Capítulo 1

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•Jung Hoseok

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•Jung Hoseok

Infatuación.

Es lo que se dice a sí mismo.

Antes de cada cita con él, realiza su muy minucioso ritual. Ducharse dos veces, cepillarse los dientes, usar hilo dental y enjuague bucal, llevar consigo pastillas de menta y goma de mascar para desaparecer su aliento alcohólico. Depila sus piernas y el área de bikini, usa su costoso champú y aún más costoso jabón con feromonas. Prefiere las lociones con aromas frutales, pero para él usa uno amaderado esperando que lo atraiga e hipnotice. Usa bragas de satín que son incomodas, pero si alguna vez pasa lo que él más quiere, tiene que estar a la altura de la situación. Y aunque su ropa exterior es la misma con la que suelen verle siempre; amplia, cómoda y de diseñador; se dice a si mismo que sólo la usará si está recién lavada y perfectamente planchada.

En sus delicadas manos y alrededor de sus muñecas y dedos finos lleva accesorios de oro puro, pequeñas y delgadas pulseras para evitar que hagan mucho ruido si necesitara moverse demasiado, anillos simples y sin piedras que puedan atorarse en las prendas o en las sábanas.

Su pelo escondido bajo una boina o gorro; pero si se lo quita, tiene que tener el ondulado perfecto y la suavidad necesaria para que pasen los dedos por sus cabellos sin que dejen residuo de alguna sustancia.






Perfección.

Es lo que Hoseok tiene que ver al espejo antes de salir de casa y dirigirse a tomar unos tragos con su hyung.

Han sido demasiadas veces las que ha hecho esto, y aunque apenas unos años atrás la gente se enteró, en él siempre ha estado la expectativa de algo más. Si, Seokjin-hyung quiere tomar unos tragos con él y no podría estar más feliz porque en la narrativa de la sociedad, el mayor casi casi le ruega al otro todos los días a través de distintos medios y redes sociales que salgan a beber. Pero en el fondo, el que verdaderamente ruega por algo es Hoseok.

Lo que sea.

Un roce de labios, tomarse de las manos, sentarse sobre el regazo del otro, quizá que su hyung lo tome de la nuca y muerda el lóbulo de su oreja. Que lo empuje sobre el sofá en el que están bebiendo y lo enjaule para no dejarlo escapar jamás.

Y aquí es cuando Hoseok pone en marcha su vehículo con el verde del semáforo en el que estaba detenido y se dice a si mismo que no es bueno fantasear sobre algo que nunca sucederá.






Deseo.

Es lo que ha sentido por el otro hombre desde que tiene memoria; desde que él era un adolescente hormonal y el mayor se encargó de traer un poco de paz al caos en el dormitorio compartido por otros cinco jóvenes, y a la par todos anhelaban un sueño imposible. Para Hoseok era exhaustivo, casi tiraba la toalla, y sí, lo hizo una vez. Pero cuando vio la cara de tristeza de Jungkook y las lágrimas que rodaban por sus mejillas, prometió nunca más decepcionarlos otra vez, no irse y volverlo a intentar. Después Seokjin los llevo, sólo los dos, a un arcade para que se distrajera del remolino dentro de su cabeza; el mayor le agradeció por no abandonarlos y le dio un tímido abrazo del que nunca se habló jamás.

Yellow (햇빛) - [2seok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora