Mihawk

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-Cuando yo tenía 13 años la marina me reclutó voluntariamente a la fuerza - Comenzó Mihawk bajo la atenta mirada del pelirrojo. - Nací en North Blue, en una isla un tanto pequeña pero con un puerto importante para los comercios. Hasta donde recuerdo, no tengo idea de quiénes son mis padres, por momentos me cuidaban las monjas, a veces me quedaba en la calle y otras veces algunos de los pobladores me daban techo, nunca era por demasiado tiempo, era un chiquillo problemático, siempre llegaba con cicatrices y golpes. La marina tenía un pequeño cuartel ahí, creo que incluso ya desapareció, no lo sé y siempre les estaba dando problemas. Aprendí a defenderme solo, le robaba el dinero a los piratas y peleaba contra cualquiera que se me pusiera enfrente, sin importar cuan grande o poderoso fuera, ahí fue que aprendí a dominar la espada. Se empezó a correr el rumor de un chiquillo que atacaba a los marines... En mi defensa, debo decir que no es correcto robarle el pan robado a un niño, no tardaron en darse cuenta que era yo, para ese entonces tenía unos 12 años.

Pude haber pasado desapercibido más tiempo, pero en esos años llegó un vicealmirante con su hijo a la isla, un niño mimado y presumido que no hacía más que alardear de la posición de papi... así que lo golpee, bueno, más bien, le dejé una cicatriz algo fea en el rostro y eso no le gustó a su papá. Me metieron al cuartel y comenzaron a golpearme entre los cadetes más jóvenes para que no fuera "injusto". Los cadetes tenían más de 17 años pero me dio lo mismo, los vencí a todos y eso enfureció más al vicealmirante.

Se me dieron dos opciones: unirme a la marina o irme de la isla, así que como todo un niño educado, le escupí en la cara y le dije que jamás sería parte de la marina y que hiciera lo que hiciera no abandonaría la isla, que él no me daba miedo

-Eso suena mucho a ti - Murmuró Shanks con una sonrisa Interrumpiendo al pelinegro.

-Si... pero fue estúpido. Nadie reta a la marina sin tener algún tipo de castigo. Claro que ese día me volvieron a dar una paliza, ahora el vicealmirante fue quién la proporcionó y fue la primera vez que perdí una batalla, quería que llorara implorando perdón pero no lo hice, regresé muy mal herido a la aldea, casi desmayandome y fue uno de los aldeanos que muy amablemente curó mis heridas y cuidó de mi... Días después, cuando ya me encontraba recuperado, salí a realizar unos encargos a otro pueblo y cuando regresé por la noche las casas de todas las personas que habían tenido algo que ver conmigo estaban en llamas, incluido el convento de las monjas. Intenté ayudar a apagar el fuego pero fue el mismo aldeano que me había cuidado quién me gritó que me alejara, que todo eso había sido solo culpa mía, más tarde me enteré que realmente esa había sido la orden del vicealmirante: Destruir a todos los que me habían ayudado. Toda la aldea me dio la espalda a partir de ahí y entendí que las personas siempre van a ver primero por su propio beneficio y estaba bien, yo les asustaba.

La marina ya me tenía fichado y amenazado, cualquier pan que robara, cualquier infracción que cometiera, sería considerado un delito y me llevarían a prisión, ¿Puedes creerlo? Tenía 12 años y ya era un criminal para ellos.

Esa noche entré al cuartel de la Marina y ataque a tantos soldados como me fue posible, con espadas y a puño limpio... logré derrotar a unos 15 antes de que el almirante me detuviera, yo estaba totalmente fuera de sí. Me volvieron a dar una paliza y al día siguiente me presentaron de nuevo dos opciones: Unirme a la marina o quemarían la aldea entera con todos los habitantes incluidos...

Odiaba la idea de tener algo que ver con ellos pero no podía darle la espalda al pueblo que me había ayudado durante mi infancia así que fue la decisión menos egoísta que he tomado en mi vida: Acepté. Irónicamente, ingresé oficialmente a la marina el día de mi cumpleaños número 13. Fue como una cachetada en la cara "Hey, feliz cumpleaños, toma tu regalo y sé miserable toda tu vida", me daba lo mismo, igual nunca lo había festejado.

Deber o deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora