Omega de verdad

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─Dios, esto es muy fuerte.

Escupió el alfa delante de ella al verla retorcerse en sus sábanas, con el cuerpo caliente y el pecho subiendo y descendiendo. Él después de reprenderla solo se dedico a tomar paños húmedos y colocárselos en la frente aunque sabía que no serviría de nada.

─Gracias, Chris─articuló Danielle aun tirada, sintiendo su piel sensible ante el frío. Estaba agitada a un paso de estallar, su hermano lo supo porque no era la primera vez que la atendía en su celo.─. ¿A... Qué hora llega p-papá?

─Ya va a llegar, intentará traer supresores─se detiene un minuto sacando el pedazo para colocar otro en su frente.─. Dani, tal vez deberíamos llamar a Haerin y...

Las feromonas de celo lo estaba hostigando un poco mientras la alfa castaña empujaba la cabeza negando instantáneamente.

─N-No ─jadeó decidida─. No necesito a una omega, yo podré p-pasarlo s-sola...

Christopher iba a remitir algo al respecto pero un golpe en la puerta lo saco de un lado, ambos hermanos giraron su rostro vislumbrando a otro alfa entrar a regañadientes. Su gran abrigo negro que lo cubría fue estampado por el perchero, cuando lo dejó colgado caminó hasta la mesa que estaba al lado del mayor de sus hijos y desenvolvió el nudo de esta.

─Deberías traer a tu omega para que ella te atienda, no puedes hacer lo que ella quiere ─se acercó a quitarle los paños de su frente perlada. ─, tú eres la alfa de la relación y ella la omega, debe hacer lo que tú pidas.

─Papá no empieces.─rogó ella a un hilo de voz.

El hombre mayor suspiró.

─Solo te faltan unas diecisiete horas, campeona tu puedes─alentó con una voz paternal entonces y la alfa agradeció en su interior─. Christopher, llama a tu tío Minho, hoy pasaremos la noche ahí otra vez.

Si bien sabía, a él si le interesaba como estaba su cachorra pese a que el alcohol a veces le juegue en contra y lo destape como un hombre avaro y alfista con su familia. Sin embargo, Marsh los quería, aunque sus demostraciones exactas no lo ayudaban. Para Danielle él era un mal padre por ello y no era como si no lo aceptara.

Lo era.

─¿T-Trajiste los supresores? ─susurro de repente su hija y Felix se sintió miserable.

Él no los pudo robar en esta ocasión.


Hoy Danielle había faltado a clases un día después de ver la película y Haerin estaba alicaída.

Sus amigas la presenciaron de un comportamiento bajoneado, los hombros de la omega no se sacudían y sus saltos hiperactivos no daban efecto. Era como si su amiga las hubiera estafado con su personalidad todos estos años y ahora resultaría ser otra.

Sotf sex DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora