2. Intimidad

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Junto al gran ventanal que da a la avenida principal, Kyungsoo y Jongin reposan frente a frente en sus improvisadas camas, un par de sacos de dormir y algunas frazadas que habían encontrado en los closets del apartamento, contemplando en silencio el atractivo, y a la vez, espeluznante espectáculo que se encontraba por las calles. La lluvia ya no intermitente de Londres atestaba las afueras y lo volvía un lugar más peligroso de lo habitual, los rugidos de los merodeadores se acallaban por el ruido del agua, lo cual hacía todo más tenebroso y volvía ya la abrumadora incertidumbre más persistente.

—Hoy los fideos instantáneos te han quedado muy buenos, hyung—dijo Jongin en medio del silencio. Kyungsoo le sonrió de manera suave, agradeciendo sus palabras.

Jongin yacía recostado, semi desnudo como habituaba, y leyendo un libro que traía en su mochila. Recuerda que una vez le comentó que había sido un regalo de su hermana mayor. Kyungsoo lo contempla en silencio, le llama mucho la atención lo multifacético que es el menor, y cree que, a pesar de aparentar ser un chico duro e inalcanzable, era una persona sensible. El reflejo de la lámpara a batería caía en el cuerpo del menor, que aprovechaba la poca luz para poder leer tranquilo. Era imposible esquivar el gran y envidiable físico que el otro portaba, músculos en los brazos y una caja torácica tonificada, llena de cicatrices, marcas, rasguños y heridas que se veían dolorosas.

Kyungsoo en el otro extremo escucha música en su teléfono móvil mientras mira caer la lluvia por la ventana, era lo único que lo tranquilizaba en noches así de inciertas y que no sabía muy bien qué decir para interrumpir la tensión entre ambos. ¿Debía preguntar por qué el menor tenía una cicatriz que atravesaba todo su abdomen? ¿O por qué nunca hablaban de algo más que no fuera sobre las misiones? ¿Acaso él era el único que sentía aquella tensión? Y aunque había millones de razones para sentirse incómodos entre ambos—como que estaban en medio de una catástrofe mundial— ¿Por qué con los demás no notaba tal inquietud?

—Hyung—interrumpe Jongin los pensamientos fugases de Kyungsoo — Sé que estoy semi desnudo, pero me estás observando muy fijamente y me da un poco de pudor. —Jongin ríe nerviosamente y con mejillas rojas.

Se había quedado mirando a Jongin firmemente quizá por cuánto tiempo—. ¡Lo siento! —Jongin ríe más fuerte por el evidente nerviosismo de su hyung. —¡Estaba pensando en cosas! Perdón por incomodarte.

—Sólo bromeaba—siguió riendo Jongin. Kyungsoo no podía escapar de su burbuja de vergüenza—¿Qué ideabas? — el menor le queda echando un vistazo, coloca su libro a mitad de su rostro, tapando su sonrisa inquieta, y sólo se pueden ver sus ojos marrones mirándole a la cara.

Kyungsoo no precisa muy bien qué decir.

—Nada en especial... ya sabes, cosas tristes.

—¿Merodeadores?

—En todo—Kyungsoo baja la mirada. Jongin se queda aún más intrigado—. En cómo ya han pasado casi tres años del primer caso, y dos años de que estamos en Inglaterra. De cómo todo se ha vuelto muy desolador, pero a la vez siguen esos pensamientos humanos de querer sobrevivir.

Jongin se levanta del suelo y se apoya con la palma de sus manos para sostenerse. Kyungsoo era una de las personas que más le llamaba la atención dentro de la comunidad, su mirada potente, pero a la vez tranquilizadora, su sonrisa relajante y delicada siempre le habían llamado mucho la atención. —Ah... ese tipo de cosas—Jongin sigue mirándolo, no sabe muy bien por qué, pero le decepciona un poco la respuesta de su hyung. Esperaba algún otro tipo de declaración —. Pues supongo que es algo innato de los seres humanos querer perdurar a pesar del contexto.

—Y huir de la soledad.

—¿Lo dices por la comunidad?

—Sí—Kyungsoo al fin conecta la mirada con el menor. — Y de cómo seguimos haciendo conexiones profundas, sentimentales y sociales a pesar de que probablemente mañana no sigamos vivos.

Survivors [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora