Azrael el angel de la muerte no muestra sentimiento alguno o interés por las almas que lleva al otro mundo, hasta que una de ellas le hará cambiar de opinión
Tras la caída de los angeles y de Lucifer, el ejército liderado por Joel, escogieron a ángeles especiales para proteger el cielo y mantener orden abajo, tan sólo unos cuantos ángeles fueron los que demostraron determinación en la batalla y sobretodo fidelidad, entre ellos estaba Azrael, que antes era conocido como Ace. Joel tenía que escoger a un ángel que fuera capaz de conducir a los justos y los pecadores, pasando por el bando de abajo. Así que puso a prueba a más de 100 ángeles, pero ninguno lo logró Así que un día el penúltimo ángel que tenía que llevar a una alma al cielo se vio acorralado por demonios, que querían arrebatarle el alma de la persona, eran demasiados y el alma al ser tocada por los demonios se empezaba a corromperse y llenarse de oscuridad. Ace al ser el último ángel aprueba decidió bajar al infierno para presenciar lo que ocurria, cuando vio todo lo que pasaba y el ángel acorralado sin pensarlo dos veces, atacó de sorpresa a los demonios, venciéndolos fácilmente y purificando nuevamente el alma de la persona. Todos los angeles presentes consultaron a Joel sobre lo que había pasado. Desde ese día, Joel lo nombró como Azrael el ángel de la muerte, encargado de llevar a las almas a donde pertenecen, siendo un Arcángel respetado. Según cuentan era un ángel alegre y muy compasivo además de querido por todos
Sin embargo muchos años después los Ángeles y seres celestiales notaron el nuevo comportamiento de Azrael, se había vuelto más duro serio y distante con todos. No sabían, que fue lo que había pasado con su hermano, por lo que uno de Los Ángeles en el trayecto del recorrido hacia el infierno, preguntó
Ángel: Que sucede contigo hermano, ¿acaso estas corrompido
Azrael respondió
Muévete!!!!!, tengo trabajo que hacer
Ángel: Que fue lo que pasó hermano para que cambiaras tanto, antes solias sonreír
Azrael: Antes..... Ahora las cosas son diferentes, te escóltate en las últimas escaleras, hasta entonces
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