Survivors [KaiSoo]

1. Lluvia y caos

La lluvia intermitente que caía regularmente en el centro de Londres se volvió intransigente y pesada. Hacía mucho tiempo que no presenciaba un espectáculo así, se había acostumbrado al templado cielo de Brighton y su playa. Kyungsoo contempla desde el noveno piso de un edificio deshabitado lo estruendosa y destructiva que está siendo la llovizna, pareciera que fuese un temporal que no va a pasar con rapidez y eso le ponía un tanto nervioso.

El apagado cielo color ceniza que cubre Londres caía en la descripción típica de un lugar deprimente y sin vida, un sitio poco habitable y amistoso. Y aunque ya estaba acostumbrado a las cosas sin vida, Kyungsoo prefería los panoramas un poco más alegres. La comunidad de Brighton donde había encontrado alojo siempre le proporcionaba esa paz y tranquilidad que en ese mundo tormentoso y moribundo ya no existía. — Creo que hoy no podremos devolvernos.

Kyungsoo suspira de manera pesada porque asumir el nuevo panorama es bastante crudo, volver a la torreta de control que existe camino a Brighton sería un suicidio. Ya iban a ser las 6 de la tarde y Londres se volvía una ciudad llena de rugidos y de oscuridad. El epítome del peligro, cubierta por una neblina espesa y por el frío calador de huesos que ya está acostumbrado. Lo mejor sería descansar en aquel edificio y partir a su siguiente destino por la mañana.

—Iré a vigilar el pasillo, no queremos ninguna sorpresa esta noche.

—Despejamos el área al entrar, Jongin. Mejor aseguremos las puertas y no te arriesgues demás.

Jongin se quedó en silencio, sin mirarlo a los ojos. En su mano izquierda lleva un rifle que Chanyeol le entregó antes de salir a la misión, a Kyungsoo siempre le había llamado la atención lo mucho que le gustaban las armas a Jongin siendo uno de los más jóvenes de la comunidad junto con Sehun. Seguramente por influencia de Chanyeol, que era amante de aniquilar a caminantes con armas de última generación. Pero definitivamente en él había un talento innato. —Vuelvo en diez minutos, será solo por prevención.

—En diez minutos bloqueo esa puerta entonces.

—Vale, entiendo, no te pongas así, hyung—disimuló una sonrisa el menor. Kyungsoo le dio una última mirada de soslayo, para darle a entender que no bromeaba con cosas así.

Tras la salida de Jongin del apartamento deshabitado que esta noche sería su alojamiento, Kyungsoo le manda un mensaje a Minseok, describiéndole su ubicación aproximada y contándole lo que habían encontrado en el trayecto. Minseok era el líder a cargo de la comunidad que Kyungsoo y Jongin servían, por lo cual debían estar siempre en contacto con él. La misión a la cual debían servir era de mediana complejidad, así que prefería no colocar nervioso a su superior con sus desgracias provocadas por el microclima de Londres. Tras unos minutos su superior respondió el mensaje diciendo que tuvieran precaución y que ojalá nos lo mordiera alguno de los merodeadores hambrientos.

Como siempre recados muy amistosos.

Sin nada más que hacer que resignarse ante el nuevo escenario de que la misión se prolongaría más de lo planeado por el horrible temporal, Kyungsoo decide revisar el estado del apartamento. A simple vista luce deplorable, pero aún hay cosas que funcionan. Es algo que agradece de manera muy silenciosa. Para suerte de ambos, la luz de la cocina y la cocinilla a gas están óptimos, encuentra algunas hoyas en los estantes y hay un par de snacks que no se han acabado de vencer. Ha sido un día bueno, últimamente los sitios en los cuales se estaban quedando sólo se encontraban lleno de cadáveres y atisbos de sangre descompuesta maloliente.

Tras el sonido de tres disparos provenientes del pasillo inferior, probablemente procedentes del rifle de Jongin, que estaba liquidando a algún merodeador hambriento, decide que es momento de comer algo, mañana sería un largo día y necesitan recuperar energías. Coloca su bolsa de fideos instantáneos en la hoya con agua calentando dentro, y en el intrínseco silencio, Kyungsoo se pregunta si habrá tanto merodeador como para usar tres municiones, o era el simple hecho de que a Jongin le gustaba fanfarronear con respecto a su larga lista de caídos tras sus manos.