Un día como cualquier otro, pensé que no pasaría nada interesante, que iba a ser como los de siempre, pero en ese mismo día... mi vida cambiaría para siempre... para tomar un camino en la oscuridad, donde alguna vez quería salir.
¿Quieren saber qué...
Estaban Mudi, Najasho y Suzaku en la sala, esperando a sus enemigos, Najasho para entretenerse estaba tejiendo algo, mientras Mudi...
Mudi: *echado en el suelo* El enemigo no viene.
Najasho: Por lo que vi las defensas en esta fortaleza no dejan pasar ni el aire. Que invadan desde tierra o aire sería muy difícil.
Suzaku: La moral de mí gente es alta, no como la del Imperio.
Mudi: *acostándose boca abajo* Calculé mal. Quiero que el escuadrón asesino venga y nos ataque. *se levanta y mira a Suzaku* ¿Podrías hacer una abertura en tus defensas? Una pequeña bastará.
Suzaku: ¡No!
Mientras tanto, con Mashiro.
Mientras los dos discutían sobre lo de la abertura, Mashiro estaba bebiendo a la vez que se lamentaba por la muerte de su amado.
Mashiro: *suspira algo borracha* ...Kouga... Me dejaste atrás... Porque... Tenías que irte?
Fue lo último que dijo antes de caer dormida en el suelo, unos minutos después, ella despertaría pero se daría cuenta de que se encontraba atada de las manos y pies, hecho por las gemelas Oarburgh.
Meela: *sonrisa sombría* Así que... Despertaste?
Lorris: *sonrisa malévola* Sabía que te darías cuenta rápidamente.
Mashiro: (No puedo creer que fueran capaces de atarme y que ni siquiera pueda sentir algo.) ¿Qué es lo que quieren?
Meela: Sabíamos que querías vengar a tu amado, pero estamos decepcionadas de que sea un hombre.
Dijo para luego de un rápido movimiento, dejar al descubierto su brasier, en cuanto a Lorris comenzó a bajar el pantalón de Mashiro.
Lorris: Debes estar realmente loca si te enamoraste de un hombre. Pobre cosita fea.
Mashiro: *enojada* ¡Malditas perras...!
Meela: *tocando un pecho* Las mujeres solo deben amar a otras mujeres.
Lorris: *lamiendo un pecho* Te daremos una lección a fondo sobre la manera correcta de amar.
Parecía que Mashiro estaba cediendo ante la excitación que incluso respiraba pesadamente, pero no se dejó y logró liberarse de las sogas. Para luego darles un putazo en la cabeza a las dos.
Mashiro: *mirada sombría* Ustedes no pueden contenerme.
Lorris: (No puedo creer que se liberó tan rápido de sus ataduras.)
Ahora ellas sin más opción...
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