Es una pregunta simple y que parece no tener un valor significativo, sin embargo, poca gente tiene la dicha de escucharla, pues esa misma gente, oculta su dolor mientras los demás no creen que necesita ayuda, como Hitohito
-no hijo, pero solo te diré algo con respecto a eso
-dime
-no busques solo en apariencias físicas, lo mas importante es que lo que sientas sea reciproco y además que debes de cuidar sus sentimientos como el mayor tesoro del mundo, pues el amor es algo muy valioso
Esas palabras se quedaron grabadas con fuerza en tu mente, buscaste a tu amor verdadero por mucho tiempo, mismo que parecía nunca llegar y tal vez la peor parte es que veías que aquellos que tenían el honor de tener una persona que los amara incondicionalmente al poco tiempo ya las estaban engañando con alguien más, esas personas no merecían el amor que se les entregaba y así seguiste buscando por mas tiempo a tu amor verdadero, sin embargo con el pasar de los años empezaste a rendirte en la búsqueda pues parecía que nunca llegaría.
Así todo empeoro cuando al entrar a Itan te comenzaron a molestar, con eso cada día se hacia mucho mas difícil de llevar y cuando tu madre falleció todo exploto dentro de ti, sentías que la felicidad siempre se negaría a ti y que lo mejor era rendirse de una vez en todo, eso hasta que ocurrió lo que ni tu mismo hubieras esperado.
*de vuelta al presente*
Finalmente se separaron lentamente mientras sus respiraciones aun se cruzaban, veías sus labios color carmesí mientras que aun no podías creer que estuvieras viviendo aquel momento, ella tampoco pronunciaba palabra alguna, sus ojos se cerraban ocasionalmente y se volvían a abrir delicadamente.
-vaya, eso fue único
-opino lo mismo Hitohito, en verdad fue único
Ambos se pusieron de pie mientras que tomados de la mano se asomaron por la ventana de tu apartamento, la lluvia seguía cayendo mientras que poco a poco el cielo se iba tornando azulado, estaba amaneciendo, mientras ambos aun tomados de la mano veían el pequeño espectáculo.
-Shouko, ¿Qué piensas del amor?
-bueno, para mi es algo único y valioso y creo que se lo e entregado a la persona correcta
Sonreíste levemente-Yo tambien lo creo- entonces la giraste suavemente haciendo que quedara mirandote de frente
-Shouko, te prometo que te cuidare, te protegeré de cualquier cosa y que te amare como nunca pude ser amado
-Hitohito, gracias por todo lo que has echo por mi y tambien te cuidare como a nada en el mundo
-bueno, creo que, ahora es el mejor momento de...
-¿otro beso?
-eso mismo
Esta vez la viste con más claridad y de la misma forma que su primer beso, se acercaron lentamente para primero sentir la respiración del otro y finalmente unir sus labios en la primera muestra de amor de dos personas.
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Aquello era el mayor regalo al que podía aspirar todo ser humano y finalmente después de tanto tiempo y casi rendirte en la búsqueda lo habías encontrado, tus latidos eran mas rápidos mientras que tu respiración se coordinaba con la suya, tus manos sentían el calor de sus mejillas y las caricias de sus cabellos, ambos cerraron sus ojos para que solo el tacto fuera el dictador y que cuando se volvieran a abrir te recordaran que no era un sueño lo que estabas viviendo.
*finalmente se separaron mientras ambos estaban ruborizados*
-creo que mejor hay que descansar hasta que amanezca
-esta bien Shouko
regresaron y se volvieron a cubrir con las sabanas mientras que sus manos ya sin timidez se volvieron a encontrar y entrelazar, para que así ambos pudieran consolar el sueño sin temor y con el calor del otro, así miraste solo unos segundos el techo hasta que te quedaste dormido junto a ella.
*ya en la mañana*
La acompañabas a su casa, iban tomados de la mano, lo único que te preocupaba era que alguno mas de la preparatoria los viera pues te volverías el blanco de todos ellos, sin embargo todo eso se iba al solo ver a Shouko pues ella era la que podía cerrar tu temor.
-bueno Hitohito, yo me quedare aquí, mañana nos volvemos a ver
-esta bien Shouko
-antes de que te vayas /le dio un beso a Hitohito haciendo que se sonrojara/
