Capítulo 4. El equipo de Basquetbol.

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Sentí mis pies muy pesados. Me costó trabajo levantar uno y luego el otro para dar apenas dos pasos de camino a donde Eloína leía de su carpeta.

-Te estaba buscando, mama. -De pronto un estudiante había llegado tras ella para abrazarla haciéndome detener de inmediato. Eloína miró a su lado. -¿por qué aquí tan sola?¿no tienes hambre? -Le preguntó.

-Yo estaba...mensajeando...-Le dijo ella mostrándole el celular.

-Mm ya veo. -Le dijo él bajando el celular de ella. Lo metió en el bolsillo de su saco.

-Garret. -Se quejó ella.

-Te invito un café. -Dijo aún con su brazo en los hombros de ella. La hizo dar la vuelta y ambos se fueron. Di un suspiro y miré tras de mí. Ángelo fingió darse cabezazos en mi casillero. Me regresé a él.

-Al menos no hice el ridículo con ella. -Le dije. Él suspiró.

-Te tardaste mucho en hablarle, ¡ese podrías ser tú llevándotela abrazada!

-Jamás sería yo. -Dije seguro. -Ve, ese es el tipo de chicos que tienen citas con mujeres tan bonitas, le gustan extrovertidos y atléticos.

-Él fue campeón nacional de béisbol el año pasado. -Asintió Ángelo con conformismo.

-Ah otro Axel, genial. -Me quejé.

-¿Axel? -Preguntó Ángelo. Hice una mueca. -¿El novio de Emi? Ah sí, estuvieron juntos en el equipo de Hawtz. Tienes razón, los beisbolistas te están quitando a todas tus chicas. -Me advirtió él.

-Sí...-Dije de mala gana, pero ya rendido con el tema. -Es la vida que les toca a ellos, yo no tengo tiempo para novias.

-No te rindas. Lo que necesitas es un deporte para sobresalir y llamar la atención, hoy tengo práctica de básquet, ¿estás seguro de que no quieres unirte?

-No..., tú tienes razón, ella sale con chicos como tú, como él. Deportistas y populares, no...el nuevo.

-El nuevo en el representativo de matemáticas, Alec, solito te quitas oportunidades. -Me regañó él.

-Estoy en esta escuela para eso, no para...salir con las chicas más lindas. -Dije señalando por donde Eloína ya se había ido.

-Claramente no puedes hacer los dos. O las matemáticas, o la encantadora Eloína, ¿qué quieres, eh?

-No tengo elección. -Me quejé.

-Ángelo. -Escuchamos a Dylan haciéndonos mirar atrás, se acercaba con Emi. Miré a Ángelo de inmediato.

-No les digas nada de Eloína. -Le pedí de inmediato.

-Dylan puede ayudarnos...

-¡No! Le dirá todo a Emi. -Me quejé en voz baja porque ellas se acercaban.

-Está bien. Tienes razón, aun podrías salir con Emi también. -Cedió él rápidamente porque ya estaban ambas aquí.

-¿de qué hablaban? -Preguntó Emi más bien mirándome a mí.

-Ángelo piensa que nunca voy a hacer amigos si no dejo el representativo de matemáticas para unirme al de baloncesto con él. -Improvisé de inmediato.

-¿Tengo o no tengo razón? -Me siguió el juego Ángelo.

-No. -Rio Emi.

-Puedes hacerte amigo de los matemáticos. -Opinó Dylan.

-Lo cual equivale a no tener amigos. -Me molestó Ángelo.

-Claro que no. -Lo regañó Dylan.

-¿para qué necesitas más amigos si ya nos tienes a nosotros? -Me preguntó Emi sonriente haciéndome sonreírle también.

Mi AlecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora