Un hueco en DC Y Más Allá.

capítulo 86

Desafortunadamente, como nuevo jugador dentro de los campos de las tierras de Fairy, no recibi una invitación. No porque la nobleza de Hada me despidiera, no, al matar a un Señor del Caos, sabían que yo era un factor que tenían que tener en cuenta y era la razón por la que nadie se había atrevido a igualar mi tierra o siquiera intentar sabotearla para probar cómo reaccionaría. con peones desechables.

Pero yo era simplemente un desconocido y probablemente dudaban de que yo supiera cómo actuar dentro de los círculos nobles, lo cual también era cierto. Tenía poco interés en complacer las reglas Fae que mantenían unido el reino, y siempre adoptaba un enfoque franco y honesto con cualquier habitante que se me acercara.

Entonces, siendo yo el acompañante de Titania, no podía traer exactamente a Galatea, Raven o cualquier otra persona conmigo.

"Ahora, ¿qué debo hacer para obtener dinero para ofertar en la subasta? No ofreceré favores ya que eso me arruinaría incluso si pudiera romper la promesa Fae". Reflexioné mientras reflexionaba sobre qué diablos podría usar para ofertar en esta subasta sobrenatural.

Entonces me di cuenta. Podría simplemente saquear todo el oro y la plata de un monstruo o algo que haya matado. Mis instintos de Skyrim nunca me guiaron mal, pero ¿a quién o qué valdría la pena perseguir para saquear?

"Astrid", grité, y de mi sombra surgió mi hada atada.

"Si, Jake, ¿en qué puedo ayudarte?" Preguntó con cansancio cuando la desperté de su sueño dentro de mi sombra.

"Dime cuál crees que es tipicamente más rico de los dos que menciono. Clanes de vampiros en la Tierra o un enclave de gigantes que venden armas encantadas y cosas así a la comunidad sobrenatural". Pregunté mientras Astrid parpadeaba pensativa ante la pregunta.

Astrid tarareó y se llevó un dedo delicado a la barbilla mientras flotaba en el aire mientras reflexionaba sobre mi pregunta antes de comenzar a hablar. "Bueno Jake, los Vampiros probablemente tendrán activos más establecidos como propiedades y no grandes reservas de oro, plata y demás, pero probablemente tendrán tesoros como armas encantadas u objetos malditos. Eso y probablemente tendrán un montón de alto- muebles de calidad para dondequiera que vivan, ya que los vampiros son famosos por derrochar en el lugar donde viven". Astrid explicó el lado vampírico mientras yo pensaba en el valor real que podría obtener de ello.

"Pero los Gigantes que forjan tesoros ciertamente tendrán reservas de lingotes y cosas así para hacer todos sus tesoros", dijo Astrid sucintamente antes de sonreír con ironía. "Aunque si piensas atacar a los gigantes por su riqueza, te sugiero que cambies de opinión, ya que son muy favorecidos en las tierras de las Hadas y tienen amigos en todas partes con sus armas que les deben favores a los Fae y que pueden ser llamados a voluntad.... Eso y los Gigantes no se quedan atrás y tratar de robarles puede llevar incluso a los dioses a su desaparición, ya que han pasado milenios haciendo que sus posesiones sean lo más defendibles posible". Astrid me advirtió.

No pude evitar poner mala cara porque ella tenía razón sobre los Gigantes. "Maldita sea, ¿cómo puedo conseguir una enorme cantidad de cosas valiosas para comprar mierda en una subasta?" Maldije tomándome la cara mientras pensaba secamente en cómo este era un maldito problema mortal... Aquí yo era un dios en carne y hueso, básicamente con mi propio mundo y no podía comprar nada de lo que queria en una subasta.

"Uh, Jake... ¿Por qué no matas a un dragón malvado y tomas su horda?" Astrid me preguntó en honesta confusión mientras yo miraba su silencio. "¿Por qué me miras? Quiero decir, Azhi Dahaki y Drakul Karfang reencarnaron hace un par de años y me sorprende que al menos no hayas pensado en Drakul Karfang. Ya que tu maestra Wonder Woman fue quien lo mató por última vez.... ¿Sin mencionar que el dragón es famoso por sus extremadamente grandes hordas materiales de riqueza a medida que crece en poder debido a la riqueza que acumuló y la envidia que la gente siente por ello?

Sonreí dándole a Astrid una suave palmadita en la cabeza mientras internamente estaba superando los llamados Instintos Skyrim por no recordarme a los malditos dragones que plagaban las tierras de Fairy.

"Si, tienes razón. Debería haber pensado en Drakul Karfang, pero ¿qué pasa con Azhi Dahaki? ¿Tiene una horda o algo así?" Pregunté y el rostro de Astrid se contrajo mientras se estremecía y sacudía la cabeza.

"Jake... Azhi Dahaki es llamado el Dragón del Armagedón por una razón. Él mismo no tiene propiedades mientras literalmente merodea por las Tierras entre devorar mundos enteros y envenenar tierras poderosas con su maligno miasma antes de regresar para devorar el reino moribundo más adelante si Es demasiado fuerte para que él lo devore directamente. Tiene la recompensa más grande de todo Fairy con varios dioses y Señores de las Hadas que hacen acuerdos que vinculan el alma para recompensar en gran medida al que presenta las tres cabezas y el corazón de la asquerosa bestia cuando la ha tocado. El resultado final de Fairy es cómo devora mundos a voluntad". Astrid explicó haciéndome tararear mientras pensaba.

"Bueno, supongo que primero encontraré a Drakul Karfang a través de mi adivinación para obtener la ubicación de su horda en particular... Luego veremos si matar un apocalipsis traerá el respeto y la adoración de las tierras de las Hadas". Anuncié con una sonrisa confiada mientras Astrid se inclinaba en el aire al sentir la sed de sangre que irradiaba tanto de mí como de God Killer que estaba a mi lado.

Y el deseo proyectado de God Killer de probar la sangre de los dragones era tan claro como el aullido del viento que haría la espada cuando la balanceara. Y así viajé desde mi reino entre el espacio y el tiempo buscando pistas sobre dónde estaban las posesiones de Drakul Karfang.

Para convertirse en Dragonborn... O algo así.

Continuará...