EUFORIA - [Hyunlix] [✓]

《10》

|| Martes 14 de agosto del 2023 ||

La he cagado, si si si.

—¿Qué has dicho? —pregunté también, solo que me hice el sordo para que me tuviera piedad.

—Que no estaba dormido, Hyunjin. —dicho eso, me empujó de la cama hasta hacerme caer.

El piso a pesar de que tenga una alfombra suave, caer en él es como caer en un cactus puntiagudo. De igual manera, rápidamente me alejé de la cama y me levanté, quedando contra la pared sin quererlo pero, él no se levantó de la cama, solo se mantuvo sentado, observando cada movimiento que hacía.

—Eres un husmeador, mirando lo que no te incumbe, fue fácil saber que lo harías así que cree ese papel específicamente para ti, Hwang tonto Hyunjin —decía eso con unas risas de por medio, en modo de burla hacia mi—, tu curiosidad es predecible, el tiempo que te lleve mirando fue suficiente para saber que pensabas.

—Y tu eres un acosador —le respondí sin pena, dentro de mí hay un miedo creciente pero tengo que hablarle si o si—. Eres un mafioso, lo sé, ¿pero qué ganas al hacerme todo esto a mí? Gustas de mí, y no le veo el caso de que me secuestres porque solo llevas más sospechas de lo que eres, a parte de que ya te dije que no le diré nada a nadie, ¡déjame salir!

—Y mi respuesta es NO —su voz fue más grave de lo normal, levantándose de la cama para dirigirse a un paso rápido a mi, pesado y firme.
—Si te digo que no te dejaré ir, es porque no te dejaré ir ni muerto, Hwang Hyunjin, eres mi obsesión y aquí te vas a quedar para siempre, a mi lado sin importar que —tomó de mi mandíbula con fuerza, obligándome a verlo—. ¿Entiendes eso? ¿Entiendes que ya estás en la boca del lobo y que nadie te salvará de ahí?

Se me enciende la chispa de todo este trato.

Me mantuve callado y solo asentí con suavidad mirándolo a sus hermosos ojos café, está bien, basta de hacerme el difícil, mis padres no tardarán de darse cuenta pero tampoco creo que hagan algo al respecto, tienen un pequeño odio por mí y que se enteren solo les lleva a la decepción, ni al caso.

Bien chicos, hora de hacernos los fáciles que somos, basta de ser selectivos y difíciles con mafiosos como Lee guapo Felix.

—Entiendo que quiero estar contigo. —murmuré al final de toda esa intensa charla de posesión, llevando mis manos a las suyas para que fuera soltando su agarre.

Tan chiquito y peligroso, tiene una fuerza increíble.

Junte nuestras manos, acercándome a dejar un suave beso en su frente que duró unos cortos segundos, los suficientes para que su enojo bajara en picada.

Su sonrisa no tardó en aparecer, volviendo a llevarme a la cama para terminar como piojos pegados, aclaro que esto me es raro y que me va a costar acostumbrarme pero, básicamente ya le dije que voy a estar con él todo el tiempo así que tocó hacer lo que me diga.

Sentí poder dormirme en sus cómodos brazos si no fuera por golpes insistentes en la puerta, parece desesperado. Nos separamos y él se levantó de la cama a abrir la puerta, dejando ver a uno de sus guardias o esclavos, lo que sea, hablando con cierto nerviosismo de lo que ocurrió.

¿Qué la policía qué?

Si no mal entendí, la policía está rodeando la casa como por milésima vez en el año, miré a Felix y el... solo se estiró, tomó su arma y me hizo una seña para irnos de la habitación, que calma.

—Esto es más usual de lo que crees, tengo otra mansión en Busan, por si no te molesta irte de Seúl —hizo una seña de desinterés mientras hablaba, ¿de Seúl a Busan? Esto va a estar muy interesante.