El lunes después de clases me quedé estudiando más que nunca, pues en sólo unas horas teníamos una eliminatoria del concurso de matemáticas.
-Ey Alec. -Escuché a Ángelo. Miré tras de mí confundido. No lo esperaba en la biblioteca.
-Buena suerte en tu competencia. -Me deseó él, estaba vestido en ropa deportiva por lo que supuse que apenas iría a su clase de baloncesto.
-Gracias. -Sonreí, asintió. -Ah por cierto ¿sabes si...Emi vendrá? -Pregunté. Ángelo se vio un tanto incomodo.
-Amigo...no vino a clases. -Me recordó.
-Ya lo sé, pero...ella sabe que hoy es mi primera competencia. -Dije yo seguro de que no se la perdería. Ángelo hizo una mueca y se fue acercando a mí.
-No va a venir. -Me susurró cuando quedó frente a mí.
-¿te dijo? -Pregunté confundido. Él hizo otra mueca incomoda.
-Alec... ¿no viste Instagram todo el fin de semana? -Preguntó.
-ah no, estaba ocupado. -Dije yo, pues había estado trabajando en la florería y estudiando para la competencia. Había contestado algunos mensajes pero no había visto las historias de nadie. Ángelo suspiró.
-Emi está en Seattle, sigue ahí. -Me dijo él. Quedé paralizado y decepcionado.
-¿Seattle? -Pregunté sabiendo que ahí vivía su novio. Ángelo asintió.
-Lo siento. -Me dijo. Y yo sentía traición, sentía dolor, y mucha decepción, pero me negaba a seguir causando lastima. Mis amigas Mandy y Becka ya me tenían mucha lástima porque Emi se hubiera hecho novia de mi hermano. No podía dejar que incluso Ángelo me tuviera lastima.
-Nah todo bien, así mejor, me pondría nervioso si ella fuera a verme. -Dije volviéndome a sentar en el escritorio. Oí a Ángelo suspirar.
-Lo siento, Alec. -Repitió él.
-Enserio no me importa. -Mentí sin poder verlo.
-Bueno...pues...suerte ¿sí? Me voy a mi entrenamiento, pero me avisas si ganan. -Me pidió a mis espaldas. Asentí de inmediato. Oí sus pasos alejarse. Yo dejé de fingir que leía mis hojas. Las dejé en el escritorio y me cubrí la cara con las manos. Era un tonto por creer que Emi iría a verme.
Después de estudiar y comer uno de los platillos de la cafetería, me fui al baño a lavarme los dientes, acomodarme mi uniforme para asegurarme de lucir profesional y digno de ser un representante del equipo matemático de Hawtz.
El concurso sería en uno de los salones de ceremonias de Hawtz. Ya lo había visitado la semana pasada para asegurarme de no perderme y llegar a tiempo.
Entré al salón quince minutos antes, y aun así ya había gente dentro. Muchos eran alumnos con uniformes de otras escuelas privadas, otros parecían ser sólo padres de los alumnos. Pude ver que Alan ya estaba ahí, pero era el único con uniforme de Hawtz por lo que supuse que éramos los primeros en llegar. Me apuré a él.
-Alan. -Lo saludé. Me miró de inmediato.
-Alec, hola. Qué bueno que llegas temprano. -Me dijo él.
-¿quieres estudiar? -Propuse.
-Ah ya sólo quedan quince minutos. Supongo que podemos repasar mientras llegan los demás.
-¿No están en la escuela? -Pregunté.
-No, se fueron a descansar o comer algo en sus casas. -Me contaba él.
-Mm...-Asentí suponiendo que debían vivir cerca. El concurso era dos horas después del horario de salida de la escuela. Yo no tenía quien me llevara a casa y me trajera de vuelta a tiempo, por eso me había quedado en Hawtz.
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Mi Alec
Chick-LitAlec Rutz no tiene suficiente dinero para la universidad, su madre ha sido detectada con cáncer, y su hermano mayor le robó la novia. Su suerte cambia cuando consigue una beca para la mejor preparatoria de la ciudad acercándolo a dos de sus sueños...