Yellow (햇빛) - [2seok]

Capítulo 2

•Kim Seokjin

Seokjin se dio cuenta de que estaba enamorado de Hoseok de una forma no tan repentina, quizá le tomó años hacerlo, pero desde el momento que lo supo, no ha parado de amar al otro, su afecto no se ha detenido, de hecho, cree que su corazón creció un poco al tener consigo dentro de él esa luz, lo brillante que es Hoseok para él, como un cuerpo celeste, como una nueva estrella del firmamento a millones de años luz. Se ha quedado callado, cada día que pasa buscando una nueva oportunidad de demostrarle al otro hombre cuánto lo ama, cuánto lo necesita a su lado, cuánta falta le hace cuando está lejos.

Seokjin es simple, no le gusta la complejidad. Así que cuando cree que no puede amar más a Hoseok, se sorprende con lo difícil que se vuelve a lo largo del tiempo. Algo dentro de él en este momento quiere liberarse, y pensó que lo había tenido controlado, durmiendo.

Pero es que Hoseok se ha vuelto un sol. Y él sólo puede orbitar alrededor de él.

Cada día es más hermoso a la vista, cada día lo ve de una nueva manera, diferente, pero a la vez atrayente. Una madurez que le sienta bien, una belleza inexplicable, sabe que no es el único que lo ve; por eso, aunque ha estado restringiéndose a sí mismo; cree que es necesario actuar ya.

Lo quiere junto a él, para él. Quiere ser egoísta, y aunque sabe que Hoseok es un astro que brilla por sí solo, está feliz con quedarse un poco de lo que a los demás también les ofrece. ¿Conformista? Quizá sí, si se trata del bailarín.

Simplemente no ha encontrado el momento correcto, el lugar ideal y las palabras necesarias para confesar lo que siente. Y cuando piensa que puede hacerlo...él otro simplemente se aleja, se va; como si Hoseok construyese una muralla a su alrededor, un puente que no puede ser cruzado. Seokjin tiene que hacer algo más; lo mejor que se le ha ocurrido es ir tomando valor a través de sus pequeñas citas en las cuales toman, y hablan de cualquier cosa, pero casi nunca sobre ellos mismos.

Seokjin ha estado dando señales mixtas, pero él mismo sabe que no se puede controlar, que cuando observa a Hoseok a los ojos no puede apartarlos, cuando a lo lejos puede sentir la presencia del otro y es como si la gravedad lo jalara tan abruptamente, tan repentinamente, que en seguida Seokjin va hacía Hoseok. Que sus sonrisas son por él, que la voz baja y grave sólo está dirigida hacía él, que a veces se posiciona detrás del bailarín sin darse cuenta y tiene que detenerse a sí mismo antes de abrazarlo por detrás; que quiere oler el aroma de su jabón corporal, que a veces inconscientemente su mano trata de buscar la del otro. Seokjin está loca y perdidamente, lo que le llaman: infatuado.

— Jwehope, después de aquí, vayamos a tomar algo —

Hoseok lo observa, una sonrisa ya dibujada en su rostro, y Seokjin siente su corazón latir demasiado rápido.