narrador omnisciente
La primer semana fue la más fácil. Eran escenas acá y allá de la presentación de los chicos, Delfina se la pasaba riendo cada vez que tenía que maquillarlos, pero también los escuchaba cada vez que tenían algo para contar y no había nadie en el set.
Aunque su preferido era Matías. Él la hacía reír cada vez que tenía oportunidad y se esforzaba por dar una buena impresión, pero no tenía idea de que ella ya estaba impresionada con solo ver su sonrisa y sus ojos.
La primera escena en la nieve después del choque llegó y con ella llegaron demasiados maquillistas por todas partes. Había que hacer heridas, sangre, roturas de hueso, etc etc. El trabajo más cómplicado era el de Nando y por suerte a Delfina le asignaron a Esteban y a su tan querido Matías.
Apesar de estar cagada de frío en medio de la nieve y con veinte camperas; pudo terminar los moretones en la cara de Esteban y así seguir con Matías, quien también se moría al estar rodeado de nieve.
El castaño le había traido una chocolatada caliente para ayudarla con la temperatura y ella le agradeció con su tipico tono cálido de voz y esa sonrisa que le causaba mariposas al actor.
El otro día Blas le dijo que le pase el Instagram y todos la empezaron a seguir, permitiendo que viesen la linda voz que tenía y la buena pronunciación en Inglés. Y claro, Matías también aprovechó y la empezó a seguir. Aunque eso solo hizo que se pusiera a investigar en profundidad quién era Taylor Swift, ya que a Delfina le encantaba hacer covers de sus canciones.
—¿Cuál decís que sea el próximo álbum que regrabe Taylor?— él pregunta de la nada, provocando que Delfina dejara de maquillarlo y lo mira— A mi me gusta mil nueve ochenta y nueve (1989).
—A mi también— ella sonríe tratando de ocultar su emoción ante esta nueva información— No sabía que te gustaba Taylor.
—Tranqui que yo tampoco— esconde una tonta sonrisa de enamorado cuando ve los cachetes sonrojados de Delfina por el espejo— La vi porque vos subís sus canciones y quería entender por qué te gustaba.
Delfina se muerde el labio inferior tratando de ocultar lo más que puede su emoción, sin embargo, es demasiado evidente para alguien inteligente como él.
—El gato que subiste hoy es igual al mío, ¿cómo se llama?— preguntó interesado por la historia que ella había subido diciendo que extrañaba a su "gathijo".
—El Gordo Luis— responde haciendo que el chico se ría y ella se una a eso— Dejalo en paz a mi gordo, yo lo amo.
—Pero si no dije nada— se queja en chiste y mira al espejo para contar cada lunar que Delfina tenía porque no podía contar sus pestañas— El mío es Luca.
—Bue— ahora es su turno de burlarse del nombre que eligió para su gato— ¿Cómo lo llamas? ¿Luca vení?
—No tenés cara para burlarte de mi hijo— él niega con la cabeza sin dejar de sonreír— ¿Vos cómo llamas al tuyo? ¿Gordo Luis?
—A veces le digo gordo hijo de puta porque me roba la comida— confiesa lo que hace que el ojimarrón suelte una carcajada que parecía ser el nuevo sonido favorito de Delfina... después de la instrumental de Watermelon Sugar de Harry Styles.
Los dos se quedaron hablando unos momentos más antes de que ella terminara con el maquillaje y lo llamaran a él para que grabase la escena donde tenía que arreglar el hueso de una pierna.
La verdad era que ser maquillista tenía sus pros y sus contras. Por ejemplo, ella presenciaba toda la pelicula, pero cuando iba a verla ya sabía todo lo que pasaba y era un bajón para su alma de curiosa.
Apesar de eso Delfi estaba ahí, miraba como sus nuevos amigos y compañeros hacían lo que más les gustaba y lo hacían muy bien, por eso cuando grababan algo dificil; el grupo de afuera (incluyendola a ella) les dedicaban una ronda de aplausos.
Y la mayoría del tiempo estaban ahí con un vaso de café o chocolatada espérando a que Juan (el director) les diesen ordenes para agregar sangre, heridas y todo lo que tuviese que ver con el accidente.
Aunque Delfina estaba emocionada por compartir espacio y oxigeno con el director de "Lo Imposible" donde actuaba Tom Holland que también era Spiderman, y ella amaba a Spiderman. Pero lo disimulaba bien, de vez en cuando miraba al director con emoción y después volvía a la realidad, ahora estaba a tres personas de Taylor Swift.
Sonrió al ver como Matías actuaba y jugó con el vaso de cartón en su mano, pero su compañera, Briana, la sacó de sus pensamientos.
—¿A quién miras con esos ojos de enamorada?— pregunta con una sonrisa para molestarla.
Delfina chasquea la lengua y frunce el ceño— Está buena la escena.
—Si, más que nada por los que tienen que gritar de dolor de fondo, no?— vuelve a molestarla— No soy boluda.
—Si sos.
—Pero no tanto para no darme cuenta de las miraditas con Matías— ella la empuja despacio en chiste— Es lindo, tendrías que tirarle un palito.
—Ni ahí— niega con la cabeza en respuesta y la mira— Nah, además yo laburo, él también, no hay tiempo.
—Entonces estás aceptando que es el amor de tu vida— suelta una pequeña risa.
—Para...— alarga la última letra y le hace un montoncito— Amor de tu vida.
—Che— otra vez le da un empujoncito y suelta una risa— Pero serían tan lindos juntos, él te mira re lindo también.
—Mentirosa.
—No, en serio— ella asiente rápidamente— Vos lo tenías que ver cuando yo estaba al lado tuyo maquillando a Blas y él te miraba por el espejo, parecía re enamorado, boluda.
—¿En serio?— Delfi pregunta con una pizca de ilusión.
—Neta te lo juro, wey— Briana responde fingiendo un acento mexicano— Dale, intenta algo que el pelo largo que se está dejando le queda lindo y parece hippie como vos.