3

5.5K 110 5
                                    

        ⊹  ꈍᵕꈍ  🌸  ∿  ⁺

🔞

Habían planeado salir de fiesta, unos amigos, tu hermana, su novio y tú. Había costado convencerte pero Sarah insistió un montón en que fueras.

—Dale, flaca por favor. Enzo no tarda en llegar.

Te tomaba del brazo moviéndote de un lado a otro insistiendote, miraste a tu hermana con cansancio y aceptaste rendida, asintiendo en silencio. Casi corrió a su habitación para buscarte ropa de ella, porque según sus palabras; "tu ropa era aburrida y no levantaba ni a las moscas". Te diste una ducha larga, no te molestaba salir con amigos en común, con los chicos siempre fue agradable ir de fiesta pero últimamente no tenías ganas de salir a beber y pasarte las vacaciones así. Dejo un vestido negro encima de tu cama después que entraste a la ducha, era simple pero se ajustaba a la cintura resaltando la forma de una manera muy linda. Habías visto a Sarah usar el vestido en varias ocasiones, a ella se le veía precioso y no estabas segura de si sería tu caso.

Sarah ya estaba lista, había terminado de maquillarse en tiempo record y ahora estaba pendiente de maquillarte a ti. Cepillabas tu cabello mojado intentando no moverte mucho mientras ponía un poco de rubor en los pómulos, era una salida a una discoteca, algo simple pero a tu hermana siempre le gustaba resaltar entre los demás y quería que hicieras lo mismo.

—De la disco no sales sin novio, cosita linda.

Te llamo con el mismo sobrenombre que te decía cuando eras más niña, ahora claramente habían crecido y aun así seguía teniendo el mismo trato amoroso contigo de hermana mayor. La situación era la misma que cuando jugaban a maquillarse con los cosméticos de su mamá. Te sonrió con esa complicidad de hermana, mientras ponía un poquito de iluminador en la punta de tu nariz y lo difuminaba con cuidado. Así estuvieron hasta que tocaron la puerta del apartamento que compartían, la rubia casi de un saltito, se levantó de la cama y abrió la puerta para dejar pasar a su novio. El morocho tan solo entrar, le dio un beso a tu hermana. Eran como una pareja de famosos que aparentan tener la vida perfecta y una relación preciosa, solo que no aparentaban, si tenían una relación preciosa y perfecta.

—Ya nos están esperando, empezaron sin nosotros.

Dijo Enzo mientras mantenía las manos en la cintura de tu hermana. Por tu parte, estabas poniéndote los tacones negros. Cuando te levantaste te tambaleaste un poco con estos, hace bastante tiempo que no los usabas.

—¿Estás lista?, ya vamos saliendo.

Dijo tu hermana así que tomaste rápidamente tu teléfono, la billetera y tus llaves, dejaste todo al fondo del bolso y trataste de acostumbrarte a los tacones mientras salias de tu habitación y caminabas hacia ellos. Sarah te sonrió tan pronto como te vio.

—Hola, Enzo.

Saludaste. El moreno también sonrió igual que tu hermana.

—Te ves bien. ¿Nos vamos?

Tu hermana asintió y abrió la puerta, los tres bajaron en el ascensor y ya estaban en el auto para poder ir a la nueva discoteca que había abierto hace poco. Seguramente estaba llenísima de gente. Bajaste la ventana del auto, estabas sentada en la parte de atrás. El viento ayudaba a secar un poco más tu pelo mojado, no habias tenido todo el tiempo del mundo para secarlo apropiadamente asi que estaba goteando un poquito tu vestido.

Cuando llegaron, al menos tu cabello ya no estaba mojado, estaba mas o menos húmedo pero no goteaba. Bajaste del auto de Enzo arreglando un poco tu vestido, lo bajaste un poco y entraste a la discoteca. Habían luces por todos lados, era inmensa con segundo piso. La gente bailaba sin tener espacio alguno y la música estaba tan fuerte que ni siquiera podías escuchar lo que trataba de decirte Sarah. Seguir a tu hermana entre todos esa gente fue difícil, porque la gente se empujaba entre si y pegaban codazos de vez en cuando. Enzo iba detrás de ustedes, mirando al frente tratando de buscar a Martina, una de sus amigas en común. Llegaron al segundo piso, las mesas estaban vacías porque todos preferían bailar abajo, excepto por una mesa.

"ONE SHOTS" - Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora