Haerin tecleaba en su computador, mirando fijamente la pantalla de este. Hace unos días había estado investigando sobre la dudosa técnica del sexo sueve que según su hermana mayor calmaba a los alfas y hacían que se pongan algo dóciles en su celo. Era un poco raro porque ella jamás había visto eso, aunque de todas formas tampoco debería interferir mucho en el tema porque su celo con Danielle ya pasó y no habría oportunidad de repetir lo de esos días... ¿cierto? No por el momento.
Mira una página que encuentra y lee atentamente lo que le dice, sus ojos gatunos abriéndose desmesuradamente mientras más bajaba la barra del computador. Eso no podía ser cierto, no, se rehúsa a pensar que el soft sex no sea una técnica parea amansar a los alfas, sino que se trate de una técnica sexual, una muy peculiar y diferente a lo que había oído de Jennie.
Entonces Haerin frunció el ceño, indignada.
¡No puede ser! ¡Esa omega de cuarta le había mentido!
Ahora sí, de esta no se salvaría el desgraciado.
—¡Kang Jennie! —pega un gritito de molestia la omega como pudo, sus dientes apretándose más cuando segundos luego su hermana pasó la cabellera por el umbral de la puerta—. ¿¡Por qué me mentiste!?
—No sé de qué ha-
—¡CÁLLATE, TONTA MENTIROSA! —gruñe la omega, tirándole lo primero que encuentra, si somos exactos, hablamos de su peluche en forma de gatito, uno de color blanco que le regaló Danielle cuando fueron a la feria porque según el objeto se parecía a ella. Jennie esquiva al animal sin vida con rapidez, soltando un chillido de miedo, entonces Haerin toma otro objeto, esta vez amenazando con su vaso de plástico de color rosita—. ¡Di tus ultimas palabras, Kang Jennie!
No sabía porqué pero el omega se sentía amenazado siendo señalado por su hermanita con su vaso de plástico rosa y estampado de corazones, es decir, ustedes ven un un vaso normal ¡sin embargo para él era la peor arma mortal del mundo que Haerin usaba cada cuando se sentía molesta! Jennie intenta correr usando sus piernas largas y desaparecer a encerrarse a su cuarto , no obstante, Haerin es más rápida y tira el vaso al suelo obligando al chico tropezar con el para caer de bruces luego, lloriquea desde su estancia ya que se dio contra la nariz y siente como alguien se coloca en su encima, posicionando ambas piernas en su costado.
Lanza un quejido el momento en que Haerin le golpea la espalda.
—¡¿Por qué me mentiste?! —chilla la omega, evidentemente ofendida y dolida—. ¡Se supone que somos hermanas, tonta! —sus manitos vuelven a golpear en su espalda constantemente, a Jennie no le dolía, pero igual se quejaba con un débil "¿Qué hice además de nacer?" porque le gustaba el drama—. ¡Me traicionaste y eso no tiene perdón! —vuelve a interpelar la castaña.
Bien, oficialmente se rinde, los golpes de su hermanita le generan cosquillitas pero shh, eso debe ser un secreto para que Haerin no se vuelva más —adorable— salvaje.
—¡Te diré si me sueltas! —pide el omega cerrando los ojos, Haerin detiene sus golpes un segundo y se queda pensativa, haciendo un puchero en el camino ¿Por qué debería confiar otra vez? Ella ingenuamente había creído en Jennie, creyendo que era capaz de tener su primera vez con Danielle de la manera más bonita y suavecita ¡pero todo fue una vil mentira! Le dolió, o sea, le gustó... ¡pero también le dolió! Y ella es Kang Haerin y su lema es ojo por ojo; dolor por dolor. Se levanta de encima Jennie, dejándolo por fin respirar, yendo a tomar asiento en su cama con un edredón de un gatito que también fue un regalo de Danielle, un ruidito de afirmación de su parte golpea al omega, diciéndole que se excuse rápido antes que lo asesine—. Espera, me levanto.
—Que sea rápido —suelta la cachorra con un gruñido, teniendo un peluche entre sus brazos después de segundos.
