Capítulo 4: Falling for you

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Ahí estaban los tres amigos en esta larga noche, mirando al dueño del local (en especial Daehwi, que aunque lo negara no le quitaba los ojos de encima) quien presentaba el número fuerte de la noche.

- Saben que es nuestro mejor bailarín ¿verdad? Estaba un poco ocupado, pero ahora sí viene a dejarlos con la boca abierta, con ustedes - bajando una octava su voz - Catboy.

- ¿Como el de PJ mask? - consultó Daehwi entre el ruido de aplausos y silbidos, lo que provocó más risas en Sanha.

Ahí estaba Catboy, con la luz de un solo foco enfocado en su rostro, sus suaves facciones siendo adornadas por un antifaz negro. Comenzó con un movimiento suave de caderas para caminar luego hacia el caño y realizar algunas piruetas bastantes sensuales. En esos momentos a Sanha le caía la baba y debía concentrarse mucho para no abrir la boca, mientras los otros hombres gritaban obscenidades y le silbaban al stripper, él se mantenía en silencio, únicamente enfocado en el precioso (y muy sexy) espectáculo que le estaba proporcionando. Aunque no quería admitirlo le gustaba verlo junto a toda esa gente y saber que él había tocado eso en persona y lo había tenido a pocos centímetros. Hasta que se sacó la camisa y los pantalones rápidamente, arrojándose al suelo de rodillas y pasando su mano desde la pierna hasta su cuello, donde se mantuvo solo un momento, el corazón de Sanha latía a mil por hora, era difícil mantenerse tranquilo teniendo a tremendo hombre ahí. Catboy entonces volvió a levantarse y hacer una última vuelta en el caño, para comenzar a pasar cerca del escenario y dejar que algunos pocos clientes delinearan sus abdominales o acunaran sus glúteos. Sanha estaba un poco más lejos, pero Bin igual lo vio y le hizo un guiño, pasando su lengua por la comisura del labio, y Yoon sintió que su corazón finalmente se detuvo.

- ¡Creo que te miró! - le dijo Bomin mientras lo codeaba para molestarlo, y cuando la multitud gritaba por más del chico

- Es el stripper que me hizo el privado - contestó Sanha con una sonrisa boba en los labios.

- ¡wow! - Daehwi hablaba ahora - no puedo creer que hayas tenido a ese chico tan guapo a una distancia pequeñísima y TOTALMENTE DESNUDO.

- No, no - Sanha se sentía sonrojado por el comentario tan fuerte que emitió su amigo - no lo vi desnudo

- Cómo no, Sanha, pagamos para que lo vieras en cueros completamente - se quejó Bomin listo para ir a reclamarle a Jinwoo, quien había vuelto a la barra

- Es que, me puse a reír cuando me dijo su nombre de stripper y se arruinó todo - tapó su cara con ambas manos de la pura vergüenza - me dijo Catboy y por culpa de Dae pensé en los PJ mask y ya luego solo conversamos porque el humor había cambiado.

- ¿Conversaron? - alzó una ceja Daehwi - no sabía que además de bailarín era psicólogo.

- Solo le conté a grandes rasgos por qué estamos aquí, y él... me dijo que lo espere.

Los ojos de ambos chicos se agrandaron a la par, y es que nunca se imaginaron que el stripper se iba a atrever a tanto, entonces Sanha entró en detalle respecto a lo caballero y educado que era, y que honestamente le había confirmado esperar, pues le había parecido interesante. Además, era para olvidar a Jin que habían ido al blue lights, y esto era un gran paso para lograr eso.

*

Eran las 5am cuando un dormido Sanha era despertado. Cómo había llegado a esa oficina tan pequeña y a ese cómodo sofá era una pregunta muy buena que le daba algo de miedo preguntar.

- Sanha - le tocaba el hombro suavemente para no sorprenderlo demasiado - Sanha, despierta

- ¿Catboy? - contestó mientras fruncía las cejas y entraba en un leve pánico. El stripper solo se rio bajito

- Sí, bueno ahora ya no, mi nombre es Bin.

