Es una pregunta simple y que parece no tener un valor significativo, sin embargo, poca gente tiene la dicha de escucharla, pues esa misma gente, oculta su dolor mientras los demás no creen que necesita ayuda, como Hitohito
Todos estaban comiendo mientras se contaban los segundos para poder gritar a todo pulmón, mas para Najimi que en sus propias palabras era el alma de la fiesta, a diferencia de Hitohito y Shouko que aunque hablaban un poco, prácticamente no podían competir contra Najimi y Shuuko, pues ambas ya se habían echo muy amigas.
-y le digo que estaba comprando tranquila y una señora me confundió con un ladrón, me empezó a golpear con su bolso mientras todos miraban, solo Hitohito le hizo entender que no le había robado
-vaya, ¿y que te dijo la señora?
Pues si, Najimi era muy locuaz y su presencia nunca podía faltar en ningún lugar, incluso cuando menos la esperabas, ella acabaría apareciendo, ya en este punto todos habían terminado de comer y se preparaban para poder desearse una feliz navidad, a falta solo de dos minutos para que los relojes comenzaran a sonar.
-Si, justo lo que estaba esperando
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La veías muy contenta, y la verdad tu tambien lo estabas, ya solo faltaba menos de un minuto y aunque el dolor de tu perdida aun estaba presente, este ya se había echo bastante pequeño gracias a la nueva compañía que tenias ahora
FELIZ NAVIDAD¡¡¡
Finalmente volviste a entonar esas palabras, sin embargo, el volverlas a decir aunque te hizo volver a sonreír, hizo que volvieras a recordar aquel día que estuviste con tu familia, con tu madre y con tu hermana, aunque intentaste contener aquel recuerdo, lo acababas recordando con mas claridad y entonces, no pudiste evitar llorar mientras veías el cielo iluminarse con los fuegos artificiales.
-hey muchacho, ¿Qué sucede?
Aquel señor con una voz tan grave, se sentía tan paternal, como aquella voz que nunca escuchaste, desde que naciste nunca sentiste aquello, solo atinaste a bajar la cabeza mientras tus lagrimas aun caían.
-tranquilo chico, del mismo dolor que sientes ahora, pronto vendrá el amanecer donde sonreirás de igual manera a como lo solías hacer
-muchas gracias señor
Y así volviste a levantar la mirada al cielo, no te gustaba pensar en la idea que tu madre ya no estaba, aun así, al menos ella ya no estaba sufriendo, aun recordaste como ella siempre hizo lo posible para que tu sonrieras, así que por ella, ibas a sonreír y a hacer todo para que ella desde lejos estuviera orgullosa de ti.
