Un hueco en DC Y Más Allá.

capítulo 69

Desde mi Garganta, me retiré a mi Mundo Interior y aterricé sobre la plataforma de aterrizaje que Pestie había creado para que yo aterrizara cuando llegara al reino.

"Bienvenido de nuevo mi señor." El duendecillo una vez llamado Pestie habló mientras aparecía dentro de una ráfaga de viento mientras se había atado a mi Manto, pudo invocar aspectos de mis poderes como cómo los Fae de verano o invierno que servian directamente a las Reinas de la corte podian usar algunos de los poderes de sus patrones.

Pero Pestie ya no era una "plaga" de duendecillo. Yo era un portador del mundo y, por lo tanto, un dios menor por derecho propio, así que después de un par de semanas que había estado a mi servicio, había pasado de medir apenas más de medio pie de altura. De duendecillo a hada de un metro de altura con curvas humanas completas, cabello largo y delicioso de color verde y sus alas transparentes se convirtieron en un par de hermosas alas de mariposa. También vestía ropas majestuosas que ella misma había tejido con las canciones que resonaban en los vientos que cruzaban las dunas de arena y las montañas que llenaban mi mundo.

En honor a su transformación, le arranqué el nombre Pestie ya que era un insulto no solo para ella sino también para mí y así le otorgué un nombre verdadero digno de su estatura como mi heraldo en las tierras Fae.

"Astrid, ¿Titania todavia ha estado probando alrededor de las barreras del mundo?" Pregunté mientras Astrid con gracia sin que sus manos tocaran mi carne, me quitaba la ropa empapada de sangre para poder entrar al baño que ella va habia preparado para mi.

"Si, por un tiempo mi señor. Pero Lady Galatea se cansó de sus incesantes juegos al intentar ganarse un favor de usted y usó a una de sus hijas guerreras que viajaban con Titania como un garrote para repelerlos de su tierra". Astrid dijo y pude sentir el disgusto de la Reina Summer Fae desde todo el reino Fae cuando mi heraldo usó la insinuación de su verdadero nombre que había compartido con ella.

Pero no podria importarme menos... Un ejército de Fae no podría hacernos nada a mi ni a Galatea, asi que incluso si Titania fanfarroneara o amenazara con llevar incontables horrores a mi tierra o hiciera lo que estaba haciendo para intentar ganarse mi favor, simplemente amenazó con abrir portales a los océanos y ahogar sus abundantes tierras en los mares más salados para silenciar su base de poder mientras toda la tierra moriria.

Mientras estaba limpiando y obteniendo información sobre lo que había estado sucediendo durante los últimos dias, escuché la puerta del baño abrirse de golpe con un fuerte golpe.

"¡Astrid! ¡Te dije que me avisaras cuando Jake regresara!" Galatea gritó mientras casi entraba al baño.

"Lady Galatea, įsolo me estaba asegurando de que cuidaran del Señor!" Dijo Astrid con orgullo sin siquiera defenderse. Pero en realidad estaba diciendo que dedicarme toda su atención a mi era más importante que enviar una ráfaga de viento que llevara su voz a Galatea.

"¡Pervertido, se está duchando!" Galatea lo regañó con un ojo temblando al ver mi cara desconcertada con jabón corriendo por mi cuerpo cuando la sangre finalmente había sido lavada y, lo que es más importante, la sangre había sido lavada de mi largo cabello.

"Té, únete a mí", hablé y la boca de Galatea se cerró de golpe por un momento antes de que me frunciera el ceño por terminar su pequeña diatriba.

Pero Galatea era una mujer con una mecha rápida, por así decirlo. Rápido para soplar y rápido para calmarse después.

"¡Bien! Dime en qué cosas estúpidas te atrapaste en la Tierra mientras yo me quito la arena del cabello". Murmuró Galatea mientras se quitaba el ajustado jersey de cuello alto y los pantalones que llevaba para evitar que la arena de mi réplica de Hueco Mundo llegara a todas partes.

Luego, Galatea ahuyentó a Astrid y luego saltó a la ducha conmigo siendo solo nosotros dos.

Mientras nos duchábamos y limpiábamos, le conté a Galatea sobre mi trato con Queen Bee, y no pude evitar recordar un poco después de dejar la Liga de la Justicia.

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Incluso si Hueco Mundo fuera mi 'Mundo Interior', eso no significaba en absoluto que fuera inexpugnable o inencontrable, ya que todavia era en esencia un mundo formado a partir de un Huevo Mundano y, por lo tanto, parte del reverso del Universo DC en el lado sobrenatural del universo.

Por lo tanto, pude conseguir que algunos enanos y otros Fae me construyeran mágicamente un pequeño y bonito castillo en el transcurso de unos tres días por una pizca del oro y la plata que recogi de los criminales que saqueé en la Tierra.

Pero el gasto masivo y la noticia de mi existencia de alguna manera habían llegado a la Reina Titania, quien estaba furiosa al saber que un Huevo Mundano, algo que había estado buscando religiosamente durante más de un Milenio, se le escapó de las manos y ahora un nuevo señor desconocido era mejor que ella. no habia existido durante miles de años.

Aparte de que Galatea y Astrid tuvieron pequeñas discusiones cómicas ya que la 'idea' de Astrid de servir superaba incluso las asignaciones de Galatea en ocasiones, Galatea nunca podía permanecer enojada con el hada ya que ella era simplemente una cocinera demasiado buena....

"¡Esa perra y su grupo de sirvientes son muy molestos! ¿No podemos simplemente irnos e ir a darle una paliza o algo así?" Galatea se quejó de que Titania una vez más se rió entre dientes mientras yo negaba con la cabeza.

"No... Titania es débil. En verdad, para ser una Reina dentro de los Reinos Fae, es cómicamente débil. Pero tiene conexiones y se le deben los favores impuestos por el gobierno Fae a innumerables seres. Si ella viene a acosarnos, somos libres de golpearnos. "La rodeamos y la intimidamos, pero si atacamos directamente, ella puede invocar a aquellos que le deben favores sin parecer tan débil". Le expliqué después de que Galatea y yo nos acurrucamos en un sofá en un balcón inclinado con vista a las interminables dunas del desierto de Hueco Mundo.

De hecho, amaba los reinos Fae; Quiero decir, seguro que había algunas reglas. ¿Pero moral? Si, eso no existía. Si te gusta alguien, dale suficiente oro para que nunca más necesite trabajar en su vida. Si los odias, simplemente mátalos fuera de la vista general y a nadie le importará un carajo a menos que la persona tenga parientes directos.

Después de contar que Queen Bee era un callejón sin salida, tarareó pensativa.

"¿Qué pasa con Lucifer? Mencionaste que tiene un bar en Los Ángeles, así que ¿por qué no vamos a ver si está dispuesto a darnos una pista?" Ella preguntó y quise resoplar ante la idea de pedirle un favor a Satanás... ¿Pero no leí o escuché que Lucifer odiaba a Vandal Savage? Reflexioné un poco antes de encogerme de hombros.

"Está bien. Vale la pena intentarlo, de todos modos no es como si fuera a golpearnos nada más verlo". Dije finalmente y luego simplemente me planté de cara en el pecho de Galatea mientras nos acostábamos uno al lado del otro en nuestro largo sofá. "Lemmie, primero toma una siesta", dije en voz baja, ganándome una risita de Galatea, quien pasó sus manos por mi cabello.

Continuará...