Qué amenazante.
Jennie obedece y se incorpora lo más rápido que puede, la mirada filosa de su hermana menor calculando cada movimiento suyo, suspira posicionándose a su costado. No sabía si decirle la verdad del porqué le mintió, o mentirle más para al menos ahorrarse una paliza. Lo cierto es que la técnica del soft sex no existe, es decir sí, pero a la vez no. No como él le había indicado, aunque tampoco es como si fuera su culpa, Haerin lo estaba exasperando mientras se detenía a lloriquear simplemente porque "no se sentía lista" para estar con Danielle.
Así que él le mintió.
Pero al parecer le salió mal debido a que Danielle le dió como cajón que no cierra.
Su mano sube a su rostro, demostrando estrés a la situación aunque por su puesto la verdad era otra.
—La verdad es que... —Ella intenta sonar suave—. Es que...
—Ya dilo, Kang Jennie.
Una corriente eléctrica se descarga en su espina al escuchar su nombre completo incluso con seriedad en toda su extensión.
Ella odia la seriedad a decir verdad.
—Tú estabas llorando —por fin se atreve a decir luego de un silencio profundo—, y me ponía mal verte así.
Bien, no es una mentira completa porque también querías tener la casa sola con Lisa.
Haerin hace un gesto con los labios abultados, un puchero que demostrándole que prosiga, y ella lo hace.
—Entonces te dije eso para tranquilizarte, pero al parecer sólo hice que te sientas peor, entonces decidí contarte sobre ese artículo en internet, que demuestra netamente la confianza al momento de tener relaciones sexuales, si no te decía eso no ibas con Danielle y hasta ahora estarías lamentándote de eso —un suspiro sale de los labios de la omega, en esa parte Jennie la dejó convencida, y era verdad, hasta este momento se hallaría sintiéndose culpable, ella cruza de brazos, de todas formas eso no le permitía mentirle de manera abierta—. Hablando de eso ¡La técnica es muy aburrida, en mi opinión! O sea ¿Para qué quieres tener sexo si no te van a dar duro? ¡Duh! No yo llegaría a un orgasmo as-
Entonces Haerin se para de golpe, pensando las cosas con claridad, todo llegando de bala.
¿Fue por eso que Danielle le pidió disculpas?
La alfa prácticamente se tiró la culpa, de todo esto. Dios, por ello es que Danielle últimamente se había puesto más cariñosa de lo normal y le estaba comprando muchas cosas, a ella le gustaba esos detalles de la alfa, pero no así, sintiéndose culpable de algo que no tiene porqué pedir disculpas ¡Incluso le había comprando mercancía de sus grupos favoritos a pesar que Danielle no tenga para lo suyo!
El omega la imita igual, parándose como ella.
—¡Entonces por eso Dani dijo que quería hacerlo especial! —grita la menor, recordando las palabras de su alfa, tomando consciencia a qué se refería, Jennie la mira interrogante, sin embargo ella no le va a dar explicaciones debido a que de una da por sentado el final de la conversación y rebusca su mochila en forma de gatito, también comprada por Danielle.
—¿Vas a salir? —le cuestiona Jen con una ceja enarcada al vislumbrarla pasar por la puerta cargando su mochila y aferrándose a ella.
—¡Sí! —grita ella desde el pasillo—. ¡Nos vemos luego de un rato! —y se va como alma que se lleva el diablo.
De pronto la omega se encuentra fuera de su casa, recorriendo las calles de Seúl e intentando recordar la dirección de su alfa, lo que estaba a punto de hacer era una idea que se le ocurrió de repente, y lo ejercería con Danielle ahora mismo, Haerin le demostraría lo mucho que la quería, Haerin le demostraría lo cuan importante era Danielle para ella.
Haerin le demostraría a su alfa que no importa el cómo hacen el amor ya que si es con ella eso lo hace especial.
No necesitan el sexo suave u otra técnica.
Porque para hacer el amor con ella no hay forma del cómo hacerlo, solo sucede.
Porque Haerin también iba a estar siempre para su alfa.