Survivors [KaiSoo]

3. Entrenador Personal

A la mañana siguiente la lluvia carrasposa y ruidosa ya se había detenido, el cielo seguía nublado y opaco, pero al menos les había permitido avanzar hasta su destino sin ninguna clase de distractor bullicioso como lo eran las tormentas inesperadas. La misión consistía en llegar al hospital de Saint Thomas en busca de suministros médicos y todo lo que pudiesen encontrar que favoreciera a la comunidad, estaba deshabitado hacía 1 año, pero era uno de los últimos hospitales cerca de la zona de Londres que les quedaba por recorrer. Si bien tuvieron que batallar con bastantes merodeadores, Jongin y Kyungsoo eran especialistas en este tipo de misiones rápidas y en donde lo importante no era la cantidad de merodeadores caídos, sino la agilidad con que los esquivaban y buscaban la mayor cantidad de suministros.

El regreso en la camioneta hacia Brighton fue silencioso, Kyungsoo no tenía la suficiente energía como para entablar una conversación decente, y al parecer, Jongin tampoco, ya que a mitad del viaje decidió darse media vuelta en su asiento y dormir hasta su destino regreso a la comunidad. Kyungsoo internamente se sentía agradecido por aquel silencio. El paisaje desolador de Londres entintando en grises y sangre, cubierto de cuerpos no pensantes deambulando era una escena escabrosa, pero que ya se ha vuelto costumbre, en mitad de la soledad, quizá es un poco más desoladora de lo que debería.

Tras una hora y media de viaje en la deplorable Inglaterra, Kyungsoo estaciona la camioneta en la entrada del refugio de Brighton. El portero de turno le pregunta si ha salido todo bien, y Kyungsoo se limita a contestar que sí, que no ha ocurrido ningún inconveniente. Jongin despierta entre medio del ajetreo de abrir el portón y la bulla que ocasiona la revisión protocolar para confirmar que no vienen infectados. — Ya me estaba acostumbrando al silencio de Londres—dice Jongin en medio de un bostezo, arreglando su ropa y el rifle que colgaba de su espalda.

—¿Te cansaste mucho con la misión?

—No dormí muy bien anoche la verdad— dice Jongin contemplándolo fijamente. Kyungsoo no entiende por qué lo mira así, piensa que quizá roncó muy fuerte o algo de esa índole. Pero no le da mucha importancia y prefiere seguir bajando las cajas con los nuevos suministros.

Llevaban un par apiladas en la orilla de la bodega cuando Minseok junto a Chanyeol aparecieron para prestar su ayuda. El conteo de suministro era tedioso, Jongin siempre evitaba hacer inventario, pero Minseok ya lo tenía amenazado de que si se volvía a escapar de sus labores lo quitaría de la planilla de misiones. — Insisto que somos demasiados para apilar cajas y contarlas—dijo Jongin con su típico tono de niño mimado que no quiere hacer los deberes del hogar.

Minseok sonrió—. Alguien parece que quiere permanecer en el refugio contando cuánta comida queda en la bodega—dijo con tono burlón, pero sin una cuota de falsedad en sus palabras.

Jongin no tuvo mayor opción que lloriquear en silencio mientras anotaba en la planilla la cantidad de gazas y suturas encontradas. Al cabo de unos minutos se les unió Baekhyun, quien escuchó el rumor de que Kyungsoo y Jongin habían encontrado un gran arsenal de cosas así que quiso ir a chismear —¿Qué tal la noche en Londres? —preguntó intrigado Baekhyun a Kyungsoo aprovechando que Minseok terminaba de firmar el inventario junto a Chanyeol y Jongin que tonteaban a un lado—¿Dormiste acurrucado junto a nuestro lobo solitario? —dijo, disminuyendo el tono de voz y con una sonrisa socarrona.

Kyungsoo lo miro con cara de reproche y luego le golpeó el brazo izquierdo que llevaba descubierto —. No sé qué clase de persona crees que soy para pensar que me acostaré con Jongin así de fácil.

—¡Auch! —se quejó—¡No digo que seas fácil! Pero-

—¿Pero?

Baekhyun río. —Pero Jongin y tú se tienen ganas de hace tiempo y sinceramente el hecho de que no lo hablen me pone nervioso. Supuse que estas pequeñas vacaciones los ayudaría a comunicarse mejor.