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Lo siento Iván.

Había una vez en una pequeña ciudad, dos mejores amigos llamados Ivan y Rodrigo que compartían todas sus aventuras juntos. Desde la escuela primaria hasta la secundaria, eran inseparables y se apoyaban mutuamente en cada etapa de sus vidas.

En el último año de la secundaria, Ivan comenzó a sentir algo más por Rodrigo. Cada vez que lo veía, su corazón se aceleraba y se daba cuenta de que estaba enamorado. Decidió reunir el coraje para confesarle sus sentimientos en una noche muy especial.

Una noche, después de la graduación, Ivan y Rodrigo decidieron pasar un buen rato juntos antes de separarse para ir a diferentes universidades. Luego de una emocionante fiesta con todos sus amigos, ambos encontraron un momento íntimo a solas.

"Nunca he sentido algo así por nadie más, Rodrigo", confesó Ivan, nervioso pero decidido. "Te amo, más de lo que puedo expresar con palabras".

Rodrigo quedó sorprendido por las palabras de Ivan, pero su sorpresa eventualmente se transformó en una sonrisa sincera. "Ivan, yo también te amo", respondió. "Eres mi mejor amigo y siempre lo has sido. No puedo imaginar mi vida sin ti".

Felices y emocionados, compartieron un momento de complicidad y romance que selló su amor mutuo. Ambos estaban ilusionados por lo que les depararía el futuro y estaban decididos a luchar por su amor en medio de la distancia y las nuevas experiencias universitarias.

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Ivan comenzó a notar que Rodrigo estaba distante. Se preguntaba qué estaba pasando y por qué su amigo ya no parecía estar tan comprometido con su relación. Hasta que un día, Rodrigo tomó la valiente decisión de enfrentar a Ivan y confesar la verdad.

"Lo siento, Ivan", dijo Rodrigo con tristeza en sus ojos. "No puedo seguir adelante con nuestra relación. Me siento abrumado por la distancia y la presión de la universidad. Necesito tiempo y espacio para descubrir quién soy y qué quiero en la vida".

Ivan se sintió devastado y herido por las palabras de Rodrigo, pero también entendía su necesidad de crecer y explorar su propio camino. Aunque le dolía en lo más profundo de su ser, decidió perdonar a Rodrigo y darle el espacio que necesitaba.

Pasaron los años y tanto Ivan como Rodrigo siguieron adelante con sus vidas. Ambos tuvieron sus éxitos y desafíos, pero siempre mantuvieron un lugar especial en sus corazones para el amor que habían compartido. A pesar de las dificultades, seguían siendo buenos amigos.

Un día, rodeado de sus seres queridos, Rodrigo se arrodilló frente a Ivan y sacó un anillo de compromiso. "Ivan, a lo largo de los años, me he dado cuenta de que mi vida no está completa sin ti", dijo con voz temblorosa. "Quiero pasar el resto de mis días a tu lado. ¿Te quieres casar conmigo?"

Las lágrimas comenzaron a fluir por los ojos de Ivan, pero esta vez eran lágrimas de felicidad. "Sí, Rodrigo, acepto casarme contigo", respondió con una sonrisa radiante. "A pesar de todo lo que hemos pasado, tú sigues siendo el amor de mi vida".

Así, en medio de aplausos y celebraciones, Ivan y Rodrigo se abrazaron fuertemente, sabiendo que habían superado obstáculos y habían encontrado su camino el uno al otro una vez más. Juntos, se embarcaron en una nueva etapa de sus vidas, llenos de amor, compromiso y esperanza para un futuro feliz.

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No olviden dejar su estrellita :3