★GoYuu★ | pequeños one-shots

𝐋𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨, 𝐒𝐚𝐭𝐨𝐫𝐮... - ★𝐆𝐨𝐘𝐮𝐮★

— Joven amo es hora de volver a casa ¿Podría soltar al joven Itadori, por favor? — pidió una de sus sirvientas amablemente, pero el pequeño se negaba a soltar sus manos del cuerpo de Yūji Itadori.

— No me voy a ir, no sin Yuji — lo abrazo aún más fuerte, activando su infinito para que no pudiera tocarlo — además soy el heredero del clan Gojō, y debes obedecer mis órdenes sucia ra...

Sus palabras se cortaron debido al pequeño golpe que Itadori lo propino en su cabeza por su mala conducta irrespetuosa hacia la señorita que cuidaba de Gojō.

— Satoru no debería ser maleducado con la gente que te cuida, eso no está bien — acarició su pequeño chillón con una sonrisa — regresa a casa, mañana te veré de nuevo en tu cumpleaños. Lo prometo.

— ¡Es una promesa! — gritó feliz — si Yuji la rompe me veré obligado a encerrarte en mi clan para siempre.

Yuji sólo se rió ante su comentario, viendo como el pequeño niño desaparecía del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio. Al ver que la presencia de Gojō Satoru ya no se encontraba en el lugar, decidió observar el hermoso atardecer por última vez. Antes de bajar por las escaleras, hacia el rumbo final de su muerte.

Hoy por fin el recipiente de Sukuna daría fin a su larga vida. Aunque para el cuerpo de Itadori sólo fueron unos 15 años de vida, se sentía agradecido de a ver vivido por mucho tiempo en este mundo.

— Yaga-sensei, podría hacerme un último favor — expresó con su última sonrisa a su sensei.

— Dime, Itadori — contestó su profesor.

— Dígale a Satoru Gojō que «xxxxx...»

Las palabras finales de su Itadori hacen llorar a Yamagashi, mientras le da fin a su alumno querido sintiéndose de lo peor por dentro, aunque sólo se note una seriedad en su cara.

Itadori Yūji ha muerto,

El consejo de ancianos se regocija con orgullo, Ryōmen Sukuna ha desaparecido por completo, pero ¿A costo de una vida tan inocente y pura? cómo lo fue Yūji.

[El recipiente de Ryōmen Sukuna muere el 7 de Diciembre de 1996 a las 12:00hs]

[Fushiguro Megumi y Kusigaki Nobara, son notificados de la muerte de su compañero al día siguiente]

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Escuela Metropolitana de Tokyo,
Primavera de 2006.

La primera ha empezado, los estudiantes de segundo año se reúnen en el salón esperando la llegada de su sensei para su nueva misión en Sendai, una pequeña cuidad natal con poca población.

— Creen que luego de esto, tengamos vacaciones — preguntó Shoko apunto de fumar — Oye eso es mío, Geto.

— Aún es muy temprano para ésto, Shoko — lo tira a la basura, dandole una paleta — debes cuidar mejor tu salud, así te vas morir joven con tanta nicotina que ingestas a tu cuerpo ¿Sabes cuánta gente en el mundo se vuelve adicta a esta cosa?

— No lo sé, no soy Wikipedia.

— Satoru tu me entiendes no, ¿Satoru? — Gojo ignoró los llamados de su mejor amigo.

Ahora aquel joven de diecisiete años se encontraba divagando en su mente, imaginando un sueño que podía haberse vuelto realidad si tan sólo hubiera sido un poco más fuerte para proteger lo que amaba más en la vida.

Ya habían pasado casi diez años desde la muerte de Yūji, diez putos años reprimiendo aquel dolor oculto en su pecho.

«Lo siento, Satoru...»

Un leve chasquido de incomodidad resonó en el salón, dejando a Shoko y Suguru curiosos por la molestia de su compañero de equipo.

— Y a esté que le pasa ahora, es muy pronto para estar amargado pequeño Gojō — bromeó la castaña ganándose un ceño fruncido del albino — ay que mal carácter, sólo era una broma su majestad.

— No me molestes Ieri, no estoy de humor para tus juegos de palabras — Satoru se dió vuelta para seguir mirando a la ventana en espera de su tonto maestro.

— Ella no lo dijo con mala intención Satoru, sólo nos preocupamos por ti — comentó dándole un dulce — ya dinos que pasa, ¿Se que odias está estación por un mal recuerdo que tienes? Pero es raro verte de esa manera.

Gojo no dijo nada. No quería hablar sobre él.

— No, no creo que sea eso Geto — intervino Shoko — para mí que nuestro querido Satoru está sufriendo mal de amores. Está enamorado, ¿No es así?

Una carcajada sale de la boca de Gojō para luego burlarse de su compañera con una sacada de lengua. El hechicero más fuerte del mundo sufriendo por amor, por dios, eso suena algo muy enfermizo para su gusto.

— Shoko te aconsejo que te hagas un chequeo médico porque tú vista está tan mal como tú fea cara — se quitó los lentes — Me das asco «buaj».

En eso una paliza se propina en su cabeza debido a su descuido de malas palabras. Fushiguro sensei no tolera el mal comportamiento, y eso lo saben todos en la escuela Jujutsu incluso sus alumnos.

— Si estás de buen humor para insultos Gojō, no te importará decirme porque no pusiste la cortina en Shinjuku — un aura de muerte se instaló en el ambiente, dejando asustados a dos de sus alumnos — Y bien, espero tu respuesta.

— Se me olvidó, a cualquiera le puede pasar sensei. Además nadie nos vio así que deja de quejarte M-e-g-u-m-i ... — se ganó otro chillón por parte del pelinegro causando una risa en sus amigos.

Esos dos bocones le habían dicho la verdad a Fushiguro, se rió un rato más y luego las clases dieron inicio sin que percatará lo triste que estaba la alma de su Gojō por dentro.

«Yo pienso que... el amor es la maldición más retorcida que puede existir en este mundo»

Una de las hojas de cerezo se depósito en su rostro imaginado por unos mini segundos a Yuuji jugando con él, bajo los nuevos brotes de cerezo. Todos podían amar el inicio de la primera, pero para Gojō era la peor estación de su vida.

Otro año más, añorando en silencio la sonrisa de su lindo primer amor.

              
                                                                        
Continuará...

[𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐛𝐢𝐫]
★★★
11/10/23.

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No llores, hay una segunda parte más 😉.