maestro con una roca. Olía a hierro y se veía como vómito, según leyó en el periódico.

Después de eso, cuando el chico se dio cuenta de lo que hizo y como si se tratara de una bomba, arrasó con la ciudad entera.

Que descuidado, seguro el maestro del niño estaría decepcionado de él.

Quizás cuando Mob termine de hacer su visita en este hospital, iría a buscar al chico y hablaría un poco con él. Era una buena idea.

Oh no, de nuevo perdió su ramo de flores, pensó para sí mismo. Tendría que pedirle otro a la enfermera, sería vergonzoso llegar a la habitación de Reigen sin nada entre las manos.

Perfume de ti -Reimob-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora