Gatita perdida

Capitulo 3

En su estudio secreto, Gabriel estaba frente al retrato de su esposa. Su mirada reflejaba tristeza y añoranza.

-Emilie, mi amor -suspiró con voz apesadumbrada-. Sé que lo que hago no es correcto, pero es el único camino para traerte de vuelta. Haría cualquier cosa por verte sonreír otra vez.

Se giró hacia el ventanal desde donde observaba el caos que Kitty Blanc sembraba en la ciudad. La había akumatizado con suma facilidad, demostrando lo vulnerable de su corazón herido.

-Lamento haber involucrado a nuestra hija en esto -dijo en tono cuidadoso-. No elegí que se convirtiera en héroe, pero ha resultado serle de gran ayuda como semblante para llegar a Ladybug.

Su expresión mostró una pizca de orgullo al hablar de los logros de Adrianne como heroína. Pero esa emoción pronto se apagó.

-Aunque detesto verla sufrir, su dolor nos acerca al objetivo final. Es por el bien mayor, Emilie, lo hago por nosotros -murmuró acariciando el retrato-. Te juro que traeré tu alma de regreso, no descansaré hasta eso.

Gabriel dirigió otra mirada a la ciudad, convencido de que los sentimientos de su hija eran moneda de cambio aceptable. Haría lo que sea por recuperar al amor de su vida, sin importar quién saliera lastimado en el proceso.

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- ¿Crees que podremos salvarla? - Preguntó Ladybug con seriedad, ella estaba sentada cerca del maestro Fu, el hombre estaba muy concentrado en una meditación. 

El maestro Fu abrió lentamente los ojos, saliendo de su profunda meditación. Su mirada reflejaba sabiduría y compasión.

-Siempre hay esperanza mientras exista vida -respondió con calma-. Pero la oscuridad solo podrá disiparse cuando la semilla de la luz brote del interior.

Ladybug asintió, pero estaba claro que no estaba muy convencida.

- Tú la conoces más que yo, sé que encontrarás la manera de traerla de vuelta. Además, cuentas con el apoyo de los otros héroes. - Dijo el hombre.

Lo sé Maestro, pero ella se muestra cada vez más furiosa y Hawk Moth tiene un fuerte control sobre su mente -dijo Ladybug con frustración-. ¿Cómo puedo hacerla entrar en razón?

El Maestro Fu meditó unos segundos antes de responder:

La ira casi siempre esconde un profundo dolor. Para alcanzar a Kitty, debes conectar primero con su sufrimiento.

Intenta recordar los momentos en que se sentía escuchada y valorada por ti. Destila esos recuerdos en palabras de aliento cuando la enfrentes.

Que note que estás ahí por ella, no para derrotarla. Que comprendas su rabia sin juzgar. Así se sentirá menos sola y el akuma perderá fuerza.

- Tienes razón, quizás debo intentar hablar con ella en privado primero. ¿Qué piensas? -

El Maestro Fu asintió ante la sugerencia de Ladybug.

-Hablar con ella a solas antes de la batalla podría ser una buena estrategia -reflexionó en voz alta-. Así podrás llegar a su corazón sin presiones.

-Busca el momento para encontrarte con Kitty Noire cuando esté más tranquila. Comparte tus sentimientos con calma y desde el cariño.

-Que sepa que estás ahí no como enemiga, sino como su mejor amiga que solo desea ayudarla. Si logras conmoverla, el akuma podría debilitarse.

-Quizás entonces los demás héroes podrán brindar su apoyo para purificarlo. Pero lo más importante es que Kitty sepa que no está sola.

-Ve con fe en tu vínculo, Ladybug. Tu sinceridad y compasión podrían ser la clave. Confío en que hallarás las palabras precisas. Ve, y que la suerte te acompañe.

Ladybug asintió llena de determinación. Estaba dispuesta a todo con tal de salvar a su querida amiga.