Y así de simple tenía nombre, ya no era catboy, chico sensual, stripper al que le comería la boca, ahora era Bin.

- Que lindo nombre tienes pero am... ¿qué hago aquí?

- Tus amigos fueron a buscar a Jinwoo porque te dormiste en la silla, y él te trajo aquí

- ¿Ese hombre tan bajito me cargó hasta acá? - Bin se largó a reír de nuevo, este joven era muy transparente sin duda

- Noo, le pidió ayuda a Kai, uno de mis compañeros de trabajo, ¿vamos a desayunar?

No sabía si era el hecho de saber que lo había despertado tan suavemente, o que le ofreció comida, pero se sentía muy confiado en Bin, y estaba seguro que era mucho más dulce de lo que se había imagino en un primer momento. Así, fueron hasta una cafetería con un letrero de "abierto las 24 horas" y pidieron algo de comer. Un café y un sándwich para Bin, un té con leche y panqueques para Sanha. Y hablaron. Hablaron por horas, viendo a los taxistas cansados de una noche larga de trabajo ir por algo de comer antes de retornar a sus hogares, estuvieron cuando montones de trajeados inundar el local listos para sus dosis de cafeína matutina, y también en los pequeños momentos que el café pasaba por una de sus mesetas sin clientes, todo mientras degustaban no solo la comida, sino también la persona que tenían al frente. 

Sanha le contó a Bin de su carrera y de sus padres, cómo había llegado a estudiar y la razón por la que lo llamaban boy scout, además de algunas anécdotas con sus mejores amigos, y cómo su novio había roto con él el día anterior, sin ningún tipo de remordimientos. Bin le habló sobre sus compañeros de trabajo, su vida bohemia y sobre su madre, que aunque no compartía para nada su estilo de vida tampoco lo molestaba demasiado, solo hacía los clásicos comentarios pasivo-agresivos que cualquier madre haría si su hijo tiene un trabajo tan poco convencional. Hasta que llegó la pregunta que el pelinegro había evitado por bastantes horas.

- ¿Cómo es que te convertiste en stripper?

- Yo...- Bin lo miró con algo de pudor, para luego agachar la cabeza - si te cuento ¿prometes no reírte de mí?

- No pensé que tuvieras un problema con eso - le contestó Sanha con una sonrisa

- ¿A qué te refieres? - Bin contestó con un puchero, era como la 10° vez que hacía uno, y no es que Sanha los estuviese contando.

- Cuando me dijiste tu pseudónimo, yo me reí mucho.

- ¡Pensé que te habías reído conmigo y no de mí! - Alegó el bailarín, haciendo carcajear nuevamente a Sanha.

- Tienes toda la razón, pido perdón.

- Bueno igual hablé con Jinjinie y los chicos respecto al nombre, Changkyun se burlará de mi hasta que cumpla 30, voy a tener que cambiarlo.

- ¿A Changkyun? 

- Nooo, bueno también podría ser, pero cambiar mi nombre en el escenario

- No lo hagas, me encanta Catboy, es muy dulce. Aparte soy el único que alguna vez te comentó algo, dudo que haya otro cliente que conozca esas caricaturas.

- Puede ser, voy a pensarlo.

- Por favor hazlo - Sanha miró su reloj y supo que era hora de partir de vuelta a casa - debo irme Bin, los chicos me esperan y tengo un examen importante para el cual estudiar.

- Bueno - suspiró pesado - creo que también debo irme, hoy es día de lavandería. ¿Puedo... puedo acompañarte a tu casa? - un brillo en los ojos de Sanha se formó apenas salió esa propuesta de su boca.

- Me encantaría.

Bin tomó la mano de Sanha cuando salieron del café. Fue suave, casi tímido, y un pequeño sonrojo se formó en las mejillas de ambos, pero ninguno movió la mano mientras caminaban en un cómodo silencio hasta el autobús que los dejó en los dormitorios del menor. Está de más decir que Bin lo besó suave en los labios al final de "la cita".

Blue lights (Binsan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora