Un paso amargo a la caída de mi sufrimiento (Parte 1/2)

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ADVERTENCIAS: Hurt/No confort.

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Sus piernas en algún momento le fallaron.

Un simple fallo anormal pero nada de qué preocuparse, simplemente dio un paso al frente y se estabilizó llamando la atención y sorprendiendo a todos en la oficina.

No habría estado tan mal si después de tan aparatoso espectáculo les hubiera sonreído como planeó, hacer una broma sobre el acontecimiento y seguir con el trabajo con toda normalidad.

Pero no espero que ese paso en frente que dio no fuera suficiente para evitar su estrepitosa caída, tampoco espero que su visión comenzará a nublarse un segundo después y mucho menos espero el cansancio que lo invadió repentinamente.

Despertó sobresaltado.

Una luz que le pareció demasiado fuerte lo cegó por unos momentos, después de varios segundos se pudo acostumbrar a ella dándose cuenta de que apenas y era una iluminación tenue la del lugar donde se encontraba.

Un pitido lejano llamó su atención y rápidamente pudo ubicarse; mirar a la tabla al costado de su cabecera donde su nombre yacía ahí, Reigen Arataka, simplemente confirmó su sospecha de que terminó en el hospital.

Supo que no se encontraba del todo bien cuando notó que tenía una intravenosa en el brazo, su ropa tampoco estaba, siendo reemplazada por una sencilla bata de hospital. Pero principalmente, un remanente de un dolor agudo le punza en la cabeza.

¿Qué diablos había ocurrido?

Miró la habitación como si estuviera somnoliento, se sentía muy medicado y ligeramente ido. Una habitación solo para él era una mala señal, además que nadie lo acompañaba, ni médicos ni amigos. Se movió ligeramente en la cama para poder levantarse, pero fue tan inútil como intentar hablar, su voz no le salía, quizás fue por un quién sabe de cuántas horas de deshidratación.

Suspiro resignado, no tenía más opción que esperar a que alguien se acordará de su existencia, mientras tanto se puso a pensar en varios hechos.

¿Por qué se sentía tan cansado?

¿Por qué se desmayó?

¿Quién lo habrá llevado al hospital?

¿Mob lo estaría esperando? ¿Se habrá ido ya a casa?

Ojalá así fuera, no quería tenerlo atado en el hospital por una responsabilidad que a él no le concernía en absoluto. Ya había sido malo mantenerlo retenido en su trabajo bajo falsas promesas de crecimiento y aprendizaje, exponiéndolo a riesgos innecesarios de los que se confió demasiado y de los cuales, el chico terminó siendo lastimado en varias ocasiones.

Aún peor, lo mantuvo a su lado con chantajes emocionales de los cuales, ni siquiera él mismo midió el riesgo. Cuando finalmente se dio cuenta de ello, quiso deshacerse de él, que el muchacho se fuera de su vida y continuara su propio camino sin que él, su fraude de maestro, interfiriera más en su vida.

¿Quién habría pensado que esas veces en las que decía, "Mob, ven rápido, hay un espectro peligroso cerca", terminarían por enterrar la opción de su discípulo de permanecer ignorante cuando Reigen realmente se hallaba en peligro?

Ahora el chico tenía más iniciativa que nunca, siguiéndolo a todos lados como un guardaespaldas al que no se le pagaba. Reigen de verdad que se sentía mal con esa situación, incluso cuando intentó que el resto de sus amigos lo disuadieran de hacer ese tipo de locuras, Mob se negaba rotundamente.

Perfume de ti -Reimob-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora