«Que extraño ese señor llévame un tiempo mirándome ¿O sólo es imaginación mía?»
Yūji Itadori de tan sólo catorce años miraba confundido a aquel tipo guapo que portaba una venda blanca en los ojos, preguntándose mentalmente: “¿A qué hora llegaría Fushiguro?”
En eso el tintineo de su móvil sonó; era su mejor amigo Fushiguro, él cuál le avisó que estaba cerca, como a dos cuadras de él. Perfecto. Ahora Yūji iría a su encuentro para que fueran directo al cine a ver una de las mejores películas del año “La lombriz humana 3”.
Estaba seguro que a su amigo le encantaría o más bien saldría traumado de esa sala con el pedazo de trailer que le había mostrado hace días anteriores en su preparatoria.
Se dirigió a su camino por la senda de Shibuya, ignorando el hecho que el hombre guapo también lo estaba siguiendo. Al llegar Fushiguro lo saludo con una cálida sonrisa, la cual se esfumó casi al instante al ver a su mayor de sus problemas.
El gran Satoru Gojō, su benefactor a cargo de sus cuidados después de la repentina desaparición del idiota de su padre.
— Fushiguro, ¿lo conoces? — preguntó el peli rosa en pleno resguardo de su amigo.
— Algo así — contestó incómodo — se puede saber que haces en Shibuya, no tenías algo importante que hacer en Shinjuku, sensei.
— Ya lo termine, así quise pasar a dar una vuelta por la ciudad — se acercó a ellos dos de manera carismática — además, me tope con algo sumamente hermoso que no había visto en mi vida — sonrió coqueto a Yūji — ¿Cómo te llamas pequeño?
— Ya sabes mi nombre, así que largo — intervino Fushiguro.
— El tuyo no Megumi, el de tu amigo — Satoru señalo a Itadori dejando aún más enojado a Fushiguro: «¿Qué rayos estaba tramando su sensei con su amigo?»
Ay, si Fushiguro supiera que en el preciso instante que Satoru Gojō vió a Yūji Itadori pasar por su lado, su mundo entero se paralizó o más bien el equilibrio de la tierra se redujo a nada, debido a la fuerte atracción magnética que sentía el corazón de Gojō por ese dulce chico de caballos rosados.
A esto los humanos lo conocían como (愛 - ai) “amor”. Así es, el hechicero más fuerte sobre todo la tierra se había enamorado por primera vez en su vida, y era un bonito sentimiento en su pecho. Cuando llegará a la escuela Jujutsu le contaría todo a su confidente de juergas Geto, por fin había encontrado un motivo por el cuál vivir.
Yūji Itadori era su motor de vida.
𝐓𝐡𝐞 𝐄𝐧𝐝.
[𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐛𝐢𝐫]
★★★
🌸𝐀𝐫𝐭𝐢𝐬𝐭𝐚:🌸 @𝐤𝐮𝐫𝐚𝐠𝐞𝟎𝟏𝟏𝟔𝟎𝟏𝟏𝟔14/10/24.
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★GoYuu★ | pequeños one-shots
Short StoryPequeños one-shots de Goyuu subidos de mi página facebook, que te atraparán al instante. 𝐋𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞𝐬 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐧, 𝐜𝐫𝐞́𝐝𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐚 𝐆𝐞𝐠𝐞 𝐀𝐤𝐮𝐭𝐚𝐦𝐢, 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐧𝐠𝐚 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚�...